Cultura Del Cannabis En Jamaica
Jamaica tiene el clima perfecto para cultivar marihuana. No es de extrañar que esta planta sea tan popular. Pero, ¿alguna vez te has preguntado cómo ha evolucionado la cultura de la hierba en Jamaica? Aquí tienes todo lo que hay que saber, desde sus iconos rastas y reggae hasta la situación jurídica de la ganja.
CÓMO LLEGÓ EL CANNABIS A LA ISLA
La cultura jamaicana y la de la marihuana están entrecruzadas como en ninguna otra parte. Acompáñanos en un viaje a través del tiempo para descubrir el verdadero origen de la cultura del cannabis en Jamaica. Enciende un canuto o un bong, o lo que te apetezca, porque es hora de ponerse rasta.
Al igual que la mayoría de las antiguas colonias del Imperio Británico, la historia de esta isla está dominada por el genocidio, la opresión y la esclavitud. La llegada del cannabis en Jamaica no fue ni mucho menos orquestada por el Imperio; fue introducida por los sirvientes indios a mitad del siglo XIX.
En 1810, los británicos abolieron la esclavitud, tras al menos 200 años en el negocio del tráfico humano, aunque muchos historiadores irlandeses afirman que fueron 700 años. Hasta 1838, los esclavos de África occidental eran enviados a Jamaica para trabajar en las plantaciones de azúcar, hasta que una insurrección obligó al imperio a otorgarles la emancipación.
Los propietarios de las plantaciones ya no poseían mano de obra ilimitada, y se tuvieron que enfrentar a una crisis laboral. Los imperialistas tenían un problema que fue reemplazado por algo apenas mejor. Durante el período de 1845-1917, unos 40.000 sirvientes indios fueron enviados a Jamaica para que trabajaran las tierras. Lo único que tenían para hacer su carga más llevadera era hachís, y fueron estas pobres gentes las que plantaron las primeras semillas de marihuana en suelo jamaicano.
ETIMOLOGÍA DEL CANNABIS
En realidad, el término "ganja" (término que usan los rastafaris para llamar a la marihuana) se deriva del sánscrito. Los hindúes llevaron al Caribe las semillas de cannabis y el nombre de la planta.
La fusión de las culturas india y africana dio lugar a la cultura jamaicana del ganja, y la popularidad de la marihuana entre las clases bajas pronto se usó contra los nativos por parte de la clase imperialista.
La Ley del Opio de 1913 incluye disposiciones específicas que prohíben totalmente la marihuana. Fue una legislación destructiva que tenía como objetivo a los jamaicanos pobres que fumaban hierba, y la sanción por posesión era "una multa no superior a las cien libras y, en caso de incapacidad de pago, una pena de prisión con o sin trabajos forzados", cantidad que equivale a unos 12.000 euros actuales.
Huelga decir que numerosos negros jamaiquinos fueron encarcelados y se vieron obligados a picar piedra.
A pesar de esta penalización, en 1948 el gobierno tuvo que enfrentarse a la aparición de un movimiento religioso con una gran afinidad por la marihuana, y como respuesta redactó la Ley sobre Drogas Peligrosas de 1948.
Esta ley de lucha de clases permitía a los tribunales encarcerlar de forma legal a los fumadores de cannabis y/o despojarles de todos sus bienes.
Según la abominable sección sobre la ganja, un delincuente "condenado ante un Tribunal de Circuito, será multado con no menos de quinientos dólares por cada onza de marihuana o encarcelado por un período que no exceda los treinta y cinco años, o ambas penas de multa y prisión".
CULTURA RASTAFARI
Pero esto no detuvo a la gente, y la marihuana se arraigó aún más en la cultura jamaicana. El origen de la cultura rastafari de Jamaica se remontan a la década de los años 30, y no es solamente una religión, también es un movimiento.
Sin duda, el propio Marcus Garvey, jamaiquino de nacimiento, y el movimiento Black Power, tuvieron gran influencia en este movimiento, pero el líder de los rasta era su "Rey de Reyes, Señor de Señores, León Conquistador de la Tribu de Judá", el Emperador Haile Selassie I de Etiopía, quien reinó durante el período de 1930-1974, hasta su muerte.
Antes de subir al trono en 1930, su título era Ras (Rey) Tafari, y "el más insigne" sigue siendo venerado como la figura de Cristo encarnado en la cultura rasta de la actualidad.
El libro sagrado de los rasta también es la Biblia, aunque la consideran corrupta, y Zion (Etiopía) es su "tierra prometida". La sociedad occidental materialista es rechazada y se conoce como "Babilonia".
De forma parecida a Cristo, su emperador era también el líder de un híbrido de religión monoteísta y movimiento político radical. La unidad panafricana y la toma de conciencia eran sus principales objetivos, y esto es lo que en realidad temía el gobierno de Jamaica.
La cultura rastafari es mucho más que rastas y marihuana. Los rasta han desarrollado su propio idioma de acuerdo con su filosofía, y reconocen el poder de las palabras. Un rasta no alimenta las fuerzas negativas con su vocabulario.
El rastafari no utiliza palabras como "understand" (bajo entendimiento) o "undertake" (bajo emprendimiento); un rasta inspira positivismo eliminando el "under" y usando "overstand" (sobre entendimiento) y "overtake" (sobre emprendimiento).
Añadir "I" delante de las palabras también es típico de la jerga rasta, que les otorga así un nuevo significado, como en el caso de "inana" por "banana". La "I" representa a Jah (Dios), y su adición a las palabras aporta una conexión divina con un poder superior.
La marihuana es un sacramento para los rastafaris - incluso pasar la hierba sagrada en cierta dirección tiene significado para ellos. Una sesión de "razonamiento" es un grupo terapéutico de ganja y comunión con Jah.
Pasar la hierba en el sentido de las agujas del reloj se suele asociar con el debate de dilemas morales, mientras que hacerlo en sentido contrario se reserva para hablar de la guerra.
La marihuana también desempeña un papel importante en las celebraciones rasta. Un "binghi" o "grounation" es un día sagrado y una celebración. El consumo de marihuana se acompaña de una mezcla de canciones, bailes y oración.
BOB MARLEY
Bob Marley se convirtió en una leyenda en vida; fue esa extraña mezcla de artista y defensor que se da una vez por generación. De origen humilde, nacido en 1945, pasó su infancia en Nine Mile y su adolescencia en Trenchtown, y acabó convirtiéndose en un icono cultural.
Fue en Trenchtown en la década de los sesenta cuando Bob Marley, Bunny Wailer y Peter Tosh crearon el sonido reggae y formaron una banda. Bob era católico, pero se convirtió al rastafarianismo en 1966.
Fue un momento decisivo en la vida de Bob; había nacido la hermosa simetría entre música y marihuana que le catapultó al estrellato.
La influencia de esta leyenda sigue vigente en el siglo XXI.
El día que Bob habría cumplido 70 años, el 26 de febrero del 2015, se despenalizó la ganja en Jamaica, y en un justo homenaje, se legalizó su consumo medicinal y religioso.
Y ya que estamos hablando de legalización, mezclémosla con una curiosidad. ¿Sabías que la famosa canción de Bob Marley "Legalize it" es en realidad una sesión jam que hizo Peter Tosh en 1979, unos cinco años después de que The Wailers se separaran? Pues así es, y nosotros tampoco lo sabíamos.
NUEVAS LEYES
Tras la aprobación de la Ley (reformada) sobre Drogas Peligrosas del 2015, el 29 de abril de ese mismo año se celebró una ceremonia histórica en la Universidad de las Indias Occidentales. Por primera vez en la historia de Jamaica, se plantó de forma legal una planta de marihuana.
No es muy probable que esta nueva legislación afecte sobremanera al consumo medio de marihuana en la isla, ni que conduzca a un aumento a gran escala de nuevos fumadores de ganja.
Más bien, es el primer paso hacia un próspero mercado legal de cannabis, y aunque los tratados internacionales siguen bloqueando el camino de un comercio global, la industria del país podrá progresar.
El turismo es un gran contribuyente a la economía de Jamaica, y ya hay un nuevo auge en alojamientos y vacaciones enfocadas al consumo de marihuana.
El concepto de "Bud & Breakfast" (cogollo y desayuno) ya es muy popular entre los turistas estadounidenses. Jamaica está al borde de una revolución verde que tiene el potencial de hacer de esta pequeña nación isleña un protagonista destacado en el futuro mercado internacional de cannabis.