Los 10 Errores Más Comunes Cuando Se Cocina Con Cannabis (Y Cómo Evitarlos)
¿Estás pensando en hacer tus propios comestibles de cannabis? Es muy fácil. Pero debes tener cuidado durante el proceso. Descubre los principales errores que comete la gente a la hora de cocinar con cannabis, y cómo evitarlos.
Los comestibles con cannabis se han hecho muy populares. Y con razón, ya que no conllevan los posibles riesgos para la salud que tiene fumar, son discretos y fáciles de consumir, e inducen un efecto más fuerte y duradero. Lo que comenzó con el bhang, los space cakes y los brownies se ha convertido en todo un mundo de productos alimenticios con marihuana. Hoy en día, se pueden encontrar desde comestibles dulces y salados a bebidas de todo tipo. Cada vez más gente experimenta con el cannabis, y los comestibles son una forma sencilla y deliciosa de tomar THC y CBD.
Los 10 Errores Más Típicos Al Cocinar Con Cannabis
Lo mejor es que no necesitas ir a un dispensario para aprovisionarte de productos "con efecto". Los puedes preparar en casa. Pero no nos precipitemos: Aunque cocinar con hierba no es difícil, se pueden cometer errores. Veamos los más comunes que hay que evitar a la hora de preparar alimentos con cannabis, así como sus soluciones.
1. Usar Demasiada Hierba
Cocinar con marihuana no consiste en mezclar unos cuantos cogollos con un poco de mantequilla con la esperanza de que salga bien. Cuando se prepara cannabutter, la grasa se une a una determinada cantidad de cannabis; poner demasiada hierba no va a proporcionarte una mayor potencia, salvo que las proporciones sean las adecuadas.
Pasarse con la marihuana también afecta al sabor de forma negativa. No quieres que tus galletas tengan un gusto desagradable a hierba, ¿verdad? Y, por supuesto, el mayor problema de usar demasiado cannabis es que los comestibles podrían resultar más fuertes de lo previsto. Lo que a su vez hará que la dosificación sea más difícil.
Solución: trabaja con proporciones equilibradas (¡menos es más!).
Como guía aproximada para cocinar con hierba, utiliza una proporción equitativa de grasa y cannabis. Si no tienes mucha experiencia como chef cannábico, recuerda que menos es más.
2. Olvidarte De Descarboxilar La Marihuana
Espolvorear un poco de hierba sobre los alimentos o ponerla en la batidora, no coloca. La razón es que el cannabis se debe "activar" primero con calor. Conocido como descarboxilación, este proceso consiste en convertir el precursor cannabinoide THCA en THC psicoactivo. Esto ocurre de forma automática cuando te enciendes un canuto o das una calada a un vaporizador, pero en la cocina, tú eres la persona responsable de supervisar este proceso.
En otras palabras, para descarboxilar tu hierba deberás "hornearla" a una temperatura baja durante menos de una hora.
Solución: una descarboxilación lenta
Hay varias formas de descarboxilar el cannabis, pero aquí vamos a optar por la más sencilla:
- Calienta el horno a unos 110-120°C.
- Tritura unos cuantos cogollos toscamente y extiéndelos de manera uniforme en una bandeja de horno forrada con papel pergamino.
- "Hornea" lentamente de 30 a 45 minutos, revolviendo cada 10 minutos.
- La marihuana estará lista cuando haya adoptado un ligero tono tostado.
- Sácala del horno. Ya puedes usarla en tus recetas.
3. Cocinar Con Temperaturas Demasiado Altas
Un exceso de calor destruye los delicados compuestos del cannabis, y es otro motivo por el que deberás descarboxilar (ver más arriba) tu marihuana lentamente a una temperatura baja. Cuando se cocinan u hornean comestibles con demasiado calor, no solo se destruye la potencia del plato, también su sabor (terpenos).
Aparte de olvidarte de descarboxilar la hierba, cocinar con temperaturas altas es la principal razón de que los comestibles tengan poca potencia. No hay nada peor que darte cuenta de que has chamuscado la esencia de tu alimento con cannabis.
Solución: no superes los 190°C
No expongas tu marihuana a temperaturas superiores a 190°C. Esto es suficiente para la mayoría de recetas. No frías tu hierba en una sartén, ya que se calentará demasiado. Y cuando hornees, elige recetas "lentas" y con temperaturas muy por debajo del umbral de degradación.
4. Olvidarte De Añadir Agua Al Hacer Cannabutter
Algunas personas hacen cannabutter solo con hierba y mantequilla, pero el agua ayuda a mantener una temperatura baja y evita que se queme la mantequilla. Sin el agua, las temperaturas altas destruirán los compuestos sensibles de la cannabutter. El agua también elimina parte del color verde y el gusto a hierba.
Y lo mejor es que añadir agua no reduce la potencia de los comestibles. Los cannabinoides se unen a las grasas y, al terminar, se separa la capa de agua de la mantequilla endurecida, dejando solo lo bueno.
Solución: utiliza una proporción equivalente de agua y mantequilla
Cuando hagas cannabutter, utiliza la misma proporción de agua que de mantequilla. Si quieres, puedes usar un poco más de agua. Mientras la preparas, vigila el cazo de cerca. Si ves que el agua se evapora o que la mantequilla alcanza los 120°C grados, añade más agua. Un termómetro de cocina te será muy útil para esto.
5. Triturar Los Cogollos Hasta Convertirlos En Polvo
Prácticamente cualquier grinder ayuda a desmenuzar los cogollos. Pero esto también significa que podrías pasarte y triturar tus flores demasiado.
Aunque este proceso aumenta la superficie disponible, a la hora de preparar comestibles no es buena idea. En la mayoría de los casos es innecesario y se traduce en un sabor más fuerte a hierba, pero los comestibles no serán más potentes.
Solución: no tritures demasiado la hierba
Intenta obtener una consistencia parecida al orégano seco. Cuando tritures cannabis, comprueba la consistencia de vez en cuando. Si quieres aumentar la potencia sin reducir la calidad y el sabor de tus comestibles, considera la posibilidad de añadir el kief de la cámara inferior del grinder. Pero ten en cuenta que deberás añadirlo al final del proceso de cocción, porque es muy vulnerable a la degradación por calor.
6. No Escurrir La Cannabutter Correctamente
Podrías pasarte horas preparando la mejor cannabutter del mundo y arruinarla al no escurrir bien el agua al final. Algunas personas cuelan la mantequilla con una estopilla para "sacarlo todo", pero esto solo aporta un sabor amargo y más material vegetal al producto final.
Otro error muy común es utilizar un escurridor que no sea lo suficientemente fino, ya que permitirá que las partículas grandes de material vegetal acaben en la mantequilla.
Solución: usa una estopilla y deja escurrir
A la hora de colar los comestibles, utiliza una estopilla de calidad, o al menos, un tamiz ultra fino. Echa la cannabutter enfriada y deja que se cuele por sí misma. No la aprietes ni presiones para sacar más; simplemente, espera. La mantequilla tendrá mejor sabor y será igual de potente. No necesitas la clorofila ni otras sustancias desagradables.
7. No Mezclar Bien Los Ingredientes
Otro error habitual al cocinar con marihuana es no mezclar bien los ingredientes. También es un fallo muy común en la cocina "normal". ¿Alguna vez has comido una galleta con un trozo de levadura en polvo en el medio? No es nada agradable. Y lo mismo se puede decir del THC.
Si revuelves poco la mantequilla al añadir la hierba, la potencia de las dosis no será consistente. Algunas galletas podrían ser súper fuertes y otras no tener ningún efecto. En ambos casos, serán decepcionantes. Y lo mismo sucede al añadir cannabutter a la receta elegida.
Solución: distribuye y mezcla bien
No escatimes a la hora de mezclar los ingredientes. El rato que pases revolviendo se notará en el producto final. Usa un utensilio adecuado y no tengas prisa. De esta forma, evitarás sorpresas desagradables con las dosis.
8. Limitarte A Hornear
Cuando la gente piensa en comestibles con cannabis, se imaginan brownies, cookies y productos parecidos. Pero los comestibles de marihuana van mucho más allá. Desde ositos de gominola a chocolatinas, batidos y hasta cenas de seis platos, hay un montón de alternativas para elegir.
¿Por qué no impresionas a tus colegas aficionados a la marihuana con un aperitivo, plato principal, postre y cóctel con cannabis? Podrás llevar tus veladas con la hierba a nuevas cotas.
Solución: explora el vasto mundo de las recetas de comestibles
No te limites al horno. Si buscas en internet, encontrarás un montón de recetas para hacer comestibles. También hay libros de cocina con marihuana. Además, no hace falta ser un experto para preparar muchas de esas recetas. Si sabes cómo hacer cannabutter, podrás utilizarla en una gran variedad de platos. Lee nuestro artículo Top 10 De Recetas De Cannabis para empezar.
9. Comerte Todo En Lugar De Probar Una Porción Pequeña
Comer demasiado y colocarte mucho es sin duda el error de principiante más habitual. La razón es que la gente que nunca ha probado los comestibles a veces no sabe qué esperar. Puede que alguien no sienta nada después de comer una galleta y por eso se tome otra. Grave error; en unos 45 minutos, estará flotando entre las nubes.
Hay que esperar el tiempo suficiente (hasta dos horas en algunos casos) para poder evaluar con precisión los efectos de una dosis. Lo cierto es que consumir comestibles es muy diferente de fumar. El subidón a menudo se percibe como más fuerte y los efectos son mucho más duraderos.
Solución: empieza con poco y espera hasta 2 horas para que el comestible haga efecto
No tomes una segunda porción hasta que sientas los efectos de la primera. Si has comprado tus comestibles en un dispensario, cíñete a la dosis recomendada. Empieza con poco y no seas impaciente. Ten en cuenta que los comestibles van a surtir efecto tarde o temprano, siempre que hayan sido descarboxilados correctamente.
10. Gastar Mucho Dinero En Cannabis Para Comestibles
No hay duda de que cocinar con marihuana es fantástico, pero eso no significa que tengas que malgastar los mejores cogollos (y por lo tanto, tu dinero) en hacer comestibles.
Al preparar cannabutter y otras bases para cocinar, lo que se hace es concentrar los compuestos del cannabis en una grasa. Esto significa que se pueden usar cogollos, hojas de azúcar y hasta recortes sin sacrificar la calidad del producto final. De hecho, es posible convertir una bolsa de recortes en unas reservas enormes de comestibles.
Solución: usa las migas, los recortes, las hojas/tallos y los cogollos ya vapeados
Las migas, los recortes, las hojas y hasta los tallos se pueden usar para hacer comestibles. Si sueles vapear cannabis, puedes reutilizar los cogollos en la cocina. Así que, en lugar de malgastar dinero en hierba para preparar comestibles, ahorra pasta (y material) usando las sobras. Y reserva los mejores cogollos para fumar.
Conclusión: Cocinar Con Cannabis Requiere Paciencia Y Práctica
Con estos consejos, podrás elaborar unos comestibles deliciosos con el efecto que buscas. Recuerda: al igual que con todo, la paciencia y la práctica son las claves de la perfección.
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