Kush Mintz (Barney's Farm) feminizada

Barney's Farm - Kush Mintz: Una índica muy productiva con un aroma delicioso

La Kush Mintz de Barney's Farm es un híbrido muy productivo creado a partir de la Critical Kush y la Mintz. En realidad, esta variedad es el resultado de una casualidad que ocurrió mientras el equipo de cría de Barney's estaba trabajando en un ajuste de su variedad Biscotti Mintz. Ahora, gracias a sus cosechas abundantes y características únicas, la Kush Mintz ha entrado a formar parte del catálogo de semillas de Barney's Farm por la puerta grande.

La Kush Mintz es un híbrido de dominancia índica al 70% perfecto para el cultivo en interior. Puede alcanzar una altura de unos 100-110cm, desarrolla una distancia internodal corta y tarda alrededor de 65-70 días en florecer. Para obtener los mejores resultados en interior, recomendamos cultivar la Kush Mintz en macetas de 30l y aplicar super cropping desde el principio, para controlar su dominancia apical y abrir su espesa copa. La Kush Mintz también agradece temperaturas ligeramente más frescas, especialmente durante la etapa de floración.

Por otro lado, si vas a cultivar la Kush Mintz al aire libre, recomendamos hacerlo en macetas más grandes en un lugar soleado, y usar una combinación de técnicas de entrenamiento para abrir su copa y controlar su crecimiento tan vigoroso. También puedes podar tus plantas Kush Mintz de exterior sin problemas para maximizar las cosechas. Bajo el sol, la Kush Mintz puede producir hasta 1,5kg por planta, mientras que en interior puede producir hasta 650g/m² (dependiendo del estilo de cultivo empleado).

Tal y como sugiere su nombre, la Kush Mintz es una variedad deliciosa y súper aromática. Cuando abras tus frascos de curado de Kush Mintz el ambiente se impregnará de un denso aroma a pino terroso con matices de menta y café. Y cuando por fin pruebes la Kush Mintz, sentirás al instante una sensación corporal de calma y un estado mental despejado, a través de un subidón alegre, tranquilo y risueño que es perfecto para relajarse al final de un largo día.