Microdosificar Ketamina: Todo Lo Que Necesitas Saber

Debido a sus efectos disociativos casi únicos, la ketamina ha sido objeto de numerosos experimentos. Al igual que otras drogas, la ketamina tiene varios usos distintos: como anestésico, como sustancia recreativa y como fármaco terapéutico novedoso.

Puede que muchos estéis interesados en saber más sobre la ketamina, e incluso puede que muchos ya la hayáis probado. Más que cualquier otra droga, la ketamina está pasando de ser denostada a ser venerada. ¿Por qué está generando tanto interés?

El aumento de la popularidad de la ketamina está relacionado con el auge de las microdosis. ¿Qué ocurre si consumes una microdosis de ketamina? En este artículo analizaremos este asunto. Sin embargo, antes de que sigamos adelante, debemos reconocer que tanto la investigación sobre la ketamina como sobre la microdosificación están todavía dando sus primeros pasos. Y como la investigación sobre la microdosificación de ketamina todavía está en sus inicios, nada de lo que leas a continuación debe tomarse como un hecho probado.

¿Qué es la ketamina?

La ketamina se ha utilizado habitualmente como tranquilizante para animales. De hecho, es muy posible que hayas oído hablar de ella como tranquilizante para caballos. En la década de 1970, empezó también a utilizarse para sedar a seres humanos. Sus usos van desde la anestesia parcial para el alivio del dolor extremo hasta la sedación total.

Desde el punto de vista farmacológico, se trata de un anestésico disociativo. Esto significa que induce estados de anestesia similares al trance, en los que la persona que la experimenta puede tener experiencias extracorpóreas, en lugar de simplemente caer inconsciente.

La ketamina suele presentarse en forma líquida o de polvo blanco. La ketamina líquida puede inyectarse o "cocinarse" para producir ketamina en polvo, mientras que la segunda se suele esnifar.

¿Cuáles son los efectos de la ketamina?

Como ya hemos mencionado, la ketamina se considera un anestésico disociativo. En dosis elevadas, vuelve inconsciente a su consumidor o paciente. Sin embargo, no está claro si las personas siguen teniendo alguna experiencia incluso con las dosis más altas. Existen conjeturas de que, aunque las personas no sean capaces de recordar lo que les ocurre con dosis anestésicas, siguen experimentando algo.

En dosis más bajas, la ketamina puede utilizarse para aliviar el dolor, especialmente en casos de traumatismo extremo. Y, más recientemente, la ketamina se viene utilizando para tratar casos de depresión que antes eran resistentes al tratamiento, y los resultados son muy prometedores.

A nivel recreativo, la gente consume ketamina por sus efectos psicodélicos y su capacidad para potenciar la estimulación sensorial y combinar bien con otras drogas. A nivel fenomenológico, puede producir interacciones peligrosas a nivel físico con otras drogas.

¿Por qué microdosificar ketamina?

Si bien en un entorno médico la ketamina rara vez se administra en dosis subperceptuales, algunas personas optan por microdosificar la ketamina. La microdosificación se traduce en que el consumidor no se siente colocado, pero con el tiempo podría notar efectos en su vida de forma sutil.

La investigación y la evidencia anecdótica sugieren que cuando se toma en pequeñas dosis, la ketamina tiene cierto potencial terapéutico. Un estudio en ratas observó que dosis bajas de ketamina ayudaban a mejorar la atención y la motivación en "ratas de bajo rendimiento" (Higgins, 2021).

Existen casos anecdóticos similares que afirman que, administrada regularmente en microdosis, la ketamina puede ayudar a aumentar la concentración y la creatividad.

No obstante, todavía no hay suficientes investigaciones sobre esta práctica. Otro estudio concluyó que no había pruebas que apoyaran la idea de que la microdosificación de ketamina tiene beneficios y que, en ratas de laboratorio, podía de hecho aumentar la sensación de ansiedad (Horsely 2018).

Cápsulas de gelatina

(117)

Ver

¿Cómo puedes microdosificar ketamina?

La microdosificación de ketamina es difícil. Además, el método de consumo determina la dosis. Por ejemplo, la ketamina esnifada tiene una biodisponibilidad mucho menor en comparación con la ketamina inyectada, lo que significa que la dosis debe ser mayor.

Los experimentos que se realizaron en sujetos humanos utilizaron dosis diarias de clorhidrato de ketamina oral (Irwin, 2013). Se administraron dosis de 0,5 mg/kg, considerada la cantidad estándar para microdosificación, durante 28 días. Los resultados muestran una "mejora significativa" en los síntomas depresivos de los participantes.

Sin embargo, la microdosificación de cualquier fármaco implica cierta experimentación individual. Puedes utilizar las cantidades anteriormente mencionadas como guía. Y recuerda que si puedes sentir los efectos, no estás microdosificando.

¿Qué efectos te puedes esperar?

En realidad, no deberías sentir ningún efecto de inmediato. Con el paso del tiempo, hay personas que afirman sentirse mejor o cuya creatividad, concentración, motivación, etc. han aumentado, pero no deberías notar ningún subidón perceptible.

Físicamente, las pupilas quizás se dilaten un poco y el ritmo cardíaco y la tensión arterial podrían aumentar. Al fin y al cabo, el objetivo de la microdosificación es que sea imperceptible.

¿Cuáles son los riesgos?

La ketamina es una droga muy peligrosa, especialmente si se compara con otros psicodélicos que se pueden consumir en forma de microdosis. En dosis más elevadas, tiene fuertes efectos disociativos que pueden hacer imposible manejarse incluso en las situaciones más sencillas.

Además, y a diferencia de otros psicodélicos, la ketamina puede provocar fuertes efectos físicos que podrían ser mortales, especialmente si se mezcla con drogas y alcohol.

También se trata de una droga con un alto potencial de adicción y abuso, por lo que consumirla de forma habitual podría ser potencialmente problemático. En dosis altas, se sabe que la ketamina puede causar fuertes adicciones. En dosis más bajas, incluidas las microdosis, no está claro hasta qué punto puede ser adictiva. Por tanto, deberías preguntarte, ¿estás dispuesto a correr el riesgo de averiguarlo?

El consumo de ketamina, ya sea de forma habitual u ocasional, conlleva riesgos significativos.

The Microdosing Guidebook

(8)

Ver

¿Deberías microdosificar ketamina?

No podemos aconsejarte que pruebes las microdosis de ketamina, ya que se sabe muy poco sobre sus efectos y su seguridad. Sin embargo, eso no quiere decir que no debas hacerlo, sino que si lo haces, debes tener mucho cuidado. Lo más importante es que te informes sobre la naturaleza adictiva de la ketamina y aprendas a dosificarla correctamente.

Si es posible, administra microdosis de ketamina con la ayuda de un profesional cualificado. Puede que te sorprenda saber que, al menos a nivel privado, la terapia con ketamina es ahora legal en muchos países, aunque no se publicite. Así que piénsatelo dos veces antes de hacerlo por tu cuenta.

Miguel Antonio Ordoñez

Licenciado en Comunicación de Masas, Miguel Ordoñez es un escritor con 13 años de experiencia, que cubre contenido relacionado con la marihuana desde 2017. La investigación continua y meticulosa, junto con su experiencia personal le ayudó a acumular conocimientos en profundidad sobre esta materia.

Leer biografía completa