¿Qué Es Un “Colocón Por Contagio” Y Cómo Se Produce?

Hay cierta confusión en cuanto a lo que realmente es un “colocón por contagio” o “contact high” en inglés.

Esta frase se refiere a una extraña condición psicológica en la que personas sobrias afirman sentirse afectadas, a pesar de no haber ingerido sustancia psicoactiva alguna. Esta sensación se define por cambios en el comportamiento después de haber socializado con aquellos bajo la influencia del alcohol y las drogas. La frase hace referencia la supuesta “transferencia” del estado de intoxicación al individuo sobrio.

En otras palabras, los “contact high” son más psicológicos que fisiológicos.

Por ejemplo, alguien que no está puesto de LSD podría encontrarse influenciado por el comportamiento de un compañero que ha consumido ácido. En este sentido, el subidón del otro tiene el potencial de inducir una especie de efecto placebo en el individuo sobrio.

De hecho, algunos individuos incluso hablan de “colocones por contagio” al verse influenciados por experiencias similares a un “viaje” por el simple hecho de estar cerca de amigos puestos de LSD. Incluso pueden comenzar a sentir pseudo-alucinaciones o risa compulsiva en situaciones de otro modo cotidianas.

Este ejemplo también se observa frecuentemente cuando se administra un placebo a alguien que de todos modos afirma sentir los efectos de una droga. Esto por supuesto, sucede en entornos médicos y de investigación, pero también en eventos relacionados con el uso de drogas ilícitas. Los “colocones por contagio” como truco favorito de los traficantes de droga sin escrúpulos, especialmente en discotecas, representan para los estafadores una forma de vender placebos a clientes confiados que creen estar comprando la droga real.

COLOCONES POR CONTAGIO: ¿CÓMO ES POSIBLE?

La razón por la que sucede este fenómeno es muy simple. Los efectos de una intoxicación son subjetivos, variando en cada persona. Además, los contact highs no están limitados al impacto sobre un grupo de individuos; más bien, es una paradoja de comportamiento más amplia a la que algunas personas son más susceptibles por naturaleza. Todavía no está claro si los que experimentan esta sensación, realmente sufren diferencias en la percepción o no.

LA INHALACIÓN PASIVA DE HUMO ES DIFERENTE

El “colocón por contagio” también se utiliza con frecuencia para describir sentirse fumado al haber inhalado humo de cannabis de forma pasiva. En realidad, se trata de un uso incorrecto del término. Es posible percibir un efecto contagiado solo estando cerca de consumidores de cannabis. Sin embargo, es posible estar legítimamente colocado por haber sido fumador pasivo, un fenómeno totalmente diferente.

Existe mucho debate en torno a este tema. Ciertamente, el humo pasivo del tabaco puede tener un impacto perjudicial para la salud. Con respecto al cannabis, los estudios aún no son concluyentes. Sin embargo parece ser que es posible sentir ciertos efectos psicoactivos siendo fumador pasivo de cannabis, especialmente en “submarinos” donde el humo queda atrapado en un espacio cerrado.

En estos casos, se tiene la certeza de la presencia de THC en los análisis de drogas de aquellos que simplemente estaban en la misma habitación que los fumadores de cannabis. Dado que esto culmina en niveles notables de cannabinoides en sangre, no se puede considerar simplemente un “colocón por contagio”.

Hay otro tipo de experiencia que también se describe (incorrectamente) como colocón por contacto. Se trata de los trabajadores en constante contacto con plantas de marihuana, ya que pueden sufrir una sobreexposición a los cannabinoides. De hecho, el cannabis puede ser asimilado a través de la piel y otros órganos, en diferentes concentraciones y a diferentes velocidades.

En otras palabras, los colocones por contagio sólo se refieren al fenómeno social/psicológico y no a la ingestión propiamente dicha de sustancias psicoactivas.

¿QUÉ DROGAS PUEDEN PROVOCAR EXPERIENCIAS CONTAGIOSAS?

La respuesta aquí es que prácticamente todas las drogas psicoactivas conocidas por el hombre pueden inducir colocones por contacto. El motivo yace más en la socialización y mentalidad de grupo que en la propia droga. Si todo el mundo a tu alrededor cree que algo es muy gracioso, es muy probable que tú pienses lo mismo.

CANNABIS

La gente que se relaciona con consumidores de cannabis puede sentir las mismas risitas y ganas de picar comida basura una vez el porro a comenzado a “rular”. Sin embargo, el cannabis pertenece a una categoría ligeramente diferente a las otras drogas de esta lista. La mayoría de las veces, las personas que están sentadas con fumadores de hierba, son en realidad fumadores pasivos. Como resultado, sienten un impacto mucho más suave de la droga, aunque sigue siendo un subidón real.

LSD

El LSD (y las setas mágicas) son culpables habituales de los colocones contagiados. Aquellos que informan haberlos experimentado, declaran alteraciones en sus percepciones similares a un viaje. El LSD y los hongos psilocibios pueden alterar dramáticamente la forma en la que los consumidores interactúan con la realidad. Es lógico que las personas sobrias que pasan un rato con gente que ha consumido sustancias psicodélicas, puedan apreciar diferencias en su propio comportamiento.

Sin embargo, los contagios de colocones van más allá de la socialización. De hecho, muchos lectores declaran haber sentido efectos después de leer literatura acerca de estar intoxicado. Esto incluye novelas como “El almuerzo desnudo” de William S. Burroughs, quien la escribió parcialmente bajo los efectos del LSD.

ALCOHOL

La conclusión en este caso aún no está clara. Los amigos a quienes les toca hacer el papel de conductor sobrio por las noches, juran que el alcohol no produce contagio de efectos. Sin embargo, aquellos que han asistido a raves en discotecas llenas hasta la bandera estando sobrios, dicen sentirse en ocasiones un poco intoxicados cuando están rodeados por una multitud muy alcoholizada. Esto también puede deberse a la liberación de endorfinas cuando están bailando y escuchando música a todo volumen.

Luke Sumpter

Licenciado en Ciencias de la Salud, y un apasionado del cultivo de plantas, Luke Sumpter trabaja desde hace 7 años como periodista y escritor profesional en la transversalización de la marihuana y la ciencia.

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