Solución De Problemas De Germinación De Marihuana
Lee estos consejos para evitar problemas durante las fases de germinación y plántula de tu cultivo de marihuana. Si tus semillas no germinan, o tus plántulas tienen dificultades para crecer, es muy posible que encuentres el motivo del problema y la solución en esta guía.
Antes de empezar a cultivar plantas de marihuana deberás hacer brotar las semillas. Germinar semillas de cannabis puede ser una tarea complicada, al igual que cuidar de las plántulas. Descubre los problemas más frecuentes a los que se enfrentan los cultivadores de hierba durante las fases de germinación y plántula, y sus soluciones.
Problemas frecuentes en la germinación del cannabis
Para aumentar las probabilidades de éxito en todo el proceso de cultivo, y en especial las primeras etapas, lo mejor es trabajar con cuidado y de forma precisa. Las semillas y las plántulas son muy frágiles y pueden morir o atrofiarse fácilmente, e incluso no germinar.
A continuación veremos todos los problemas potenciales que podrías experimentar en estas fases iniciales del cultivo, y lo que puedes hacer para remediarlos.
Semillas de marihuana que no germinan (día 0)
Si tus semillas no germinan, podría deberse a uno de los siguientes motivos:
Semillas de mala calidad
Es posible que hayas encontrado tus semillas en el fondo de una bolsa de hierba y hayas intentado cultivarlas, o quizás las has comprado muy baratas en algún sitio. E incluso podría ser que hayas obtenido tus semillas de un criador de confianza, y que simplemente no funcionen. En cualquier caso, las semillas de mala calidad tienen muchas menos probabilidades de germinar y de producir plantas viables.
Solución:
¡Compra semillas de calidad! No es muy difícil. Los buenos criadores llevan a cabo rigurosas pruebas de calidad y de índices de germinación, lo que significa que la gran mayoría de sus ejemplares deberían ser saludables y capaces de germinar. Siempre habrá excepciones, pero comprar semillas a un banco o criador de confianza aumenta enormemente las probabilidades de una germinación de éxito.
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Manipulación de las semillas con las manos sucias
En nuestras manos puede haber todo tipo de patógenos (como bacterias y esporas de hongos) capaces de contaminar las semillas y las plántulas. En esta etapa tan temprana, las plantas son muy propensas a las infecciones, así que lo mejor es evitar el contacto directo.
Solución:
Trabaja de forma higiénica. Si buscas una buena esterilidad, ponte unos guantes de látex o utiliza unas pinzas esterilizadas para manipular tus semillas de cannabis. Si no quieres hacer eso, al menos lávate bien las manos antes de tocar tus semillas o plántulas.
Calidad del agua
Dependiendo de donde vivas, el agua del grifo podría estar llena de compuestos que impiden que tus semillas germinen. Estas sustancias químicas (como el cloro) pueden ser perjudiciales para las semillas y las plantas de marihuana jóvenes. Una vez que tus plantas maduren, será mucho más seguro utilizar agua del grifo para regarlas; aunque merece la pena averiguar su contenido de minerales para que puedas abonar de forma adecuada.
Solución:
Utiliza agua purificada o embotellada. Puede que te parezca exagerado, pero se trata de plantas muy jóvenes, y es una etapa crucial de sus cortas vidas, así que dales lo que necesitan y más adelante te lo recompensarán con creces.
Las semillas no están a la profundidad adecuada
Si no entierras tus semillas a una profundidad adecuada, no tendrán suficiente humedad y podrían secarse. La humedad es lo que hace que el brote (la radícula) atraviese la cáscara de la semilla, por lo que es fundamental.
Solución:
En general, se recomienda germinar las semillas a una profundidad de un nudillo (0,5-1cm) en la tierra. Esta es la profundidad óptima para ellas. Además, si germinas en cámaras de propagación, podrás conservar un rango de humedad adecuado (de alrededor de un 70% o más de HR), lo que aumentará el nivel de hidratación y las probabilidades de germinación.
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Temperaturas bajas
En la naturaleza, las semillas de marihuana germinan en primavera, cuando suben las temperaturas. Así que, si creen que hace demasiado frío, no germinarán. Además, ciertos patógenos se desarrollan mejor en temperaturas frías, por lo que incluso si las semillas germinan, es posible que no les vaya muy bien.
Solución:
Mantenlas en un entorno cálido. Si cultivas en interior, esto no te resultará difícil. Basta con poner la cámara de propagación en un cuarto con una temperatura agradable. Si vas a cultivar al aire libre, puedes germinar tus plantas de marihuana en el interior para darles el mejor comienzo y protegerlas de las olas de frío repentinas. Pero si quieres llevar a cabo todo el proceso en el exterior, tendrás que esperar hasta que las noches sean suaves y los días cálidos, o de lo contrario podrías arriesgarte a obtener malos resultados.
El sustrato está demasiado compacto
Compactar demasiado el suelo que cubre las semillas, o enterrarlas a mucha profundidad, puede causar problemas. Para empezar, una semilla recién “abierta” no es (como era de esperar) el ser vivo más fuerte del planeta. En realidad, los brotes nuevos pueden ser increíblemente robustos, pero si se entierran a demasiada profundidad, no serán capaces de impulsarse a través del sustrato. Y además, podrían sufrir privación de oxígeno, lo que retrasará su desarrollo.
Solución:
Como hemos mencionado, entiérralas a un nudillo de profundidad y cúbrelas con un poco de tierra ligeramente compactada. No es necesario comprimirla demasiado.
Riego insuficiente
Como ya hemos dicho, las semillas necesitan humedad para germinar. Si no las riegas lo suficiente, no brotarán.
Solución:
No hay necesidad de empapar el sustrato, pero sí deberás conseguir que esté bastante húmedo. Si utilizas una cámara de propagación, rocía con agua su interior para conseguir una humedad alta.
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Baja humedad
Siguiendo con el punto anterior, si la humedad es demasiado baja, tus semillas no podrán germinar. La humedad es uno de los elementos básicos de la germinación de semillas de marihuana, por lo que es fundamental que el entorno no esté seco.
Hay dos motivos principales por los que la humedad podría ser demasiado baja. El primero es que haga demasiado frío. Y el segundo que no haya suficiente humedad en el sustrato.
Solución:
Riega bien y mantén una temperatura ambiente cálida (de al menos 21°C). Las cámaras de propagación conservan una humedad alta y atrapan un poco de calor. Estas herramientas están especialmente diseñadas para germinar semillas, ¡así que pruébalas!
Tus semillas de marihuana han germinado pero no crecen (día 1-7)
Es posible que tus semillas hayan brotado y que, de repente, se paren y no crezcan más. ¿Qué ha ocurrido? Esto puede deberse a varios problemas, que tendrás que identificar y corregir rápido para que tus plántulas no mueran.
Infección fúngica o bacteriana
Si, por ejemplo, has manipulado tus semillas con las manos sucias, podrían desarrollar infecciones fúngicas o bacterianas. En el caso de las plántulas, una infección leve puede ser suficiente para que gasten toda su energía y dejen de desarrollarse.
Solución:
Con este problema, más vale prevenir que curar. Manipula tus semillas con cuidado al sembrarlas, y evita tocar las plántulas todo lo que puedas. Para prevenir las infecciones por hongos en el sustrato, mantén el entorno limpio, y la humedad y la temperatura dentro de los rangos ideales. Si ya tienen una infección en esta etapa, no hay mucho que se pueda hacer para revertirla.
Riego excesivo
Aunque las plantas necesitan mucha agua, a veces puede ser demasiada. Es muy fácil regar en exceso, además de peligroso para las plántulas. Podrías privar a las raíces de oxígeno y hacer que se pudran, lo que en esta etapa resulta catastrófico.
Y lo mismo ocurre con las semillas. En general, no se recomienda ponerlas en remojo. Aunque algunos cultivadores germinan sus semillas en un vaso de agua, se aconseja hacerlo solamente durante unas 24-36 horas.
Solución:
Ante todo, controla tu deseo de regar en exceso y hazlo con moderación. Una vez más, un atomizador es tu mejor amigo. Aunque las semillas y las plantas jóvenes de marihuana necesitan un nivel de humedad alto, ¡no se deben empapar! Si crees que has regado demasiado tus plántulas, lo mejor es extraerlas del suelo e intentar secar sus raíces. Y a continuación, volver a plantarlas en un sustrato un poco más seco.
Temperaturas excesivas
Al igual que con el agua, un calor excesivo también es malo. Como para todo lo demás, las plántulas de marihuana tienen un rango de temperatura óptimo (de unos 20-30°C), fuera del cual tendrán dificultades para crecer.
Solución:
Si germinas en una cámara de propagación, puede merecer la pena invertir en un termohigómetro, para que conozcas siempre los niveles de temperatura y humedad a los que están expuestas tus semillas, y puedas ajustarlos en consecuencia.
Plántulas débiles o larguiruchas (día +7)
También puedes encontrar problemas a medida que crecen las plántulas. Afortunadamente, cuanto más crezcan, más robustas serán, y será más fácil solucionar esos problemas. Si ves que tus plántulas están demasiado altas y flacuchas y/o se desploman, comprueba los siguientes aspectos:
No hay suficiente luz
Si tus plantas no reciben suficiente luz, se estirarán hacia arriba, intentando atravesar lo que perciben como un dosel de otras plantas, en busca del sol.
Solución:
Lo primero que debes hacer es comprobar la distancia entre tus plántulas y la fuente de luz. Puede merecer la pena bajar un poco las lámparas de cultivo, ya que esto ayuda a controlar la altura de las plántulas. Además, las plantas de marihuana prefieren distintos tipos de luz durante determinadas etapas de su crecimiento. A las plántulas les gusta la luz de espectro azul, que estimula el crecimiento y desarrollo saludable de las raíces.
Otro problema es que cuando tus plantas empiecen la etapa vegetativa, la iluminación no sea lo suficientemente intensa. Aunque las plántulas crecen mejor con lámparas CFL de luz fría, las plantas en fase de crecimiento vegetativo podrían necesitar algo más fuerte a medida que van desarrollándose, como luces LED o MH.
Macetas de tamaño incorrecto
Si tus plántulas están en macetas demasiado pequeñas, sus raíces no podrán sostenerlas para que crezcan por encima de la superficie, y acabarán debilitándose. Si no haces nada, es posible que no alcancen la madurez.
Solución:
Trasplántalas en macetas más grandes. Siendo realistas, a las plantas de marihuana les gusta crecer en recipientes con una capacidad de 10 litros, y a veces más. Lo mejor es trasplantarlas pronto, ya que un cepellón grande podría plantear otros problemas. Cuando tus plántulas hayan desarrollado tres o cuatro pares de hojas, trasládalas a la siguiente o última maceta, y estarán felices.
¿Por qué no germinan mis semillas de cannabis?
Las razones anteriores no son exhaustivas, pero es posible que entre ellas encuentres el motivo de tu preocupación. Aunque las plantas de marihuana son sorprendentemente robustas, no ocurre lo mismo con sus semillas y plántulas. Deberás tratarlas con mucho cuidado y tener en cuenta que cualquier problema en estas etapas podría significar su muerte, así que, ¡evítalos!