Microdosificar Mescalina: Todo Lo Que Debes Saber
La microdosificación está de moda, y cada vez se está llevando a cabo con más sustancias. En este artículo analizamos la microdosificación de una droga con una larga historia de consumo: la mescalina.
En la actualidad, todo el mundo ha escuchado el término “microdosificación”. En determinadas comunidades, es muy habitual microdosificarse con LSD y psilocibina, pero no tanto con mescalina. En cualquier caso, la microdosificación de esta sustancia parece muy prometedora, y creemos que sería beneficioso compartir lo que sabemos.
En este artículo, vamos a ver cómo se microdosifica la mescalina.
Nota: existe muy poca información sobre la microdosificación de esta sustancia, así que todo lo siguiente proviene de testimonios y suposiciones sobre la microdosificación de otras drogas. Si decides seguir estos consejos, ten en cuenta que no se trata de un método exacto.
¿Qué es la mescalina?
La mescalina es un alcaloide psicotrópico producido por varios cactus que crecen de forma natural en América Central y del Sur, y de los cuales los más famosos son el peyote y el San Pedro. Aunque la forma más habitual de consumir mescalina es en su forma natural, también se puede tomar mescalina sintetizada, pero es más difícil de conseguir y suele ser muy cara.
Cultivar tu propia mescalina puede llevar mucho tiempo, dependiendo de la especie de cactus que elijas. El peyote, el cactus de mescalina más famoso y potente, puede tardar hasta una década en desarrollar suficientes “botones” de esa sustancia para disfrutar de un único viaje. Aunque esto no resulta muy atractivo para el psiconauta ocasional, el peyote tiene una larga historia de uso tradicional en las culturas centroamericanas.
Para quienes prefieran algo un poco más rápido, el San Pedro y la antorcha peruana se pueden cultivar en casa en mucho menos tiempo, y producen dosis de mescalina decentes en una sola temporada de cultivo. Otra alternativa sería comprar esquejes de estos cactus que ya estén listos para su consumo inmediato. Aunque la mescalina es una sustancia psicodélica ilegal en muchos países, el San Pedro y la antorcha peruana suelen ser fáciles de conseguir.
¿Por qué microdosificar la mescalina?
Cuando se habla de microdosis, la mayoría de la gente suele pensar en el LSD o la psilocibina. Aunque es menos habitual, la mescalina también se puede microdosificar con éxito. Saber cómo se dosifica esta sustancia puede ser complicado en comparación con otros psicodélicos, pero algunas personas afirman que produce unos efectos mucho mejores que otras drogas.
Los testimonios anecdóticos indican que la microdosificación con mescalina puede:
- Aumentar la concentración
- Potenciar la motivación para finalizar tareas pendientes
- Proporcionar energía duradera
- Mejorar los pensamientos positivos
¿Qué es exactamente una microdosis de mescalina?
Aunque existen pautas generales para la microdosificación, cada persona debe descubrir su propia microdosis ideal. Esto se debe a que, al ser tan pequeñas (ya lo dice su nombre), dejan muy poco margen para convertirse en dosis normales. Calcular una microdosis es todo un arte, dado que debe mejorar cómo te sientes y al mismo tiempo ser subperceptual. Es decir, tendrá que proporcionarte un ligero puntillo pero sin subidón, y bajo ningún concepto deberá hacerte alucinar.
Otro aspecto específico de la mescalina es el método de consumo. Generalmente, en la actualidad, la gente cuece los cactus de mescalina y se beben la solución. Esto es una forma excelente de tomar macrodosis, pero hace que sea prácticamente imposible calcular la dosis con precisión. Por lo tanto, se recomienda secar y triturar el cactus, y consumir el polvo resultante. De esta forma, se puede pesar, con lo que se consigue que la dosis sea mucho más exacta.
Así que, teniendo esto en cuenta, recomendamos tomar microdosis de aproximadamente 0,5 gramos de polvo seco. Una macrodosis es de alrededor de 20 gramos, por lo que una microdosis será más o menos el 2,5% de una dosis normal. Esto deja claro lo pequeñas que deben ser las microdosis.
Como veremos en el siguiente apartado, hay otros factores que determinan lo que puede ser una microdosis.
Diferentes tipos de mescalina
Como ya hemos dicho, existen distintos cactus de mescalina, y cada uno de ellos contiene diferentes niveles de esta sustancia, lo que dificulta su dosificación. Además, el contenido de mescalina no solo varía entre las distintas especies de cactus, sino también entre cada ejemplar.
El tiempo, el entorno de cultivo, el estrés y los nutrientes del suelo influyen en la potencia de los cactus de mescalina. Así que, salvo que ya tengas experiencia, no podrás conocer la potencia de tus cactus antes de probarlos.
La persona promedio que compra mescalina comercial, no puede hacer nada para remediar esto. El principal factor que se puede controlar es la especie. En general, el cactus San Pedro es fácil de encontrar, así como la información sobre su consumo. Por lo tanto, si quieres hacerte una idea de lo que te espera, elige el San Pedro.
Una macrodosis “normal” suele ser de entre 25 y 30cm de cactus. Si secas y mueles esta cantidad, sabrás que contiene (aproximadamente) 20 gramos de mescalina.
Cómo microdosificar la mescalina
Dicho todo lo anterior, a continuación vamos a proporcionarte un cálculo muy aproximado para la microdosificación de varias especies de cactus de mescalina, con el fin de que tengas toda la información que necesitas. Pero ten en cuenta que las siguientes cifras no son exactas, por lo que tendrás que experimentar tú mismo/a con ellas, para encontrar tu dosis ideal.
- Peyote: 0,25-1 gramo
- San Pedro: 0,5-1 gramo
- Antorcha peruana: 2,5-10 gramos
- Mescalina pura: 5-40 miligramos
A la hora de microdosificarte, empieza con la cantidad más baja y ve aumentándola. Esta medida no tiene que ver tanto con la seguridad como con la funcionalidad. Si puedes sentir los efectos, en dosis bajas suelen causar principalmente incomodidad y distracción, lo cual es contraproducente. La clave de la microdosificación está en encontrar la cantidad mínima que puedes tomar para conseguir el resultado que buscas, no la máxima.
En lo que respecta a la frecuencia de consumo, no existe un consenso. Lo más habitual es tomar una microdosis cada tres días. Algunas personas se microdosifican todos los días, mientras que otras solo lo hacen de forma ocasional, cuando les apetece. El motivo de hacerlo una vez cada tres días es para prevenir el desarrollo de una tolerancia fuerte, y para darle un descanso a la mente y el cuerpo.
¿Qué efectos produce la microdosificación con mescalina?
Cuando se toma la dosis adecuada, los testimonios indican que se pueden experimentar los siguientes efectos:
- Mayor creatividad
- Estados de flujo
- Mejor estado de ánimo
- Más empatía
- Autoconciencia y discernimiento
- Capacidad para crear y romper hábitos cognitivos
Si la dosis es demasiado alta, sentirás una ligera incomodidad. No es muy probable que experimentes un mal viaje; lo más seguro es que sientas nerviosismo y tengas dificultades para concentrarte; es decir, ¡todo lo contrario de lo que buscas!
¿Qué efectos secundarios tiene la microdosificación con mescalina?
La microdosificación produce muy pocos efectos secundarios, siempre que la dosis sea lo suficientemente baja. Sin embargo, apenas existen estudios sobre la microdosificación con mescalina, así que es difícil conocer sus efectos secundarios cuando se realiza a largo plazo.
El principal efecto secundario que hay que tener en cuenta es el aumento de energía. Aunque es algo positivo, puede dificultar el sueño. Para evitar esto, toma tu dosis pronto por la mañana, con el fin de que tu cuerpo tenga tiempo de eliminarla antes de acostarte.
Microdosificación de mescalina: ¿Deberías probarla?
La microdosificación, en general, es una especie de experimento, ya que hay muy pocas pruebas sólidas en relación a los efectos que puede producir y a la mejor manera de llevarla a cabo. Esto es especialmente cierto en el caso de la mescalina. La psilocibina y el LSD son dos sustancias (relativamente) habituales en lo que respecta a la microdosificación, y hay mucha información disponible sobre ellas. Pero eso no ocurre con la mescalina.
Así que, si te apetece probar la mescalina, ten en cuenta que vas a ser una especie de conejillo de indias, preparando un futuro mejor para todos. Por eso, te aconsejamos ir con cuidado, escuchar a tu mente y tu cuerpo, ¡y no hacer ninguna tontería!
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