Cómo Fumar Marihuana Sin Papel De Liar Ni Herramientas

Existe todo un mercado destinado a convencer al fumeta medio de que necesita materiales caros, e incluso especiales, para consumir hierba. Pero lo cierto es que si tienes marihuana y no dispones de papel de fumar, pipa ni bong, es muy fácil improvisar.

Aquí tienes unos trucos e ideas que pueden sacarte de un apuro. Al fin y al cabo, la necesidad agudiza el ingenio, y siempre es interesante probar algo nuevo.

Técnicas rápidas y sencillas

Ninguno de estos métodos requiere de mucho tiempo o esfuerzo, y la mayoría de los objetos que necesitas se pueden encontrar en casa. A continuación te mostramos unas formas sencillas de crear los dispositivos que no tienes.

Haz una pipa con una lata

Puede parecer obvio para algunas personas, pero a muchas no se les ocurriría. Lo único que necesitas es una lata vacía (las de refrescos son ideales).

Comienza haciendo una muesca en el medio de la lata. Con un alfiler o aguja, perfora unos veinte orificios en la zona hundida. A continuación, con ayuda de un destornillador o unas tijeras, haz un agujero más grande a un lado de la hendidura. Asegúrate de que sea suave al tacto para evitar cortarte los dedos, ya que este orificio será el carburador.

Retira la lengüeta de la lata. Acondiciona ambos orificios calentándolos con un mechero. La idea es vaporizar cualquier sustancia química que quede en la lata. A continuación, coloca la hierba en la muesca y acércate la lata/pipa a los labios con cuidado, usando el orificio para beber como boquilla. Cubre el carburador del lateral de la lata con el dedo, y enciende la marihuana. Inhala y retira el dedo del carburador lentamente para acabar de dar una calada.

Usa una pieza de fruta

Hay muchas frutas que se pueden transformar en pipas y bongs dulces y jugosos. Las más fáciles de usar son las manzanas, por su forma y porque se pueden vaciar rápidamente. Además, son carnosas pero conservan su forma. Sin embargo, si cuando fluye la creatividad solo tienes a mano calabazas, melones, pepinos o calabacines, también es muy fácil quitar los trozos que sobran. Al igual que la lata del apartado anterior, deberá tener una cazoleta y un orificio para la boca (el carburador es opcional, pero muy útil).

Vacía un cigarrillo

Esta solución es una de las más sencillas, pero deberás tener paciencia y hacerlo con cuidado. Saca el tabaco apretando el cigarro y dejando el filtro, y vuelve a llenarlo con tu hierba finamente molida. Retuerce el extremo. Enciéndelo.

Técnicas más elaboradas

Puede que te hayas quedado atrapado/a en la caseta del jardín durante una tormenta, o que te entren las ansias de fumar a las 3 de la mañana y las tiendas estén cerradas. No pasa nada. Aquí tienes varias formas de crear un dispositivo casero eficaz, invirtiendo un poco más de tiempo y esfuerzo que con los métodos anteriores.

Pipa casera con botella de plástico

Al igual que se puede hacer una pipa sencilla con una lata, puedes ir un paso más allá y crear una pipa de agua con una botella de plástico vacía.

Empieza haciendo un agujero cerca de la parte superior de la botella (aquí es donde pondrás los labios). Cuando inhales, solo tienes que hacer como si "besaras" la botella. Pero si tienes una pajita a mano, haz un orificio ligeramente más grande, y úsala para dar caladas más fácilmente. A continuación, quita el tapón y llena ¾ de la botella con agua (asegúrate de que el agua no llegue al agujero por el que vas a inhalar).

Cubre la boca de la botella con papel de aluminio, presiónalo hacia abajo para que tenga forma de cazoleta, y perfora en él unos 5-6 agujeros. Ahora solo tienes que poner la hierba en el papel de aluminio, encenderla e inhalar.

Arpón Fabrica Bongs

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Bong casero con botella de plástico

¿Sabías que puedes convertir una botella de plástico en un bong improvisado? ¡Te sorprenderá lo fácil que es!

Lo único que necesitas es una botella de plástico cualquiera. Al quitarle el tapón, ya tienes preparada la boquilla. A continuación, corta un agujero cerca de la parte superior de la botella, que servirá de carburador. Corta otro agujero aproximadamente a un tercio de distancia de la parte inferior, que te permitirá introducir el tallo. Puedes hacer el tallo con cualquier tubo de plástico, como por ejemplo un bolígrafo vacío; tú decides.

El siguiente paso es crear la cazoleta. Para ello puedes usar un poco de papel de aluminio y cinta adhesiva. Una vez hecha la cazoleta, introdúcela en el agujero y haz un par de agujeritos en el papel de aluminio. Ahora ya tienes un bong improvisado que, aunque pueda parecer un poco rudimentario, te proporcionará un humo sabroso y agradable prácticamente sin coste alguno. Solo tienes que llenar la botella con un poco de agua, calentar la cazoleta de aluminio y dar una calada. Así de fácil.

Bong de gravedad

Para que este método de la vieja escuela funcione, hace falta un poco de práctica, y además no es apto para cardiacos. Pero una vez que dominas la técnica, es un recurso muy fiable para cuando te falte algún material para fumar.

Para empezar, consigue una botella de plástico, de agua o refresco, de un tamaño entre mediano y grande, y otra más pequeña que quepa dentro de la primera. Corta la parte inferior de la botella pequeña, a unos 6cm del fondo. Cuanto más quede de la parte de arriba, más grandes serán las caladas.

A continuación, corta la parte superior de la botella grande. Llénala de agua, y pon la botella pequeña dentro. Improvisa una cazoleta con papel de aluminio (que usarás para cubrir la boca de la botella pequeña). Y ahora llega el momento de hacer malabares. Mete la botella pequeña dentro de la grande con el agua. Coloca la cazoleta de papel de aluminio con el cogollo dentro sobre la boca de la botella. Sumerge con cuidado todo lo que puedas la botella pequeña.

Enciende la marihuana. Al hacerlo, levanta lentamente la botella pequeña hasta que esté sumergida más o menos por la mitad; el interior empezará a llenarse de humo. Espera hasta que esté lleno, quita el papel de aluminio, e inhala.

Si lo haces con cuidado, podrás volver a usar la misma cazoleta. Acuérdate de poner en ella suficiente cannabis para una calada gigante.

Narguile/shisha

Fumar hierba con un narguile puede ser una experiencia magnífica, pero hay que saber cómo funcionan las shishas y tener una. Hacer una pipa de agua en casa no es especialmente difícil (como ya hemos visto), pero a veces es mejor comprar una cachimba barata en la headshop de tu barrio que molestarse a hacer una temporal que se sobrecaliente.

Fumar con una shisha es muy divertido, pero es buena idea ver antes un vídeo sobre cómo se hace. Básicamente, tendrás que sustituir la mezcla de tabaco por marihuana. Asegúrate de que el narguile esté limpio. Si lo acabas de comprar, dale un agua para eliminar el polvo. Si no te deshaces de los residuos, afectarán a la calidad de tu fumada.

Llena el depósito de agua. Inserta las mangueras y comprueba las conexiones, ya que si algún tubo tiene fugas, arruinará la experiencia. Prueba la boquilla antes de encender los carbones. Si te cuesta aspirar, quita un poco de agua de la base. Llena la cazoleta con una mezcla de tabaco para shisha y marihuana, sin comprimirla demasiado. Esto ayudará a que el cannabis dure más. Cubre la cazoleta. Enciende los carbones y espera a que calienten la cazoleta. ¡A disfrutar!

¿Y si tienes hachís?

Fumar o vapear hachís abre otro un mundo de posibilidades para usar tu creatividad a la hora de consumir marihuana. Al ser una sustancia sólida, no es necesario liarla ni espolvorearla en un porro. Aquí tienes algunas ideas que te harán pensar.

Fumar a través de un vaso

Otra técnica de fumeteo especial es fumar a través de un vaso. Necesitarás un vaso de cerveza grande, un poco de hachís (dado que esta técnica realmente no funciona con nada más), plastilina y una aguja.

Coge un poco de plastilina e introduce en ella la aguja, de forma que su punta afilada sobresalga. Sitúa esta construcción cerca del borde de una mesa. Parte un trozo de hachís y ensártalo con la punta de la aguja. Enciende la pieza de hachís hasta que se queme, y rápidamente sostén el vaso de cerveza encima de él. Si la masa de hachís está realmente en llamas llegados a este punto, deberías soplar para que se apague, ya que lo que buscas es que esté ardiendo, no quemándose. Esto evita que el humo sea demasiado caliente o molesto.

Deja el vaso así hasta que ya no salga humo del hachís, y desliza entonces el vaso de cerveza hasta el borde de la mesa e inhala el humo que sale de él. Voilà, ¡ya estás fumando a través de un vaso! Si la hierba se legaliza en cada vez más países, quizás veas esta técnica en los bares donde está permitido fumar.

Cuchillos calientes

Advertencia: esta técnica no es la forma más simple de fumar y requiere de algo de habilidad, además de que podrías prenderle fuego a otras personas, a ti o a tu ropa. Ten en cuenta estas consideraciones si estás pensando en utilizar el método de los cuchillos calientes. Pese al factor fuego, es una técnica realmente útil si no dispones en casa de otros accesorios para fumar. Después de todo, deberías tener al menos dos cuchillos en casa, ¿no? Y al igual que el método antes mencionado de fumar a través de un vaso, solo funciona con hachís.

Calienta la punta de los cuchillos con una llama hasta que estén super calientes. Si utilizas cuchillos fabricados enteramente en metal, quizás necesites algún tipo de trapo para cogerlos. De nuevo, utiliza un trozo pequeño de hachís y ponlo sobre una superficie que no queme. Coge un único cuchillo y acércalo al hachís. Si el cuchillo está lo suficientemente caliente, la pieza de hachís debería pegarse a él. Ahora coge el otro cuchillo y sitúa la masa de hachís entre los dos. Si presionas los cuchillos de forma correcta, el hachís debería arder y desprender un humo que podrás inhalar. Para evitar quemarte la cara, deberías usar algún tipo de embudo o tubo para inhalar. Si lo haces correctamente, conservarás tus cejas y estarás bastante colocado.

Comestibles y extracciones

Fumar no es la única forma de disfrutar de la marihuana. Tras extraer los cannabinoides en un poco de mantequilla, aceite o alcohol, se pueden preparar comestibles y tinturas que no requieren de ningún dispositivo para consumirlos.

Cómo hacer mantequilla o aceite de marihuana

Se trata de un proceso bastante sencillo. Primero deberás descarboxilar la hierba. Este proceso consiste en calentar el material vegetal para convertir los ácidos cannabinoides en cannabinoides activos (como el THC y el CBD). Si no lo haces, tus comestibles no serán muy potentes.

Además, es un proceso muy sencillo. Distribuye tu cannabis sobre una bandeja para el horno forrada con papel pergamino, y hornéalo a 110°C durante 45 minutos. Ten en cuenta que cuando hagas esto, tu casa olerá a hierba durante varias horas.

Cuando la marihuana esté descarboxilada, podrás hacer mantequilla o aceite con ella. El aceite de coco se utiliza a menudo en este tipo de recetas porque es muy versátil y nutritivo. Para extraer lo bueno del material vegetal, deberás calentar el aceite o mantequilla al baño maría a una temperatura inferior a 93°C. Después, solo tendrás que revolver la mezcla de forma intermitente durante aproximadamente una hora; aunque algunas personas calientan la marihuana en la grasa durante varias horas.

Retira del fuego. Deja que todo se enfríe, y cuela la mezcla con una estopilla en un recipiente. El producto final deberá tener el mínimo de material vegetal posible. Guárdalo en la nevera. Cuando esté frío, ¡tendrás mantequilla o aceite de marihuana listo para usar! Estas sustancias se conservan en el frigorífico durante un plazo de entre 6 meses y un año, ¡si no las terminas antes!

Recuerda que los comestibles son mucho más potentes que la hierba fumada o vapeada, así que ten cuidado.

Extracciones con alcohol

Una de las formas más fáciles de consumir marihuana sin fumarla, pero hay que tener mucho cuidado para que el alcohol no arda mientras se extraen los cannabinoides. Para que este proceso sea más efectivo, se recomienda usar alcohol de alta graduación, como el isopropílico.

Simplemente desmenuza tus cogollos, separando los tallos. No se recomienda usar un grinder, ya que esto hará que el cannabis sea demasiado fino. Asegúrate de que la hierba esté muy seca. Algunas personas recomiendan meterla en el horno durante 20 minutos para que tenga un contenido de humedad ideal. También se aconseja poner antes la marihuana y el alcohol en el congelador durante 24 horas, si no te importa esperar. Esto hará que la extracción de los tricomas sea más efectiva.

Cuando tengas todo preparado, pon los cogollos en un frasco de vidrio y cúbrelos completamente con el alcohol. Revuelve o agita durante un minuto. Vierte el líquido a través de un colador en otro recipiente. No tires la hierba, puedes usarla para hacer más rondas de extracción.

A continuación, coloca la mezcla de alcohol en una olla de cocción lenta (como una arrocera) durante varias horas. La temperatura deberá ser lo suficientemente baja como para que el extracto no se queme ni se estropee.

Cuando acabes, tendrás un concentrado de marihuana sólido y pegajoso sin apenas alcohol, para añadir a tus comestibles o usarlo como lo harías con cualquier otro concentrado de cannabis de este tipo.

¿No tienes papeles ni ningún dispositivo para fumar? ¡No te preocupes!

Si alguna vez te quedas sin materiales para fumar pero tienes hierba, hay muchas maneras de consumirla. Algunas son rápidas y otras más complicadas, pero todas resultan muy interesantes. Al fin y al cabo, la diversidad es la sal de la vida, así que, ¿por qué no cambias tu método de consumo y experimentas el cannabis de formas únicas? Es posible que encuentres una manera innovadora de fumar o ingerir hierba que cambie la forma en que disfrutas de ella en el futuro.

¡Que aproveche!

Marguerite Arnold

Marguerite Arnold is a German-American cannabis industry expert. She covers the industry as a journalist, including for top cannabis magazines such as High Times, and has written two books on the topic (so far). She is also a member of the industry as an entrepreneur and consultant.

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