Pintando con ácido: ¿cómo pueden los alucinógenos inspirar la creatividad?
Entre finales de los 50 y principios de los 60, los psicodélicos, sobre todo el ácido y los hongos, ganaron popularidad al ser fácilmente accesibles. Desde entonces, se ha investigado mucho en torno a la idea de que los alucinógenos influyen en el funcionamiento interno de nuestro cerebro y facilitan la creatividad.
¿Conducen realmente los alucinógenos a un estado mental alterado en donde la creatividad fluye libremente como el agua a través de un río desbocado?
Algunos estudios demuestran que el ácido puede hacer maravillas a la hora de mejorar el rendimiento cognitivo, reducir inhibiciones y guiarnos hacia mayores cuotas de autorrealización.
INVESTIGACIÓN SOBRE ALUCINÓGENOS Y CREATIVIDAD
Durante un estudio liderado por James Fadiman y Willis Harman en el San Francisco State College, se analizó la evolución de más de dos docenas de artistas tras haber ingerido alucinógenos. Todos los sujetos, 27, recibieron LSD o peyote y se les pidió completar un taller de creatividad y solución de problemas. A continuación se muestra con sus propias palabras, cómo los alucinógenos afectaron a los participantes:
“No sentía miedo, ni preocupación, ni sentido de la reputación…,” “...una menor sensación de miedo personal...” y “...las barreras normales en el camino del proceso parecían ausentes...”
LA VISIÓN GENERAL
Todos los participantes declararon una mejoría general en su funcionamiento, incluyendo una creatividad más refinada y la capacidad de observar los problemas desde una perspectiva diferente. Bajo la influencia del LSD, para los artistas era más fácil tener una visión general sobre las cosas.
Un participante señalaba que “podía manejar dos o tres ideas al mismo tiempo y realizar un seguimiento de cada una por separado”, mientras que otro afirmaba que “gracias a las sustancias psicodélicas, pude examinar el mismo problema de una forma mucho más básica, debido a que podía tener en cuenta una visión mucho más amplia y darle forma.”
También se observó un mayor sentido de coherencia entre los artistas. “Para mantener el flujo de ideas, comencé a trabajar incansablemente”.
Por definición, los alucinógenos intensifican las fantasías, la imaginación visual y el sentido auditivo, conduciendo a profundas conexiones con estímulos externos. Un participante declaró “...mis sentidos no podían mantener el ritmo de las imágenes” y “me impresionó mucho la facilidad con la que aparecían las ideas… hacer, inventar, crear y jugar, fue pura diversión.”
Bajo la influencia de los psicodélicos, el subconsciente se convierte en tu estado mental activo, haciendo tangible tu imaginación.
Un viaje psicodélico puede ser lúcido, sustancial y francamente inspirador. Como se indicó en el estudio, “los sujetos fueron capaces de mover partes imaginarias relacionadas entre sí, permitiendo a las fantasías desencadenar ideas con el fin de encontrar soluciones a sus problemas”. Y según un participante en el estudio: “para llegar a lo que pareció llegar con tanta facilidad durante la sesión, hubieran sido necesarias grandes dosis de esfuerzo y devanarse los sesos”.
¿INCREMENTAN LOS ALUCINÓGENOS LA CREATIVIDAD?
Volviendo a la pregunta original... ¿hacen los alucinógenos que el consumidor se vuelva más creativo? No exactamente. La creatividad se manifiesta de una forma más importante en los artistas. Además, la aptitud técnica artística requiere de horas y horas de práctica constante.
Sin embargo, las experiencias psicodélicas pueden fomentar la creatividad que ya está ahí, permitiendo al individuo alcanzar el máximo potencial de sus habilidades. Afortunadamente, la creatividad no se disipa cuando el viaje ha terminado. Una vez finalizado el experimento, los participantes en el estudio afirmaron que, después de la experiencia psicodélica, las influencias creativas duraron meses e incluso años. Al igual que viajar expone al turista a culturas e ideas únicas, los alucinógenos permiten a la persona conectar con ideas nuevas y conceptos de realidad abstracta.
NIVELES DE VIAJE
Un estudio de 1968 de Masters and Houston organizó en cuatro categorías los diferentes niveles de un viaje ácido: sensorial, recolectivo-analítico, simbólico e integral.
El nivel sensorial comienza con mejoras en la visión básica, el tacto y el oído, que finalmente evolucionan a lo que comúnmente se conoce como sinestesia o “detección cruzada”. Un ejemplo de este fenómeno ocurre cuando “oyes” colores y “saboreas” sonidos. A continuación se encuentra el estado recolectivo-analítico, en donde se produce la mayor parte de la autorrealización.
El recuerdo es el sentimiento de mayor capacidad mental y psicológica, en donde se comienzan a analizar las cosas desde un punto de vista completamente nuevo. El tercero, es el sentimiento simbólico. Aquí los artistas atribuyen un significado simbólico a sus alucinaciones y pensamientos, culminando en numerosas cuestiones que influencian profundos efectos emotivos.
Estas sensaciones dan paso a la fase integral, en donde lo ordinario se vuelve extraordinario y lo mundano de repente es estimulante. Aquí, nuestra visión se compone de una combinación de estímulos externos e información almacenada, fundiéndose y transformándose a la vez, para crear una experiencia imposible de replicar. Es un viaje que no siempre se puede describir y que a menudo ni siquiera se entiende. Sin embargo, durante la experiencia, se siente como si nunca hubieses sido más consciente en tu vida.
ARTISTAS PUESTOS DE ÁCIDO
A partir de mediados de los 50, el psiquiatra nacido en Estados Unidos, Oscar Janiger, estudió los efectos del LSD en artistas profesionales y continuó sus investigaciones durante más de una década. Uno de sus experimentos más notables fue archivado por Andew Sewell, un ex profesor de psiquiatría de la Universidad de Yale. El propósito del estudio fue determinar qué le sucede a un artista bajo la influencia de sustancias alucinógenas. Después de cada dibujo, el artista explicó qué sentía sobre su trabajo. A continuación se muestra una cita de él, con las observaciones adicionales de un médico asistente.
“85 minutos después de la primera dosis, el artista dice, ‘Te puedo ver perfectamente. Tengo un pequeño problema controlando el lápiz’. 2 horas y 35 minutos más tarde, el paciente rápidamente completa otro dibujo. ‘Voy a hacer un dibujo sin levantar el lápiz… sin parar… ¡una línea continua!’ Después de otros 10 minutos se agita y afirma, ‘Estoy… todo está… cambiado… están llamando… tu cara… entretejida… que es...’ En medio de su dibujo cambia de carboncillo a pintura al temple. Tras 4 horas y 25 minutos, después de tomar un descanso, el sujeto cambia a lápiz y acuarela. ‘Este será el mejor dibujo, como el primero, sólo que mejor.´”
Un trabajo más reciente de un artista puesto de ácido, revela el poder transformador de las sustancias psicodélicas.
LOS PSICODÉLICOS EN LA CIENCIA
Vale la pena mencionar que además de aumentar la creatividad en artistas, los psicodélicos también contribuyen a descubrimientos innovadores realizados por científicos brillantes. Entre ellos están los ganadores del Premio Nobel, Francis Crick y Kary Mullis. Al parecer, Crick consumía pequeñas dosis cuando descubrió la estructura de doble hélice de la molécula de ADN. Se cree que el consumo de LSD estuvo detrás del éxito de Mullis, que inventó el método de la reacción en cadena de la polimerasa (PCR por sus siglas en inglés).
Desafortunadamente, desde 1965 no han existido estudios sustanciales sobre los efectos de los psicodélicos sobre la creatividad. A pesar de ello, hay incontables artistas, escritores, cineastas, músicos e incluso científicos y académicos, que atribuyen parte de su inspiración y éxito a las sustancias alucinógenas.
MÁS OPCIONES
El ácido no es el único alucinógeno inspirador.
Para los artistas que trabajan buscando conseguir un buen subidón psicodélico con un extra de energía añadida, consulta Trip-e, un alucinógeno legal que alienta la productividad y creatividad. El Trip-E se compone principalmente de rosa lisérgica (Hawaiian baby woodrose) y contiene los ingredientes activos amida de ácido D-lisérgico y compuestos afines.
Las trufas mágicas y las setas mágicas representan otra de las maneras infalibles de inspirar el éxito artístico con la aparición de visiones psicodélicas y el aumento de la capacidad cognitiva. Zamnesia ofrece Trip-E, trufas mágicas y kits de cultivo de setas mágicas ¡para satisfacer a nuestros psiconautas más creativos!
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