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En los bares más selectos de California se pueden encontrar cócteles con este cannabinoide, mientras que la cultura favorable al cannabis de Oregón ha experimentado un aumento del consumo de cervezas IPA con CBD. Además, Canadá se sumará a la fiesta del alcohol con CBD en octubre de 2019.
A escala mundial, la tendencia de las fábricas de cerveza a asociarse con empresas de marihuana ha hecho que los expertos crean que las bebidas con CBD pronto serán parte importante del mercado legal del cannabis.
Pero si consumes CBD y alcohol por separado, también acaban interactuando. De hecho, se cree que aunque se tomen con varias horas de diferencia, estas dos sustancias seguirán afectándose mutuamente.
Cuando se toma alcohol, alrededor de un 20% entra en el torrente sanguíneo de forma inmediata a través del estómago, mientras que el 80% restante es absorbido por el intestino delgado. Una vez que se encuentra en la sangre, el alcohol se dirige al hígado para su procesamiento y metabolización.
El alcohol tiene diversos efectos sobre el cerebro y el cuerpo, tanto a corto como a largo plazo. A corto plazo, tiende a causar un deterioro cognitivo, una capacidad deficiente para tomar decisiones, la pérdida de coordinación, dificultad para concentrarse, y cambios de humor. También puede provocar problemas visuales, hipertensión y náuseas. A largo plazo, el alcohol causa problemas crónicos como la pérdida de memoria, depresión, problemas de aprendizaje, y fibrosis hepática.
Tras su consumo, el CBD es procesado por un sistema regulador llamado sistema endocannabinoide. Se trata de una red de receptores celulares que se extiende por todo el cuerpo y que interactúa con los cannabinoides y enzimas para producir distintos efectos. Los investigadores creen que el sistema endocannabinoide es el responsable de regular la homeostasis (equilibrio interno).
Aunque el CBD no tiene mucha afinidad con los dos principales receptores del sistema endocannabinoide, la ciencia ha demostrado que interactúa de forma directa e indirecta con otros tipos de receptores celulares. Entre los que se incluyen los receptores 5-HT (5-hidroxitriptamina), los receptores PPAR (activados por proliferadores de peroxisomas) y los receptores TRPV1 (de potencia transitorio V1), entre otros.
Estudios clínicos y con animales demuestran que el CBD tiene una gran variedad de aplicaciones. Sin embargo, dado que el CBD opera a través de una compleja red fisiológica, y que cada persona es distinta, la potencia de sus efectos también podría diferir de una persona a otra.
Tanto el cannabis como el alcohol son depresores, y consumirlos al mismo tiempo probablemente intensifique sus efectos. Las drogas depresoras afectan al sistema nervioso central. El CBD, si se consume en dosis pequeñas, provoca efectos estimulantes; en cambio, en dosis grandes también tiene propiedades relajantes.
En un estudio clínico (Consroe et al., 1979) realizado con humanos, se administró a los participantes alcohol, y una combinación de alcohol y CBD. Los investigadores detectaron muy “pocas diferencias” entre los dos grupos en cuanto a embriaguez y deterioro de las facultades, y en ambos grupos se redujo considerablemente la capacidad de funcionamiento. Curiosamente, los científicos descubrieron que los participantes que también habían consumido CBD presentaban unos niveles de alcohol en sangre más bajos que los que solo habían tomado alcohol. Esto indica que el CBD podría influir en el control del nivel de alcohol en sangre.
Sin embargo, los testimonios anecdóticos indican que consumir cannabidiol y alcohol al mismo tiempo intensifica los efectos relajantes de ambas sustancias. A medida que aumente tu nivel de embriaguez, se reducirán tus inhibiciones y tu coordinación motora.
Ciertas pruebas sugieren que el CBD podría tener algunos efectos beneficiosos relacionados con el consumo de alcohol.
Tomar CBD después de beber alcohol podría mejorar los síntomas de la resaca (Parker et al., 2011). Dado que la mezcla de alcohol y cannabidiol parece ser relativamente segura, tomar una dosis de CBD cuando estás acabando tu sesión de copas podría ayudarte con la resaca.
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