¿Qué Es El Cultivo Forzado De Marihuana?

Todos queremos sacar el máximo partido a nuestras plantas de marihuana, y hay muchas formas de lograrlo, como con el sistema de cultivo forzado. Este proceso se utiliza para aumentar la producción y el rendimiento general de las plantas. Pero ¿cómo funciona? y ¿es adecuado para los cultivadores caseros? En este artículo vemos todo lo que debes saber sobre el cultivo forzado de marihuana.

¿Cómo funciona el cultivo forzado de marihuana?

¿En qué se basa la técnica de forzado del cultivo de cannabis? Básicamente, es un método que modifica las condiciones ambientales de un cultivo para provocar una determinada respuesta en las plantas. Esto incluye la regulación de factores como temperatura, humedad, iluminación, riego, fertilización, CO₂, etc. En respuesta a ciertas condiciones y formas de estrés, las plantas liberan hormonas que estimulan su desarrollo durante las etapas vegetativa y generativa.

Crecimiento vegetativo y crecimiento generativo

¿A qué nos referimos cuando decimos etapas “vegetativa” y “generativa”? El crecimiento vegetativo es la etapa que tiene lugar entre la fase de plántula y la floración de una planta, durante la cual desarrolla un tallo y ramas fuerte, y muchas hojas en abanico. Y el crecimiento generativo es cuando la planta concentra toda su energía en producir cogollos. Las plantas de marihuana autoflorecientes pasan automáticamente de la fase vegetativa a la generativa sin ninguna influencia externa. En cambio, las variedades fotoperiódicas requieren de un cambio en el ciclo de luz para empezar a florecer.

¿En qué se diferencia el cultivo forzado del entrenamiento?

Modificar el entorno en el que crece una planta y utilizar distintos métodos para maximizar sus cosechas no es algo nuevo, ya que los cultivadores llevan mucho tiempo aplicando técnicas de entrenamiento de bajo y alto estrés. Sin embargo, existen diferencias claves entre el cultivo forzado y el entrenamiento de las plantas.

Técnica

Podría decirse que el cultivo forzado tiene muchas más facetas en comparación con las técnicas de entrenamiento, pero ambos métodos son muy apreciados en el mundo del cultivo de marihuana. El entrenamiento del cannabis a menudo consiste en dañar o eliminar partes de una planta, o en doblar sus ramas, con el objetivo de causar un estrés físico que resulte en una mayor producción. Sin embargo, el forzamiento de cultivos es un poco más flexible y menos agresivo para las plantas.

Como ya hemos mencionado, esto se consigue modificando el clima (humedad, iluminación y temperatura) y/o influyendo en los factores relacionados con el riego y la fertilización (como el contenido de agua del sustrato, nivel de sequedad y conductividad eléctrica).

Momento oportuno

Como muchas cosas en la vida, el momento oportuno es sumamente importante tanto para el cultivo forzado como para el entrenamiento. Dado el exceso de estrés, y a veces daños físicos que se producen al doblar, cortar y quebrar las ramas, algunos cultivadores cometen el error de entrenar sus plantas demasiado pronto, antes de que puedan tolerarlo; lo que puede resultar en un daño irreparable. Es cierto que hay muchos métodos de entrenamiento diferentes, pero en cualquier caso, esperar hasta que la planta haya entrado en la fase vegetativa, y tenga alrededor de 5-6 nudos, es fundamental para aplicar técnicas de entrenamiento de bajo y alto estrés.

La técnica del cultivo forzado es ligeramente distinta, ya que se puede aplicar durante las etapas tanto vegetativa como generativa. Al modificar los factores relacionados con el clima y el riego, habrá muchas menos probabilidades de causar un daño extremo a tus plantas (siempre que lo hagas bien). Dicho esto, al igual que con el entrenamiento, en general se debe esperar hasta que la planta desarrolle 5-6 nudos antes de aplicar cualquier método de forzado del cultivo.

Resultados

Lógicamente, los resultados son el factor determinante a la hora de usar métodos de cultivo como el forzado y el entrenamiento. Todos queremos que nuestras plantas se desarrollen sin problemas durante todo su ciclo de vida y que produzcan una gran cantidad de cogollos sanos, sabrosos y voluminosos. Si no, ¿para qué esforzarnos?

Aunque la genética de la planta influye en gran medida en la producción final, tanto el forzamiento como el entrenamiento tienen el potencial de impulsar la productividad al máximo, aunque a través de diferentes medios. Con el entrenamiento, la ruptura, el corte y la manipulación de las ramas suelen causar una mayor producción de colas principales, o ayudan a maximizar la energía luminosa que reciben todos los puntos de floración. Con el cultivo forzado, al modificar todos los factores de las etapas vegetativa y generativa, las plantas producen cosechas sustanciales.

Cómo cultivar marihuana con el sistema de cultivo forzado

¿Cómo se aplica el cultivo forzado al cannabis? ¿Se necesita mucho terreno o una plantación de tamaño industrial? Afortunadamente, no.

En última instancia, el cultivo forzado comienza en el momento en que eliges una variedad. De hecho, la elección de la genética desempeña un papel importante en la forma en que las plantas responden a esta técnica. Por lo tanto, deberás elegir una variedad que sea conocida por su robustez y tolerancia. Otros factores, como el futuro perfil terpenoide y el contenido de THC, son una cuestión de preferencia, así que simplemente busca la planta que más te convenga.

Como ya hemos dicho, el proceso del cultivo forzado se puede dividir en dos etapas: vegetativa y generativa. Veamos qué implica cada una.

Etapa vegetativa

La etapa vegetativa del ciclo de cultivo del cannabis es la que sienta las bases para el consiguiente desarrollo de la planta. Una gran abundancia de hojas y ramas, y un tallo fuerte, optimizan la fotosíntesis y se traducen en más cogollos en el momento de la cosecha.

Iluminación

La iluminación es muy importante en el forzado del cultivo de marihuana. Durante la etapa vegetativa, el objetivo es proporcionar a las plantas una luz de baja intensidad que imite las condiciones de la primavera. Las plantas en fase vegetativa prefieren la luz azul, a la que responden con un crecimiento robusto. Esto se puede conseguir utilizando lámparas de halogenuros metálicos (que son más adecuadas para la etapa de crecimiento vegetativo) o luces LED de espectro completo con un ajuste para la fase vegetativa. La intensidad general de la luz se puede regular con ayuda de un sensor que te avisa de cualquier problema.

Temperatura y humedad

Estos dos factores deben controlarse con precisión durante la etapa vegetativa, independientemente de si vas a aplicar el cultivo forzado. La temperatura ideal para este método es de unos 25-31°C, y la humedad del 65-80%. Esto proporcionará el ambiente perfecto para que las plantas se desarrollen durante la fase vegetativa. Sin embargo, no debe dejarse al azar; la humedad y la temperatura se pueden optimizar controlando el déficit de presión de vapor, también conocido como VPD. A medida que el VPD vaya aumentando, la planta necesitará absorber más agua a través de sus raíces. Lo ideal sería conseguir un VPD de aproximadamente 0,8-1,1kPa (Esto se puede regular con un controlador de humedad).

Fertilizantes y riego

Para que las plantas en fase vegetativa desarrollen una gran cantidad de hojas y cogollos, deberán recibir suficiente abono. Lógicamente, esto debe hacerse con una regulación muy estricta, ya que una cantidad demasiado alta podría tener efectos perjudiciales. Un medidor de EC ayuda a optimizar los nutrientes para esta etapa, garantizando una salud robusta de las plantas. La conductividad eléctrica (EC) mide la capacidad del agua para transmitir una carga eléctrica, que dependerá de la cantidad de nutrientes que haya en los fertilizantes. Durante la etapa vegetativa, el nivel de la EC deberá ser de unos 2-4dS/m.

Del mismo modo, el riego también debe controlarse cuidadosamente. Procura empapar 1-3% del volumen del sustrato cada vez que riegues. Deja que se seque entre un 10 y un 15% antes de volver a regar. En general, el contenido de agua del sustrato deberá ser del 55-70%. Esto se puede medir fácilmente con un medidor de humedad.

Fase de floración

Después de optimizar las condiciones ambientales de la etapa vegetativa, hay que continuar con el proceso del cultivo forzado. La floración, también conocida como etapa generativa, es un momento decisivo para la cosecha final. En esta etapa, se aumenta el estrés con la esperanza de promover el desarrollo de un gran número de cogollos de calidad. Vamos a ver en qué consiste.

Iluminación

Aunque las plantas de cannabis en fase vegetativa necesitan luz azul y una intensidad lumínica baja, durante la floración prefieren una iluminación de mayor intensidad y de espectro rojo. Esto imitará el ambiente cálido del verano, e indicará a la planta que debe empezar a generar cogollos. Durante esta etapa, las luces HPS o los LED con un ajuste para la floración son ideales. Una vez más, la intensidad de la luz se puede controlar con ayuda de un sensor especial. Lógicamente, las plantas también se pueden quemar con estas luces, así que ten cuidado y no deshagas los avances conseguidos.

Temperatura y humedad

Como ya hemos dicho, el objetivo del cultivo forzado durante la floración es causar cierto grado de estrés. En lo que respecta a la temperatura, esto se puede lograr reduciéndola a unos 15-25°C. Puede que no parezca una diferencia enorme respecto a la fase vegetativa, pero hará que la planta responda de manera diferente y empiece a producir cogollos.

La humedad deberá ser de alrededor del 40-70%, con un VPD de 1-1-1,5kPa. Durante las primeras semanas de floración, puede estar en el extremo superior de ese rango (60-70%). Pero cuando la densidad de los cogollos empiece a aumentar, habrá que reducirla al 40-50%.

Fertilizantes y riego

Durante la floración, se debe que regar con menos frecuencia, pero empapar más el sustrato con cada aplicación. Riega un 4-8% del volumen del sustrato. El contenido total de agua del suelo deberá ser del 25-70%. En otras palabras, deja que se seque un poco más entre riegos. En lo que respecta al abono, trata de conseguir una EC de alrededor de 5-12dS/m.

Control y ajustes

El cultivo forzado no es una ciencia exacta, por lo que la experiencia de cada cultivador será diferente. Para esta técnica se necesita buen ojo y mucha paciencia. Poder controlar las plantas y realizar ajustes sobre la marcha es fundamental para conseguir una producción máxima. Como ya hemos visto a lo largo del artículo, existen muchas herramientas para conocer el estado de tus plantas. Así que, vigílalas tanto en la fase vegetativa como durante la floración.

¿Cómo sabes si el cultivo forzado está funcionando?

¿Cómo puedes saber si estás aplicando bien la técnica del cultivo forzado? Pues haciendo un seguimiento del progreso de tus plantas. Pero ¿en qué debes fijarte? Aquí tienes unas características que te darán una pista sobre el progreso del forzado de tu cultivo:

• Altura de la planta
• Diámetro del tallo
• Desarrollo de las raíces
• Distancia internodal
• Color del tallo y de las hojas
• Tricomas
• Tamaño de los cogollos

Estos factores son los indicadores más importantes de que el cultivo forzado está funcionando. No estamos diciendo que tengas que observar tus plantas todo el tiempo, sino que te asegures de examinarlas a menudo y de apuntar cualquier cambio en esos parámetros. A medida que te vayas familiarizando con el cultivo forzado de marihuana, comprobarás que los resultados hablan por sí mismos.

¿Durante cuánto tiempo se puede forzar un cultivo de cannabis?

Dado que la fase vegetativa de la marihuana suele durar unas 4-8 semanas (y a veces más) y la floración 6-12 semanas, no hay un marco de tiempo exacto para aplicar esta técnica. En realidad se trata de supervisar y realizar ajustes hasta que las plantas estén listas para cosechar. En general, se tarda unos 4-8 meses en cultivar por completo una planta de cannabis, así que prepárate para lidiar con una fase de crecimiento prolongado, en caso necesario.

Cultivo forzado: Una técnica avanzada para maximizar el potencial de las plantas

Como probablemente te habrás dado cuenta, no existe un enfoque único para el cultivo forzado de marihuana, y se necesita mucho tiempo, paciencia y pequeños ajustes. Aunque es posible que no sea apropiado para novatos, sin duda es una práctica a la que puede aspirar todo aficionado al cultivo de cannabis. Pero todos debemos empezar por algún sitio, así que no te desanimes si te resulta complicada. Como se suele decir, “quien no se arriesga no gana”; así que, ¿por qué privarte de unas impresionantes cosechas de cogollos aromáticos y potentes que seguramente no conseguirías con otros métodos de cultivo más “convencionales”?

Pero ¿por dónde empiezas? Eso es fácil. Visita la tienda de Zamnesia y elige entre las variedades más robustas y adecuadas para el cultivo forzado. También ofrecemos una amplia gama de accesorios y productos ideales para esta técnica.

Adam Parsons

El periodista del cannabis, redactor y autor profesional Adam Parsons forma parte del equipo de Zamnesia desde hace tiempo. Adam escribe sobre una gran variedad de temas, desde el CBD hasta los psicodélicos, crea artículos para blogs y guías, y analiza una amplia gama de productos en constante aumento.

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