Cómo Reducir Los Costes Energéticos De Un Cultivo Interior De Cannabis

En realidad, nuestra querida hierba no es muy ecológica, al menos en lo que respecta a las repercusiones medioambientales del cultivo en interior. Si tenemos en cuenta el aporte energético que se necesita para hacer felices a las plantas de marihuana, un kilogramo de cogollos produce tres toneladas de CO₂. Esto no solo es perjudicial para el medio ambiente, sino que también conlleva unos costes financieros enormes. Se calcula que la producción y distribución de cannabis cuesta alrededor de 5000 millones de dólares al año, y eso solo en Estados Unidos.

La importancia de ahorrar energía a la hora de cultivar marihuana

El cultivo interior de cannabis no es algo que se haya estado haciendo durante mucho tiempo. De hecho, es una actividad reciente que ha sido incentivada en gran medida por la prohibición. Dado que no se pueden ocultar fácilmente grandes extensiones de cultivo, la mayor parte de la producción de cannabis se ha trasladado al interior, donde es mucho más fácil que pase desapercibida.

A medida que la reforma del cannabis se extiende por todo el mundo, el cultivo de marihuana se está convirtiendo en un sector gigantesco, incluso mayor de lo que era en su época ilícita. En muchos lugares están apareciendo cultivos legales a gran escala que consumen grandes cantidades de energía. Asimismo, las plantaciones caseras son legales o están despenalizadas en numerosos países, lo que contribuye al aumento de estas cifras.

Sin duda, la reducción del consumo de energía tendrá un efecto positivo sobre el cultivo de cannabis en general. Los cultivos "ecológicos" no solo benefician enormemente al medio ambiente, sino que también reducen los gastos de los cultivadores.

El impacto del cuarto de cultivo

El cultivo interior conlleva el uso de diversos aparatos de alto consumo energético para potenciar la producción y que todo funcione sin problemas. Un cultivo de interior completo en un espacio de 1,2 x 1,2 x 2,4m consume aproximadamente 13.000KW/h de electricidad al año. Ahora piensa que los cultivos profesionales pueden ocupar fácilmente 10 veces más, lo que aumenta drásticamente los costes tanto financieros como ambientales.

¿Cuánta energía hay en un porro?

El desglose de estas cifras en un canuto es bastante revelador. Un porro liado con marihuana cultivada en interior en EE.UU. es responsable de causar 1kg de emisiones de dióxido de carbono, lo que equivale a tener encendida una bombilla de 100 vatios durante 17 horas.

Cabe señalar que estos costes y emisiones no tienen en cuenta la energía necesaria para producir fertilizantes, agua, maquinaria y otros materiales que se utilizan en un cuarto de cultivo de cannabis.

Cómo ahorrar en la factura de la luz cuando cultivas cannabis en interior

No hay duda de que el cultivo de marihuana conlleva unas consecuencias y unos costes ambientales importantes. Pero esto no significa que cada cultivador no pueda hacer algo al respecto. De hecho, hay varias formas de minimizar el consumo de energía.

Ajusta el tamaño de tu cultivo a tus necesidades

Esto producirá el mayor impacto en tu gasto energético: cultiva solamente la cantidad de cogollo que necesitas.

Si te gusta el cannabis, tendrás una idea aproximada de cuánto consumes. Digamos que fumas unos 30g de cogollo al mes. Una sola planta autofloreciente puede producir esta cantidad en uno de sus ciclos de vida típicos de 8 semanas. Si cultivas cuatro plantas, tendrás reservas suficientes para cuatro meses.

Si solo tienes cuatro autos pequeñas no necesitarás mucho espacio. Además, podrías cultivar durante dos meses, recoger la cosecha y tomarte un descanso de otros dos meses. Dos meses en los que no gastarás electricidad para cultivar marihuana.

Hay otras formas de adaptar tu plantación para que sea más eficiente desde el punto de vista energético. Por ejemplo, si sueles cultivar autoflorecientes con un programa de luz de 18-24 horas, podrías pasarte a las variedades fotodependientes, que solo necesitan 12 horas de luz durante la floración.

Mejorar el aislamiento

Si tu cuarto de cultivo, armario o invernadero no están debidamente aislados, estarás desperdiciando un montón de energía. Esto es especialmente cierto cuando utilizas un radiador/aire acondicionado para mantener a raya la temperatura del cuarto de cultivo. Además de usar un revestimiento de poliestireno extruido para las paredes con el fin de aislar puertas y ventanas, también deberás aislar todo tipo de conductos o tubos que pueda haber en la habitación. Esto ayuda a reducir el funcionamiento innecesario del aire acondicionado o radiador.

Encuentra la solución de iluminación más eficaz

Utilizar el tipo adecuado de luces de cultivo puede tener un efecto muy positivo en más de un aspecto: por ejemplo, una lámpara HPS no solo consume más electricidad que un dispositivo LED, también emite mucho más calor, lo que aumentará la temperatura del cuarto de cultivo. Este coste económico empeora aun más si tienes que proporcionar un enfriamiento adicional para compensar el calor.

Por lo tanto, plantéate usar luces LED. Los LED han mejorado mucho y ahora son capaces de competir con otras lámparas de cultivo en lo que respecta a potencia luminosa, pero utilizan mucha menos energía y generan bastante menos calor.

• Cómo calcular tus requisitos lumínicos

Para utilizar las luces de cultivo de forma efectiva, deberás calcular tus requisitos de iluminación. En otras palabras, tendrás que maximizar la exposición a la luz a la vez que minimizas su pérdida. ¿Cómo se logra esto? Puedes hacerlo como los profesionales:

Los horticultores expertos utilizan valores como la densidad de flujo de fotones fotosintéticos (PPFD por sus siglas en inglés) y la luz diaria integral (DLI) para optimizar la iluminación. La PPFD mide el número de fotones del espectro de luz visible que iluminan las plantas por segundo, mientras que la DLI mide la cantidad de luz diaria que reciben las plantas.

Con estas cifras podrás comprobar si tus plantas están recibiendo más luz de la que realmente necesitan, y ajustarla en consecuencia. Por ejemplo, podrías descubrir que un programa de 18/6 para la fase vegetativa es excesivo, y que tus plantas crecen igual de bien con solo 16 horas de luz.

Si no puedes medir la PPFD del área (al fin y al cabo, se necesitan herramientas especiales), averigua cómo reducir la intensidad de la luz de otras formas. La marihuana solo necesita una luz intensa durante la floración. Las plántulas y las plantas jóvenes crecen bien con luces CFL, que no consumen mucha energía. Del mismo modo, los LED modernos suelen venir con un regulador de intensidad o de fase vegetativa/floración que permite regular la potencia lumínica.

Optimiza el control climático

Los calefactores, refrigeradores y (des)humidificadores no necesitan funcionar constantemente a toda potencia, por lo que hay cierto margen para la optimización energética. Los cultivadores profesionales de invernadero utilizan un valor llamado déficit de presión de vapor o DPV. El DVP indica la diferencia entre la cantidad de humedad que hay en el ambiente y la cantidad de humedad que puede retener el aire cuando está saturado. Esta información se puede utilizar para conseguir el clima óptimo para el cuarto de cultivo, que será beneficioso tanto para la salud de las plantas como para tu factura energética.

• Utiliza un sistema integrado de control climático

Un sistema integrado de control climático implica mucho más que colocar un radiador o dispositivo de aire acondicionado en el cuarto de cultivo. En realidad, es el centro de todo el cultivo, y puede controlar de forma inteligente todos los demás dispositivos. Un buen ejemplo de esto sería utilizar un sistema integrado de control climático para apagar los extractores de forma temporal y no malgastar CO₂.

Pero, a veces, las cosas sencillas también pueden ser eficaces a la hora de optimizar el clima del cuarto de cultivo, como utilizar un ventilador de pie normal y/o abrir una ventana o puerta para que corra el aire. Esto podría ser suficiente para ahorrarte la necesidad de instalar un sistema de refrigeración adicional.

Controla el consumo de energía

Controla de forma estratégica la cantidad de energía que utilizas en el cultivo. Planifica, controla el consumo, revisa los resultados e implementa los cambios adecuados.

• Planifica

Ponte unos objetivos de gasto energético alcanzables. Hacerlo garantiza que conozcas los factores más relevantes: fíjate en los costes de energía por KW/h y cuánta energía utiliza cada dispositivo de forma individual. Si no conoces estos parámetros, estarás jugando a las adivinanzas y te será mucho más difícil ahorrar energía.

Ten en cuenta lo siguiente: ¿Cuál ha sido el consumo energético de los meses anteriores? Planifica e intenta mejorarlo. Cualquier mejora por pequeña que sea ayuda mucho.

• Controla el consumo

Realiza los cambios necesarios de acuerdo con tus nociones sobre el consumo de energía. Por ejemplo, cambia las luces de cultivo por otras más eficientes desde el punto de vista energético (LED), reduce las horas de luz, instala un sistema de control climático, etc. Investiga todos los factores que puedas controlar, y hazlo para reducir el consumo de energía.

• Revisa los resultados

No pagues la factura de la luz todos los meses sin saber qué estás pagando y por qué. Cuando hayas cumplido tus objetivos, comprueba si también lo has logrado la próxima vez que te llegue la factura. Solo cuando repases y entiendas bien el recibo de la luz sabrás si tus tácticas de ahorro están funcionando.

• Implementa los cambios necesarios

¿La factura apenas refleja una mejora? Tómatelo como una oportunidad para introducir más cambios. Puede que todavía quede un margen para ajustar el consumo energético. Si no sabes qué más mejorar, plantéate consultar con un experto.

Ahorro de agua

Además del consumo de electricidad, también puedes reducir tu huella ambiental y sus costes ahorrando agua. Aquí tienes varias maneras de hacerlo:

• Riega solo cuando sea necesario

No riegues tus plantas siguiendo un programa, sino solamente cuando lo necesiten. Levanta las macetas para saber cuándo regar. Riega únicamente cuando los tiestos pesen bastante menos. Aún mejor, utiliza sensores para que hagan el trabajo por ti.

• Utiliza un sistema de riego automatizado

Regar a mano parece fácil, pero el exceso de agua es uno de los errores más habituales del cultivo de marihuana. En lugar de regar a mano, considera la posibilidad de instalar un sistema de irrigación. Una vez que están en marcha, estos sistemas pueden reducir en gran medida el derroche de agua. Además, son muy beneficiosos para la salud del cannabis.

• Haz recircular el agua para uso futuro

El riego con escorrentía derrocha mucha agua. Ahorra agua y fertilizantes con cultivos hidropónicos. La hidroponía con depósitos que hacen recircular el agua y los nutrientes se traduce en un ahorro importante. También es mucho más respetuoso con el medio ambiente que desperdiciar grandes cantidades de fertilizantes y agua.

• Analiza el agua

Conocer el pH del agua y su contenido mineral (cantidad de hierro, calcio, magnesio, etc.), te permite ajustar el nivel de fertilización. Además, sabrás si el agua es segura para regar o si necesita depuración o un sistema de ósmosis inversa. No analices el agua una sola vez, hazlo con frecuencia. Y ajusta el pH y la fertilización en consecuencia.

Realiza un mantenimiento periódico

Un cuarto de cultivo moderno es muy parecido a un laboratorio de alta tecnología, por lo que querrás que todo tu equipo funcione a pleno rendimiento. La única forma de garantizar que esto ocurra es con un mantenimiento periódico. El riego y los sistemas hidropónicos en particular necesitan una limpieza constante. Los filtros y las válvulas deben sustituirse periódicamente, y el sistema necesita un "lavado" de vez en cuando como parte de parte de la rutina de mantenimiento. También deberás mantener el cuarto de cultivo lo más limpio posible, lo que ayudará a reducir las probabilidades de que se produzcan fallos en el equipo.

Cómo ahorrar en costes energéticos a largo plazo

Los consejos anteriores te ayudarán a reducir los costes de energía, pero es posible que pienses que no es suficiente y quieras emprender una ruta lo más ecológica posible. Hay dos maneras de hacerlo.

La primera es instalar paneles solares como una solución a largo plazo para reducir los costes energéticos. Sí, esto supondrá una fuerte inversión inicial, pero pronto lo compensarás con lo que ahorres con el paso del tiempo. Además, sería estupendo si consigues cultivar marihuana sin usar electricidad.

Si esto te parece demasiado complicado o caro, hay otra forma todavía más fácil de cultivar marihuana con una huella energética baja: el cultivo exterior.

Cultiva marihuana al aire libre para ahorrar dinero de forma sencilla

Si puedes hacerlo, traslada tu cultivo interior al aire libre para que crezca como dicta la naturaleza y sin los costes que supone una plantación de interior.

También puedes ir un paso más allá e instalar un invernadero. Sí, esto también requiere de una inversión inicial, pero merece la pena. Al fin y al cabo, un invernadero ofrece los beneficios del cultivo interior (por ejemplo, un entorno más controlado) y del cultivo al aire libre (el sol). Puedes cultivar marihuana a la vez que ahorras energía y dinero que de otra forma gastarías en un cultivo interior.

Y por último, para asegurarte de que tu plantación exterior sea todo un éxito, echa un vistazo a nuestro top 10 de cepas de cannabis feminizadas para exterior.

Steven Voser

Steven Voser es un periodista independiente con más de 6 años de experiencia en la redacción de artículos sobre todo lo relacionado con la marihuana; cómo cultivarla, los mejores métodos de consumo, el sector cannábico en expansión y el oscuro panorama legal que lo rodea.

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