Antes del ibuprofeno y los antibióticos, nuestros antepasados obtenían sus remedios de las plantas que crecían a su alrededor. En la actualidad, muchas de estas prácticas se mantienen vivas, y no solo entre las comunidades indígenas. En Zamnesia, hemos recolectado semillas de todo el mundo para ofrecer a los jardineros preocupados por el bienestar, como tú, las herramientas que necesitan para cultivar sus propias plantas botánicas. Fieles a la calidad de Zamnesia, todas nuestras semillas de plantas de bienestar se envían de forma discreta y en paquetes sellados, para preservar su frescura y maximizar las tasas de germinación.
La ashwagandha (Withania somnifera) es un arbusto originario de la India que se ha utilizado durante muchos años en la tradición ayurvédica. Bonito y fácil de cultivar, ¿por qué no pruebas a plantarlo en tu propio jardín?
La lechuga silvestre (Lactuca virosa) se desarrolla en condiciones frías y produce hojas comestibles durante la mayor parte del año, incluso en invierno. Y además, está llena de nutrientes. ¡Empieza a cultivarla!
Añade un toque de color en tu jardín con estas amapolas rojas. Siembra las semillas a finales de primavera y observa cómo crecen. Entre junio y septiembre podrás disfrutar de unos bonitos tonos rojos intensos. Fáciles de cultivar y adecuadas para todos los niveles de experiencia, solo tienes que proporcionarles mucha luz, calor y agua.
El cebollino chino, también conocido como cebollino o ajo oriental, es una hierba sabrosa que recuerda a su tocaya. Se utiliza en una amplia variedad de platos, como pescados, ensaladas y sopas. Pero antes de usarlo, ¡tendrás que cultivarlo! El cebollino chino se puede cultivar (muy fácilmente) tanto en interior como exterior, y solo necesita tierra húmeda y suficiente luz para crecer bien.
La malva, también conocida como Malva sylvestris, es una planta muy común en los climas cálidos de Irán y el norte de África. Sin embargo, ahora ya puedes cultivar esta colorida compañera en casa. Siémbrala en abril, y en septiembre te ofrecerá un montón de flores completamente formadas. La malva se suele utilizar especialmente en la preparación de sopas.
La valeriana es una planta robusta que crece a pleno sol o sombra parcial en casi todos los tipos de suelo. Siémbrala alrededor de abril o mayo en un semillero exterior, trasplántala una vez en junio, y otra vez en otoño a su lugar definitivo del huerto. El jugo de las raíces de valeriana se puede usar para hacer brebajes caseros, mientras que sus hojas son excelentes para ensaladas.
Los espárragos tardan en crecer, pero merecen la pena. Siémbralos en hileras en semilleros con tierra arenosa, 4 semanas antes de los santos del hielo. Estas semillas pueden tardar 3 semanas en germinar, y las plántulas deben mantenerse en viveros durante 1 año antes de moverlas a su hogar definitivo. Trasplanta las coronas de los ejemplares maduros en zanjas, y añade tierra con frecuencia.
La mostaza amarilla (Sinapis alba) es muy versátil. Sus semillas se pueden usar para cocinar, preparar salsas y encurtidos, y las hojas tiernas en ensaladas y otras recetas. Tú decides. Si quieres cultivarla, siembra las semillas en marzo y estarán listas en verano. Estas plantas no suelen requerir muchos cuidados, solo necesitan un poco de tierra húmeda y un nivel de luz y calor estándar.
El Taraxacum officinale, o diente de león, es una planta herbácea y perenne que es ideal para todo tipo de entornos de cultivo. Deja que su bonito color amarillo ilumine tu vida. Siémbralo en primavera y espera a que las plantas se desarrollen durante el verano. Proporciónale un suelo bien drenado y mucha luz, y te recompensará con unas plantas con diversos usos culinarios y herbales.
Siembra achicoria en primavera, en un lugar con al menos 6 horas de luz solar directa. Entierra las semillas a una profundidad máxima de 0,5cm. Las plántulas brotarán tras 2-3 semanas en un suelo húmedo (no encharcado), y deben podarse hasta que queden unos 30cm de distancia entre ellas. Consume sus hojas y brotes crudos. Las raíces secas y trituradas de la achicoria pueden sustituir al café.
La ruda es muy robusta y tolera bien los suelos poco fértiles y la sequía. Planta ejemplares de ruda ya establecidos a pleno sol y riégalos con moderación, especialmente en suelos densos. Añade mantillo para aislar tus plantas durante el invierno, y pódalas completamente en primavera para estimular su desarrollo. Aunque se ha utilizado mucho en cocina, la ruda se cultiva como planta ornamental.
La hierba de San Juan es una planta perenne y fácil de cultivar, con bonitas flores en forma de estrella. Crece mejor a pleno sol o con sombra parcial, y tolera bien los suelos limosos y arenosos, la sequía e incluso el anegamiento. Plántala al aire libre a principios/mediados de verano y propaga tu hierba de San Juan a partir de las semillas, por división o sacando esquejes de madera blanda.
Germina el levístico en interior en primavera, y sácalo al exterior cuando haya desarrollado dos pares de hojas y hayan terminado las heladas. Plántalo en una tierra fértil, profunda y con buen drenaje, a pleno sol. Si es posible, usa un sustrato parcialmente arenoso/arcilloso con mucha materia orgánica y un pH ligeramente ácido (aprox. 6,5). Las hojas y raíces se pueden cocinar o consumir crudas.
El hisopo, o Hyssopus officinalis, pertenece a la familia de la menta, y es originario del sur de Europa y Oriente Medio. Este arbusto crece rápido y se debe sembrar en un suelo húmedo a pleno sol, a partir de principios de junio. Las flores y hojas de esta planta, que está lista para cosechar en agosto, tienen diversos usos culinarios y holísticos que merece la pena probar.
La angélica es una planta originaria de la región escandinava del norte de Europa. Produce tallos comestibles parecidos al apio, tiene muchos usos en la cocina, y sus raíces pueden utilizarse en la destilación de ginebra. La angélica necesita un suelo húmedo de forma constante para desarrollarse. Plántala en primavera, y estará lista para cosechar en otoño.
A la artemisa le gustan el calor, el sol y un suelo seco y bien drenado. Es robusta y resistente a la sequía, y crece bien en áreas parcialmente sombreadas y en suelos ácidos o ligeramente alcalinos. Sus semillas germinan mejor en un propagador o al aire libre en primavera, después del riesgo de heladas. La artemisa fresca se puede usar para cocinar sopas, guisos y estofados, y como tónico herbal.
La ajedrea de jardín (Satureja hortensis) pertenece a la familia de la menta y es un pariente cercano del tomillo y el romero. Crece bien en suelos ligeros y arcillosos, bien drenados y soleados. Sus hojas se pueden cosechar cuando la planta mida 12,5-15cm, y es mejor consumirla antes de que florezca para que tenga un sabor más dulce. Excelente para preparar aliños, salsas, guisos y empanadas.
El anís se siembra a principios/mediados de primavera, en un lugar soleado y resguardado. Puede tardar 3-4 semanas en germinar, pero este proceso puede acelerarse remojando en agua las semillas unos días antes de la siembra. No le gusta el frío ni la humedad, y prefiere una tierra ligeramente ácida y bien drenada. Se puede cosechar a final de verano o principio de otoño para usarlo en la cocina.
Germina la salvia a finales de otoño/principios de primavera en un propagador, y trasládala al exterior después de la última helada, cuando presente el primer conjunto de hojas verdaderas. Plántala en un lugar soleado y un suelo bien drenado. Recorta y cosecha las hojas frescas (que tienen mejor sabor) con frecuencia para estimular su desarrollo. Usa la salvia para cocinar o preparar tés herbales.
Las semillas de Artemisia absinthium germinan mejor en un propagador a principios de primavera, o al aire libre a mediados de primavera/principios de verano. Poda tus plantas y cultívalas a pleno sol en un suelo con buen drenaje. Evita regarlo en exceso; el ajenjo tiene una tolerancia alta a la sequía. Se puede usar para aromatizar bebidas, controlar las plagas del jardín y crear tónicos herbales.
Este pack de semillas de plantas de bienestar te permite cultivar botánicos tradicionales en tu propio jardín. Con estas semillas, podrás conseguir varias plantas para usar en muchas situaciones diferentes. ¿Te imaginas salir al jardín y recoger hojas o flores para crear tus propios preparados holísticos? Pronto podrás hacerlo.
Siembra las semillas de acedera en un sustrato ligero y cálido en primavera (después de las últimas heladas). A la acedera común le gustan los suelos húmedos, así que riégala con frecuencia pero con cuidado de no encharcar sus raíces. Poda tus plantas a menudo para estimular un crecimiento sano y frondoso. La acedera se puede comer fresca o cocida y triturada en salsas, sopas o platos exóticos.
El tomillo común es una planta perenne mediterránea que necesita mucho sol para desarrollarse. Se trata de una especie frondosa que, con los cuidados adecuados, podría convertirse en un elemento fundamental de tu jardín durante muchos años. Plántala en un suelo limoso y bien drenado. Esta hierba es ideal para cocinar como lo harías con el orégano o la salvia.
El estragón (Artemisia dracunculus) se cultiva con fines culinarios desde al menos el año 500 a.C. Esta resistente planta perenne crece bien a pleno sol, en suelos fértiles y con buen drenaje (aunque también en suelos arenosos o arcillosos). Se siembra en primavera, espaciando las plantas para que puedan extender sus raíces de rápido crecimiento. Es ideal para añadir a ensaladas, adobos o aliños.