Reseña Del Vaporizador MIGHTY De Storz & Bickel

ANÁLISIS DEL VAPORIZADOR MIGHTY DE STORZ & BICKEL

El MIGHTY es el vaporizador portátil más avanzado de Storz & Bickel. Esta marca se ha hecho un nombre con la producción de dispositivos, tanto portátiles como de mesa, que proporcionan una experiencia sensacional, aunque a un precio elevado. Para los fumetas, los expertos del sector y los profesionales de la medicina, la calidad de Storz & Bickel es insuperable. Con unos estándares tan altos, seguro que el vaporizador Mighty es un éxito instantáneo.

Después de pasar varios meses en compañía del Mighty, y un viaje a la capital europea del cannabis, me alegra informaros de que... váis a tener que esperar al final de la reseña para averiguar si da buen resultado.

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UNBOXING

Tras desempaquetar el dispositivo, enseguida te haces una idea de lo que ofrece. Con un peso ligeramente superior a 230 gramos y unas dimensiones de 14 x 8 x 3cm, se puede considerar como un vaporizador de bolsillo. Es posible sujetarlo con una sola mano, eso sí, una mano entera de tamaño medio.

Storz & Bickel han optado por un aspecto muy positivo a la hora de diseñarlo - a pesar de que el exterior está hecho de plástico, su construcción es muy robusta y, en mi caso, ha sobrevivido varias caídas y descuidos sin sufrir ni siquiera un rasguño. No quiero animar a nadie a maltratar el dispositivo, pero la durabilidad es un rasgo muy deseable en un vaporizador que se comercializa como portátil. Según Storz & Bickel, el MIGHTY emplea una "combinación patentada de calentamiento por convección y conducción". El circuito de vapor está completamente aislado, y en todos los meses que lo he utilizado, nunca he tenido problemas de sabor ni contaminación del vapor, ni siquiera tras sesiones largas.

Otros elementos adicionales que también incluye son un adaptador de corriente, filtros y juntas de repuesto, una almohadilla para líquidos, una cazoleta de llenado (muy útil), un grinder, una cápsula monodosis, y un cepillo de limpieza. Gracias a estos accesorios, el MIGHTY se puede usar con hierbas secas y con concentrados, otra característica a su favor. Y por último, en una ranura de la parte inferior del MIGHTY, hay una herramienta de llenado naranja para la cámara de hierba. Algo muy útil para dos cosas: en primer lugar, para llenar la cazoleta al máximo de su capacidad; y en segundo, si utilizas el otro extremo para raspar cualquier material seco o sacar trocitos de hierba de las rendijas de ventilación del MIGHTY.

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USO DIARIO

Al desenroscar la mitad superior del dispositivo se accede a la cámara de la hierba. Las únicas funciones que se encuentran en el exterior del MIGHTY son una pantalla LCD y unos cuantos botones. La batería es fija, por lo que no se puede sustituir, y se carga con el adaptador de corriente - desafortunadamente, no se puede cargar mediante un cable USB. La duración de la batería no me ha dado ningún problema, incluso después de varios usos. La única vez que se agotó, pude seguir utilizando el MIGHTY a la vez que se cargaba, lo cual es tremendamente práctico.

El MIGHTY se usa como cabría esperar. Llena la cámara de hierba, vuelve a colocar la mitad superior, pon la boquilla en posición, y mantén pulsado el botón de encendido. A continuación, ajusta la temperatura con los botones de más y menos de la pantalla LCD. No ofrece ajustes de temperatura predeterminados, pero cuenta con un sistema de memoria que guarda la última temperatura utilizada hasta la próxima vez que lo enciendas.

La ausencia de temperaturas predefinidas no me importó, porque la temperatura ideal para vaporizar es subjetiva y lo que funciona para una persona puede no agradar a otra. La temperatura mínima del MIGHTY es de 40°C, y la máxima de 210°C. En estos momentos, lo tengo a 185°C, lo que me parece un buen término medio para obtener una producción decente de vapor y que este no sea demasiado áspero para la garganta - un inconveniente muy habitual al vaporizar a temperaturas altas.

Tarda aproximadamente un minuto y medio en calentarse, un plazo que no es revolucionario pero tampoco muy lento. Para evitar que el MIGHTY se sobrecaliente y malgastar la batería, dispone de una función de apagado automático que se activa tras dos minutos. También tiene una función de señalización táctil para recordarte que está ocurriendo, pero si prefieres una sesión de vaporización más relajada, tener que estar pendiente de que el MIGHTY no se apague, puede resultar un poco frustrante.

MANTENIMINETO DEL MIGHTY

No me avergüenza admitir que no he limpiado el MIGHTY con la frecuencia que debería. Lo ideal sería cepillar o limpiar la cámara de hierba y los filtros inmediatamente después de cada sesión. De esta forma, se evita que la hierba se quede atascada en la fina malla de los filtros. Además de un cepillado habitual, la mayoría de los componentes principales se pueden extraer y poner en remojo con alcohol isopropílico, antes de darles una buena pasada con un bastoncillo de algodón para deshacerte de cualquier residuo rebelde. Incluso con mi rutina de limpieza ocasional, el dispositivo no ha sufrido ningún daño.

Una pequeña observación sobre el mantenimiento: si miras al MIGHTY desde arriba (sin la mitad superior), hay un hueco entre el borde de la cámara de hierba y la carcasa exterior de plástico. Si no utilizas la herramienta de llenado, al llenar la cazoleta con la mano podrías dejar caer hierba en este espacio. Y cuando se calienta varias veces después de unos cuantos usos, es muy difícil acceder a él, y su limpieza supone un gran problema. Esto se puede solucionar teniendo más cuidado a la hora de llenar la cámara, aunque tras unas cuantas sesiones, la coordinación entre la mano y la vista se tambalea un poco.

¿QUÉ RESULTADO DA EL MIGHTY?

   ASPECTOS NEGATIVOS

Cuando se lanzó el MIGHTY, el mercado de los vaporizadores portátiles no estaba tan saturado como ahora. La competencia es fuerte y la lista de funciones de los contendientes parece ser cada vez más larga. La temperatura no se puede controlar por medio de un smartphone, lo que podría disuadir a mucha gente nueva en el tema de los vaporizadores. Si te quedas sin batería, no la puedes reemplazar, y de las funciones que ofrece, la del apagado automático puede llegar a ser muy molesta durante una sesión larga.

Aunque este modelo de vaporizador está considerado como portátil, es un poco voluminoso. No me ha dado ningún problema a la hora de meterlo en un bolsillo o en el lateral de la mochila, pero si también vas a llevar las llaves o el móvil, apenas te quedará espacio.

   ASPECTOS POSITIVOS

No te dejes desanimar por los puntos negativos, ya que el MIGHTY tiene muchas cosas buenas. Puede que suene anticuado, pero hay algo que me resulta muy admirable en un vaporizador sin mucha parafernalia. Está claro que Storz & Bickel han centrado todos sus esfuerzos en el diseño, la construcción y la vida útil de la batería. La combinación de estos factores ha supuesto que el MIGHTY siempre estuviese ahí cuando lo he necesitado, aunque no lo hubiese cargado durante un tiempo. No he cronometrado la duración de la batería, pero varios usuarios afirman que ofrece hasta 90 minutos de uso continuo, más que suficiente para que tú y tus amigos os pilléis un buen ciego.

El MIGHTY también es muy robusto. Se ha pasado la mayor parte del tiempo en el fondo de mi mochila mientras caminaba por Ámsterdam. Cada vez que lo sacaba no tenía ni un rasguño, y ha funcionado a la perfección en todo momento. Esto es, sin duda, la mejor ventaja del MIGHTY: su fiabilidad es incomparable a la de cualquier otro vaporizador, al menos, de entre los que he probado.

¿DEBERÍAS COMPRARLO?

El MIGHTY demuestra que no se necesitan funciones sofisticadas ni diseños complicados para hacer un buen trabajo. No solo ofrece calidad y un vapor delicioso con cada uso, además lo hace con una batería que parece durar eternamente. Si buscas un vaporizador portátil que aguante un uso continuo, el MIGHTY es una opción excelente. Sí, puede que este modelo sea un poco voluminoso, pero ya sabes lo que dicen: cuanto más grande, mejor. Invierte en el MIGHTY (299€) y no te defraudará.

Luke Sholl

Luke Sholl lleva escribiendo sobre la marihuana, el potencial de los cannabinoides para el bienestar y la influencia positiva de la naturaleza, desde hace más de una década. Trabaja para diversas publicaciones centradas en los cannabinoides, y publica un contenido digital variado que está respaldado por una profunda sabiduría técnica y una investigación exhaustiva.

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