Por favor, identifícate para ver tu lista de deseos
Hoy en día, mucha gente quiere probar las microdosis, incluyendo personas que suelen estar en contra de las drogas. Aunque cada droga debe abordarse de forma diferente, los principios generales son los mismos para todas. A continuación, te ofrecemos una visión general de la microdosificación.
Se dice que la microdosificación de sustancias psicodélicas y psicoactivas ofrece una serie de posibles ventajas. Aunque no debería provocar un viaje psicodélico, se cree que puede aumentar el nivel de energía y la capacidad cognitiva de las personas, y que podría incluso llegar a cambiarles la vida.
En este artículo, exploramos la microdosificación en general, para que te hagas una idea de lo que es, cómo funciona y si es adecuada para ti. En caso afirmativo, disponemos de más artículos específicos sobre determinadas drogas.
La microdosificación es un término un tanto controvertido. Pero, según la definición más habitual, una microdosis es una dosis subperceptiva, es decir, una dosis de una droga que no puede ser percibida conscientemente por quien la consume. Aunque sus efectos no son perceptibles a simple vista, se dice que las microdosis ofrecen efectos más sutiles que pueden acumularse a lo largo del tiempo si se consumen siguiendo un programa establecido.
Aunque la mayoría de guías sobre microdosificación sugieren tomar dosis subperceptivas, algunos partidarios de las microdosis consumen dosis perceptivas pero que no provocan lo que la mayoría de gente consideraría un colocón. Más bien, los efectos de estas dosis perceptivas se caracterizan por una ligera agudización de los sentidos y puede que un mayor nivel de energía. Lo cierto es que es muy difícil trazar una línea divisoria entre lo subperceptivo y lo perceptivo, ya que algunas personas afirman que se sienten energizadas con una dosis subperceptiva, mientras que otras opinan que esta sensación es de por sí perceptiva.
Una forma más sencilla de entender la microdosificación es que consiste en tomar dosis muy pequeñas de una droga, dejando al consumidor en condiciones de continuar su día con normalidad.
Pack Microdosis Original
Generalmente, se considera que una microdosis equivale a entre 1/10 y 1/20 de una dosis normal. La cantidad no solo difiere enormemente en función de la droga en cuestión, sino también de su potencia. Como referencia, una microdosis habitual de psilocibina podría rondar los 0,1 gramos de setas alucinógenas secas.
Pero, si quieres empezar a microdosificarte, debes informarte bien sobre la droga que elijas para hacerte una idea de por dónde empezar. Y, lo más importante, ¡ajusta la dosis en función de lo que consideres más adecuado para ti! La microdosificación no es una ciencia exacta, así que tú decides lo que consideras más adecuado.
Se dice que Albert Hofmann, el descubridor del LSD, fue el primero en sugerir la microdosificación. Afirmaba que microdosificarse con LSD podía tener efectos beneficiosos para el cuerpo y la mente. El propio Hofmann tomó microdosis hasta su vejez, dando largos paseos por el bosque con dosis pequeñas de LSD. Y, al parecer, algo debía estar haciendo bien ya que vivió hasta los 102 años.
Desde entonces, el Dr. James Fadiman ha pasado a conocerse como el “padre de la microdosificación”. En la década de 1960 llevó a cabo algunas de las investigaciones más importantes sobre psicodélicos, antes de que se ilegalizaran. Desde 2010, ha sido el principal investigador y defensor de la microdosificación, y es el creador del método de microdosificación más utilizado: el protocolo Fadiman.
La reciente popularidad de las microdosis se origina en Silicon Valley, California. Para bien o para mal, la nueva moda de la microdosificación comenzó a extenderse entre los programadores de software. Estos afirmaban que les hacía más felices, más productivos, más eficientes y, en consecuencia, más ricos; de ahí que se extendiera esta tendencia.
Actualmente, cada vez existen más pruebas de que la microdosificación puede ser beneficiosa para las personas de varias maneras.
Aunque la microdosificación empezó con el LSD y la psilocibina, se ha extendido a otras drogas, como las siguientes:
LSD: 10-20 microgramos
Psilocibina: 0,1 g de setas alucinógenas secas
Mescalina: 10 mg de base libre; 1-3 g de cactus seco
DMT: <10 mg
Marihuana: 2,5 mg de cogollos secos
Ketamina: 0,5 mg/kg
Según cuáles sean tus intenciones al microdosificarte, podrías optar por hacerlo con marihuana en lugar de psicodélicos. Aunque se sabe más sobre la microdosificación de psicodélicos, mucha gente considera que las microdosis de marihuana son una forma eficaz de aprovechar las ventajas del THC sin sentirse demasiado aturdido o aletargado. Por ejemplo, si la marihuana te ayuda a dormir, pero no quieres colocarte cada noche, las microdosis podrían ser exactamente lo que necesitas. Lo mismo puede decirse de quienes consumen marihuana para aumentar su energía.
Por otro lado, hay quienes sugieren que las microdosis de CBD podrían ser beneficiosas, pero todavía no se sabe mucho sobre esta práctica. Aunque técnicamente es psicoactivo, el CBD no produce un efecto embriagador, ni siquiera en dosis elevadas. Por tanto, no se sabe qué ventajas podría tener la microdosificación de CBD en comparación con su consumo en grandes cantidades.
Mucha gente empieza a microdosificarse con psilocibina, dado que es fácil de hacer y resulta seguro si accidentalmente se ingiere una dosis demasiado elevada. Sin embargo, las setas nootrópicas no psicodélicas también son muy populares hoy en día y a algunas personas les gusta microdosificarlas. Las llamadas setas adaptógenas ofrecen una serie de ventajas, y la ciencia respalda algunas de estas afirmaciones (Malík y Tlustoš, 2022).
Pero ten en cuenta que estas setas no son drogas y, por tanto, es poco probable que produzcan un efecto potente. En su definición más amplia, una microdosis es una dosis pequeña de una sustancia que puede tener ligeros efectos alteradores de la mente. Dado que las setas no psicodélicas son, en el mejor de los casos, alimentos muy nutritivos, “microdosificarlas” consiste básicamente en tomar porciones muy pequeñas.
Aunque las posibles ventajas de la microdosificación no han sido demostradas científicamente, hay muchos testimonios anecdóticos que las respaldan, y un número creciente de investigaciones científicas está empezando a apoyar ciertas afirmaciones. Dicho esto, la siguiente información no son hechos probados, sino afirmaciones realizadas por quienes han probado las microdosis.
Estas son algunas de las posibles ventajas de las microdosificación:
Mejora la creatividad
Aumenta la sensación de bienestar en general
Aumenta el nivel de energía
Aumenta la empatía
Mejora la productividad
Fomenta la concentración
Fomenta cambios beneficiosos
En general, la microdosificación se considera segura, pero no está libre de riesgos.
El principal riesgo es que te excedas con la dosis y acabes colocado. Incluso a dosis muy bajas, los psicodélicos pueden hacer que tareas como conducir resulten extremadamente peligrosas. Es más, las situaciones estresantes pueden volverse agobiantes rápidamente incluso si solo estás ligeramente colocado, lo que puede perturbarte y entrañar varios riesgos.
Además, en algunos casos, las microdosis de psicodélicos pueden causar una especie de manía. Este riesgo es especialmente importante para las personas que padecen trastorno bipolar (Morton et al., 2023), pero según la experiencia de quienes han probado las microdosis, incluso las personas sin trastorno bipolar pueden sufrir efectos similares, aunque más leves.
Para algunas personas, tomar dosis pequeñas de psicodélicos con frecuencia puede estimular el sistema nervioso haciendo que sea muy difícil calmarse, en algunos casos incluso días o semanas después de tomar la última dosis. En este sentido, es muy importante que observes cómo te sientes y que dejes de microdosificarte si sientes una estimulación excesiva. Estos efectos suelen percibirse como una sensación de excitación/nerviosismo exagerada y pueden resultar agradables e incómodos al mismo tiempo.
No existe un único programa de microdosificación de eficacia probada, aunque un par de ellos se consideran los más fiables y son los más utilizados. El sistema de microdosificación más extendido es el protocolo Fadiman, que consiste en tomar una microdosis cada tres días. La lógica tras esto es que experimentas la dosis un día, seguido de otro día en que todavía experimentas los efectos residuales, y por último hay un día “normal” para descansar y restablecer la tolerancia.
Este ciclo suele realizarse durante un periodo de diez semanas, durante el cual observas cómo te sientes, tomas nota de ello y sigues tu rutina diaria normal mientras lo haces. Los cambios más interesantes en los que debes fijarte son cualquier cambio en el comportamiento, la perspectiva, las emociones y el nivel de energía. Obviamente, si experimentas algún efecto negativo, puedes optar por dejar de microdosificarte.
Hay algunas variaciones de este protocolo. Algunas personas prefieren microdosificarse cada cuatro días o menos, mientras que otras prefieren hacerlo esporádicamente, cuando les apetece. Microdosificarse a diario no suele funcionar, por dos razones: en primer lugar, el cuerpo desarrolla tolerancia a los psicodélicos rápidamente, por lo que tomar una microdosis cada día hará que los efectos sean cada vez menores. En segundo lugar, la microdosificación diaria puede hacer mella en la mente y provocar síntomas negativos como el letargo. Un argumento similar puede aplicarse a microdosificarse cada dos días, aunque este programa tiene sus defensores.
Infórmate bien y, lo que es más importante, ve experimentando para ver qué método te funciona mejor. A algunas personas les va bien con microdosificarse de forma esporádica, escuchando a su cuerpo y su mente en lugar de ceñirse a un programa preestablecido.
Además, ten en cuenta que se recomienda microdosificarse a primera hora del día, ya que incluso las dosis más pequeñas pueden hacer que resulte difícil conciliar el sueño por la noche.
Desde luego, parece posible que la microdosificación pueda influir positivamente en la vida de la gente, ya que muchas personas defienden esta práctica. En concreto, mucha gente afirma experimentar un aumento de la creatividad, la energía y la concentración, así como una mejora del estado de ánimo. Sin embargo, lo que queda por demostrar es si la microdosificación es realmente subperceptiva, ya que la mayoría de quienes se microdosifican admiten sentirse diferentes los días en que lo hacen. También resulta interesante considerar si tomar dosis más grandes, pero con menor frecuencia, tendría los mismos efectos acumulativos o no.
Si sientes curiosidad por probarlo, la microdosificación conlleva pocos riesgos si se hace con cuidado. Sin embargo, este artículo solo es una pequeña introducción, así que si te interesa el tema, consulta las guías de microdosificación específicas para cada droga.
Productos Relacionados
también puede interesarte
Categories
Cuenta
Información
Nuestras Ofertas
Nuestra página web no funcionará si estas cookies no están activadas. Por lo tanto, las cookies funcionales no se pueden desactivar.