Cómo Cultivar Sticky Beast Automatic

STICKY BEAST AUTOMATIC: GERMINACIÓN

Soy un aficionado al método de germinación del "papel mojado" y, como de costumbre, tenía 4 semillas listas en 48 horas. En cuanto surgieron las raíces primarias, las sembré directamente en tiestos cuadrados de 6 litros con una mezcla ligera de suelo; enterrándolas con cuidado a pocos centímetros de la superficie empapada con agua mineral.

Entonces, encendí el balasto digital regulable con el ajuste más bajo, 250W, enrosqué la bombilla HPS a la cubierta de aluminio compacto, y programé el temporizador para un ciclo de luz de 20-4. Tras un par de días, los 4 brotes de Sticky Beast Automatic ya asomaban por la superficie, bien altos.

STICKY BEAST AUTOMATIC: CRECIMIENTO VEGETATIVO, DÍAS 1-24

Con las auto de última generación, es prácticamente imposible distinguir entre la etapa del plantón y el crecimiento vegetativo. Las 4 Sticky Beast Automatic comenzaron con buen pie. Bueno, dos de ellas. Para el día 17, tenía dos plantas vigorosas de unos 25cm de altura elevándose sobre otras dos raquíticas; una de ellas, con numerosas mutaciones en las hojas. No podía permitirme ninguna baja tan pronto, pero tenía dos verdaderos monstruos en ciernes, e iban a necesitar todo el espacio disponible.

Probablemente, debería mencionar que he convertido mi armario en una operación de cultivo y que, seguramente, no, definitivamente, lo utilizaré con otra variedad super-auto. No me malinterpretes, suelo cultivar mi marihuana como una persona normal, en un armario de cultivo, pero a grandes males, grandes remedios. Las dimensiones del ropero que utilizo son de unos 50cm de profundidad, 1,5m de altura, y aproximadamente lo mismo de anchura, ya que es largo y angosto. Un armario ropero corriente.

La ventana del dormitorio, que abro con frecuencia para fumar porros, es la única ventilación. Un pequeño ventilador de escritorio crea cierta brisa, y siempre que ponga el balasto a 250W, la temperatura se mantiene entre 22 y 26°C, y la HR entre 40% y 60%. Básicamente, la única modificación que llevé a cabo fue colgar un reflector de la barra del armario y poner plantas de cannabis en su interior, en vez de ropa. Pero, meses más tarde, mientras escribo estas líneas, sigo viajando ligero. Tengo tres pares de todo, vivo cerca de una lavandería y, lo creas o no, me siento más libre que nunca.

En cualquier caso, quería demostrarme algo a mí mismo, y a todos vosotros. Por mis propios motivos egoístas, necesitaba demostrar que puedo cultivar una buena hierba pase lo que pase. Al mismo tiempo, quería mostrarle a los microcultivadores y a los que no acaban de decidir si merece la pena, el enorme potencial de un cultivo casero de bajo coste y alto rendimiento.

Volvamos a la acción. Me deshice de los brotes subdesarrollados y me concentré en la poda y el entrenamiento de mis dos destacadas protagonistas. Al tener dos fenotipos distintos, tuve la oportunidad de implementar diferentes técnicas con asombrosos resultados, aunque lo diga yo mismo. En serio, me quedé tan sorprendido por lo bien que respondieron ambas plantas, que me animé y me puse a doblar ramas a diario. Incluso apliqué el topping a la más frondosa de las dos, para ver cuántos brotes podía obtener.

Con una combinación de palos de madera de 30cm de largo y unos amarres blandos para plantas, nivelé el dosel una y otra vez. Tuve que reubicar el reflector a diario, con el fin de mantener una distancia óptima de 30cm entre la parte superior de las plantas y la lámpara de cultivo. Continué con el "LST de acupuntura" durante otros 8 días, hasta que tuve dos arbustos de 40cm de altura. El reloj biológico de toda planta autofloreciente hace una cuenta regresiva hasta la floración, y el día 25, los pistilos sobresalían por varios sitios de ambas plantas.

50 SOMBRAS DE STICKY BEAST AUTOMATIC: FLORACIÓN, DÍAS 25-75

La Sticky Beast Automatic puso la quinta marcha al comienzo de la fase de floración. Fue extraño ver flores formándose rápidamente, sin el típico cambio de iluminación a 12-12. Pero esa es la ventaja de los híbridos autoflorecientes. Este cultivo resultó ser muy práctico, y mi rutina dobla-brotes se aceleró durante los 15 primeros días del periodo de floración. Para el día 40, ambas plantas habían duplicado su tamaño, en todo el sentido de la palabra. No solo eran el doble de altas, con casi un metro de altura, también eran el doble de tupidas, con una gran abundancia de brotes secundarios. Para ser más exactos, doblé más brotes que Uri Geller cucharas en su época.

Uno de los fenotipos era un poco alargado para mi gusto, con unos espacios internodales mucho mayores y menos ramas, pero aún así, era más parecido a una índica densa que a una ruderalis enana. El fenotipo más frondoso se asemejaba a un arbusto Skunk cargado de cogollos. Todo iba de maravilla, hasta que dejó de hacerlo. Cerca del día 50, descubrí una deficiencia de calcio y magnesio que marchitó ambas plantas hasta el día 60. Gracias a un diagnóstico rápido y a una respuesta dinámica, conseguí que el cultivo volviera a la normalidad, pero durante más de una semana, estuve seguro de que había cavado mi propia tumba envenenando a ambas plantas.

Mantuve la calma, las enjuagué con agua pura y ajusté el programa de alimentación. Fertilizante-riego-fertilizante-riego resultó ser lo más eficaz, y nunca debí haberlo cambiado. Además, descubrí que las dosis del 25% de los abonos base Advanced Nutrients de tres partes, son perfectas para la etapa vegetativa, y también funcionaron de forma gradual hasta la mitad de la fase de floración. La reducción lenta de nitrógeno no funcionó, por lo que reanudé las dosis de Grow, Micro y Bloom a partes iguales, con la intención de forzar el desarrollo de un segundo lote de cogollos.

Para el día 68, un par de robustas luchadoras cannábicas alcanzaban el metro de altura, y el armario estaba lleno de cogollos pegajosos. Si bien no eran colas muy largas, el dosel estaba repleto de flores densas y escarchadas de tamaño pequeño-mediano. El ventilador de escritorio, ahora colocado sobre una caja en una silla, seguía proporcionando un flujo de aire a través de todo el dosel. Es cierto que aún quedaban algunas hojas amarillentas por la deficiencia de cal/mag, pero los cogollos tenían muy buena pinta. Además, iba a desfoliar de todos modos. Había llegado el momento de realizar otro enjuague.

Una semana más tarde, el día 75, tras una minuciosa inspección visual del dosel, supe que era hora de cosechar. La mayoría de los pistilos ya habían pasado del blanco al naranja/rojo. Los cogollos pegajosos y verdes fluorescentes, cubiertos de una manta de tricomas de color lechoso, se engancharon a las tijeras de podar durante el resto de la tarde. Un aroma almizclado a "animal muerto" apestó el apartamento durante los siguientes 10 días, hasta que pesé 147g de cogollos de Sticky Beast Automatic y encendí un canuto para celebrarlo, dando al ambiente su actual hedor a cannabis.

Luke Sumpter

Licenciado en Ciencias de la Salud, y un apasionado del cultivo de plantas, Luke Sumpter trabaja desde hace 7 años como periodista y escritor profesional en la transversalización de la marihuana y la ciencia.

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