6 Consejos Para Aumentar La Densidad De Los Cogollos

Uno de los mayores objetivos al cultivar marihuana es obtener una gran cosecha al final del proceso. El cannabis tarda varios meses en pasar de ser una plántula a una planta llena de cogollos maduros. Durante este periodo, los cultivadores deben esforzarse al máximo para obtener la mejor cosecha posible. Es un proceso que requiere una inversión de tiempo y recursos.

Pero el volumen de la cosecha no es el único factor deseable. La calidad de las flores también es importante. La cantidad de tricomas y la producción de resina son dos factores a analizar y optimizar. Muchos cultivadores también se esfuerzan por obtener flores más densas. Pero ¿por qué es importante la densidad de las flores? ¿Qué importancia tiene si los cogollos son ligeros y aireados, o densos y compactos?

Veamos por qué son mejores las flores densas, y qué puedes hacer para conseguirlas.

LA IMPORTANCIA DE LA DENSIDAD DE LOS COGOLLOS

La densidad de los cogollos es esencial por varias razones. En primer lugar, cuanto más densos sean los cogollos, ¡más pesará la cosecha! Imagina dos plantas del mismo tamaño, que han producido la misma cantidad de flores. La planta de la izquierda tiene unos cogollos gruesos y compactos, listos para la cosecha. La planta de la derecha ha producido la misma cantidad de cogollos, pero son ligeros y aireados y tienen un aspecto mediocre. De hecho, son la mitad de densos que los cogollos de la planta de la izquierda.

Ambas plantas han producido la misma cantidad de flores, pero la productividad de la planta de la izquierda es dos veces mayor. En este caso, la densidad de los cogollos significa que cada flor contiene el doble de materia vegetal y, por tanto, los cultivadores podrán disfrutar del doble de porros y bongs.

Aunque este sea un ejemplo extremo, es una buena forma de comprender la importancia de la densidad de los cogollos.

La densidad de las flores también es un factor esencial para los cultivadores comerciales y los propietarios de coffeeshops y dispensarios. Cuando están bien manicurados, los cogollos densos tienen un aspecto mucho más atractivo que los cogollos esponjosos.

Cosechar unas flores de cannabis gruesas y de primera calidad depende de varios factores. Los factores genéticos juegan un papel importante, pero los factores ambientales determinan el estado final de los cogollos. Aplicar una iluminación y fertilización adecuadas, junto con técnicas de entrenamiento, casi siempre resulta en unas flores más densas. Pero si falla alguno de estos elementos esenciales, tendrás unas flores aireadas y mediocres.

Antes de ver cómo puedes producir unas flores más densas, veamos rápidamente lo que debe evitarse.

¿QUÉ PASA SI NO CUIDAS BIEN LOS COGOLLOS DE CANNABIS?

El mal cuidado de las flores de marihuana (que principalmente suele ser un simple descuido accidental) produce hierba de segunda categoría, o clase B. Este es el tipo de flores que los vendedores no mirarían dos veces. Y es el tipo de cogollo que es mejor curar durante más tiempo y que solamente fumarías cuando tus reservas de hierba de primera categoría se han agotado.

Si durante el cultivo fallan algunos de los elementos esenciales mencionados anteriormente, la floración no será tan abundante. Una iluminación deficiente minimizará la fotosíntesis, alterando la producción de energía y la sinergia microbiana en la zona radicular. La deficiencia de un solo nutriente puede producir síntomas graves, alterar la fisiología de la planta y reducir la densidad potencial de las flores.

Las flores de segunda categoría se detectan fácilmente. A veces parecen palomitas de maíz, de ahí su nombre cogollos popcorn. Estas flores son pequeñas y tienen un aspecto ligero y esponjoso.

6 PASOS PARA AUMENTAR LA DENSIDAD DE LOS COGOLLOS DE CANNABIS

Los cogollos popcorn son decepcionantes, sobre todo tras una germinación cuidadosa, semanas de crecimiento vegetativo y una larga floración, por no hablar de todo el tiempo dedicado a cuidar a tus niñas. A continuación, te mostramos 6 pasos para obtener unas colas densas y admirables, y evitar unos cogollos mediocres.

1. TODO EMPIEZA CON LA GENÉTICA

La genética es un factor crucial para cultivar unos cogollos densos. Existen cientos de cepas de cannabis conocidas, y todas ellas tienen características ligeramente diferentes. Algunas provocan un efecto más relajante, mientras que otras son más estimulantes. Algunas plantas crecen a alturas muy elevadas y otras son bajas y arbustivas. La densidad de los cogollos también es un factor que varía según la cepa.

Algunas variedades producen cogollos aireados y esponjosos, determinados por su genética. Esto no significa necesariamente que sean menos potentes, pero afecta a su estética. Las cepas sativa suelen producir unos cogollos más aireados; y las cepas índica fundamentalmente producen colas gruesas y compactas.

Si quieres cosechar unas flores más densas, es mejor cultivar una cepa índica pura o un híbrido con una gran predominancia índica. Existe un amplio catálogo de genética índica, con gran variedad de sabores, efectos y fases de floración.

2. CONTROLA LA TEMPERATURA

La temperatura influye enormemente en la forma y tamaño de las colas de marihuana. Las plantas de cannabis prosperan en un rango de temperatura considerablemente amplio, entre 18–26°C, y también pueden sobrevivir a 30°C. Pero si la temperatura se aleja del rango ideal, debido a olas de frío o calor, las plantas se alteran y producen unos cogollos más esponjosos.

Los cultivadores deben asegurar que la temperatura sea lo suficientemente cálida por la noche, y lo suficientemente fresca por el día. En este sentido, los cultivadores de interior tienen ventaja, ya que en el cuarto de cultivo es más fácil controlar el clima. Para ello pueden usarse ventiladores, aire acondicionado, calefactores y un higrómetro, que pueden incluso automatizarse con sensores y temporizadores.

En cambio, los cultivadores de exterior tienen menos control sobre el clima y están a merced de los elementos. Para evitar el exceso de calor, pueden poner mallas de sombreo sobre las plantas, o instalar ventiladores en los invernaderos.

3. EL ESPECTRO Y LA INTENSIDAD DE LA LUZ ES CRUCIAL

La luz probablemente sea el factor más importante para obtener unos cogollos densos. Las plantas necesitan luz para hacer la fotosíntesis, producir azúcares vitales y crecer. Pero no vale cualquier tipo de lámpara. Las plantas necesitan una luz con un espectro adecuado y una intensidad óptima, para producir flores gruesas y resinosas.

En exterior, las plantas crecen mejor si reciben sol directo la mayor parte del día. Lo ideal son 10-12 horas. Es recomendable cultivarlas en un lugar orientado al sur, para maximizar la exposición a la luz. Las plantas deberían espaciarse uniformemente, dejando suficiente espacio para que no se bloqueen la luz entre sí.

Los cultivadores de interior pueden escoger entre varios tipos de luces. Una de las mejores opciones son los LED. Son potentes, emiten poco calor, y te ahorran dinero en la factura de la luz. Pero si optas por unos LED de alta calidad, tienen un inconveniente: su precio de compra.

Los cultivadores deben intentar disponer de una intensidad lumínica de 1000W por metro cuadrado. Esta potencia es suficiente para optimizar el buen desarrollo de las plantas y producir unas flores densas. Las luces deben colocarse en un lugar adecuado. Si están demasiado lejos, se reducirá el ritmo de la fotosíntesis. Y si están demasiado cerca, las plantas pueden sufrir estrés térmico y reducir la densidad de los cogollos.

Si usas LED, colócalos a una distancia de 60cm por encima de tus plantas. Día tras día, puedes ir acercando ligeramente las luces. Pero si observas que empiezan a aparecer zonas blanqueadas en las plantas, sube las luces de 5 en 5cm hasta que desaparezcan los síntomas.

4. PODA Y ENTRENA LAS PLANTAS

Si las plantas se dejan crecer libremente, se desarrollan en vertical y producen una cola principal. Pero este patrón de crecimiento no es el mejor si quieres maximizar la cosecha y la densidad de las flores. Por suerte, existen varias técnicas para cambiar la forma de las plantas y aumentar la producción.

Técnicas como el entrenamiento de bajo estrés (LST) se usan para abrir la canopia y producir una mayor cantidad de colas principales. Este método implica atar el tallo principal al lateral de la maceta usando alambre de jardín; entonces, las ramas laterales empiezan a crecer verticalmente, convirtiéndose en tallos. Si esto se hace repetidamente, aumenta enormemente la exposición a la luz, la productividad y la calidad de las flores. También pueden usarse técnicas de entrenamiento de alto estrés, como el topping, para fomentar la ramificación y aumentar la densidad de los cogollos.

La poda también ayuda a moldear la planta y mejorar la cosecha y la calidad de las flores. Al eliminar algunas ramas y hojas seleccionadas, la planta centra su energía y recursos en producir flores.

5. NO APRESURES LA COSECHA

Sabemos que el momento de la cosecha es emocionante. Has pasado varios meses viendo como tus pequeñas plántulas se han convertido en unas bellezas cargadas de flores. Los cultivadores principiantes tienden a querer cortar los cogollos lo antes posible. Pero, aunque esto pueda ser tentador, es fundamental esperar al momento adecuado. Durante la floración los cogollos se desarrollan rápidamente y esperar unos días más puede mejorar la densidad de las flores. Para saber cuándo es el momento adecuado para la cosecha, debes fijarte en varios factores; para verlos, te será útil usar una lupa o microscopio de bolsillo.

Uno de estos factores es el color de los tricomas. Los tricomas son las pequeñas estructuras cristalinas que se encuentran sobre las flores y hojas de azúcar. A principios de la fase de floración, los tricomas son de color transparente. A medida que pasa el tiempo, adquieren un color blanquecino. Cuando la mayoría de tricomas tengan un color blanquecino, es hora de cosechar.

Los cultivadores también deben fijarse en los pistilos, las estructuras similares a pelos que crecen en las flores de cannabis. Inicialmente los pistilos son blancos, pero cuando maduran se vuelven de color naranja o marrón.

6. CONTROLA BIEN LA FERTILIZACIÓN

La marihuana necesita gran variedad de nutrientes para crecer adecuadamente. Esto incluye¡ macronutrientes (nitrógeno, fósforo y potasio) y micronutrientes como el zinc y manganeso. Si las plantas no reciben suficientes nutrientes, o no pueden acceder a ellos, empezarán a mostrar signos de deficiencia y la calidad de las flores se verá afectada. Pero aplicar demasiado fertilizante también puede dañar a las plantas y reducir la densidad de los cogollos.

Al aplicar un fertilizante, debes seguir la dosis recomendada para el producto. Pero, incluso en ese caso, deberías ser precavido: a principios de la fase vegetativa, aplica solamente el 50% de la dosis recomendada. El pH de la tierra debe ser ligeramente ácido para evitar deficiencias nutricionales. Incorporar microorganismos beneficiosos a la tierra, como los hongos micorrícicos, también ayuda a las plantas a acceder a los nutrientes necesarios.

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Luke Sumpter

Licenciado en Ciencias de la Salud, y un apasionado del cultivo de plantas, Luke Sumpter trabaja desde hace 7 años como periodista y escritor profesional en la transversalización de la marihuana y la ciencia.

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