La Fase Vegetativa Del Cultivo De Marihuana
La fase vegetativa del ciclo de vida del cannabis es cuando las plantas desarrollan la mayor parte de su crecimiento vertical y lateral, preparándose para producir una cosecha abundante. Dominar esta fase allana el camino hacia una floración sana y abundante.
La fase vegetativa es el periodo durante el cual la marihuana pasa de ser una pequeña plántula a una planta alta y frondosa (salvo que se apliquen técnicas de entrenamiento). La mayor parte del crecimiento vertical y lateral se produce durante estas semanas, y es crucial que las plantas crezcan sanas en esta fase para que puedas conseguir una gran cosecha. Además, los problemas de salud de las plantas son mucho más fáciles de rectificar en esta etapa que en la floración, por lo que es fundamental conocer bien la fase vegetativa.
En este artículo, analizamos en detalle esta importante etapa de la vida del cannabis y te ofrecemos consejos para ayudarte a optimizar la fase vegetativa y mejorar la cosecha.
¿Qué es la fase vegetativa?
La fase vegetativa del ciclo de vida de una planta de marihuana es un periodo de crecimiento dinámico. Durante esta etapa, las plantas se centran en desarrollar un sistema de raíces fuerte, un follaje verde y frondoso, y unas ramas gruesas y robustas. Esta fase es crucial para acumular la energía necesaria para la floración y determina el tamaño de la cosecha. Durante la fase vegetativa, las plantas de cannabis necesitan unas condiciones ambientales concretas para crecer adecuadamente y prepararse para la transición a la floración.
La duración de la etapa vegetativa puede variar mucho, desde unas pocas semanas hasta varios meses, según las preferencias del cultivador, la genética de la variedad y las condiciones ambientales. En interior, los cultivadores tienen la posibilidad de alargar la fase vegetativa; para ello, deben mantener un ciclo de luz de 18 horas encendidas y 6 horas apagadas, lo que fomenta que la planta siga creciendo, potencialmente de forma indefinida. En cambio, al aire libre, la duración de la fase vegetativa viene determinada por el ciclo de luz natural, y los días más largos de los meses de verano favorecen el crecimiento vegetativo.
En la naturaleza, la fase vegetativa se produce entre la primavera y finales del verano, cuando los días son más largos que las noches, es decir, cuando hay más de 12 horas de luz solar al día. Durante esta parte del año, las plantas se atiborran de luz solar, aprovechándola para impulsar su crecimiento. A finales de verano o principios de otoño, cuando los días se acortan y el espectro lumínico contiene más luz roja, las plantas fotoperiódicas iniciarán la floración, interrumpiendo el crecimiento del follaje y empezando a producir flores o sacos de polen, según el sexo de la planta.
Determinar el sexo de las plantas de cannabis durante la fase vegetativa
En pocas palabras, no es posible determinar el sexo de una planta de marihuana durante la fase vegetativa, salvo que tengas acceso a un laboratorio de alta tecnología que pueda analizar la genética de cada planta. Suponiendo que este no es el caso, tendrás que esperar a que empiece la fase de floración. Aunque tendrás tiempo de eliminar los machos antes de que liberen su polen, deberás inspeccionar a menudo las plantas cuando empiecen a florecer y eliminar los machos lo antes posible, siempre y cuando no quieras que polinicen las hembras.
Si quieres información más detallada, con imágenes incluidas, consulta nuestra guía para determinar el sexo de las plantas.
Las mejores condiciones del cuarto de cultivo para la fase vegetativa
Durante la etapa vegetativa, crear un entorno óptimo para las plantas de marihuana les ayudará a desarrollar todo su potencial y, en definitiva, a producir una mejor cosecha. Hay varios factores que contribuyen a un crecimiento sano durante esta fase:
- Temperatura y humedad: Procura mantener una temperatura de 22-28°C durante el día y algo más fresca por la noche. El nivel de humedad debe mantenerse entre un 40 y un 60%, ajustándolo según sea necesario para fomentar un crecimiento óptimo y evitar la aparición de moho o plagas.
- Iluminación: Las plantas de cannabis en fase vegetativa necesitan mucha luz para crecer. El ciclo estándar es 18/6 (18 horas de luz y 6 horas de oscuridad), pero también se pueden usar otros ciclos de luz. Algunos cultivadores de plantas autoflorecientes utilizan un ciclo 20/4, o incluso dejan la luz encendida las 24 horas del día. Se recomienda usar lámparas LED o MH de alta calidad por su espectro lumínico completo y su gran eficacia; las LED, en concreto, son cada vez más populares.
- Ventilación: Una buena ventilación y circulación del aire evitan la acumulación de calor y humedad, y garantizan que las plantas reciban CO₂ para la fotosíntesis. Además, puedes instalar un filtro de carbono en el sistema de ventilación para atrapar el olor, si quieres cultivar sin llamar la atención o simplemente quieres que tu casa no apeste a marihuana.
Fase vegetativa: Duración y ciclo de luz
Si cultivas en interior con luces artificiales, la duración de la fase vegetativa es flexible y se puede manipular según las necesidades del cultivador. Pero si cultivas al aire libre, las plantas empezarán a florecer en función del ciclo de luz solar.
Fase vegetativa en interior
En cultivos de interior, puedes controlar la duración de la fase vegetativa ajustando el ciclo de luz. Si dejas las luces encendidas más de 12 horas al día, las plantas se mantendrán en fase vegetativa indefinidamente. Pero ten en cuenta que es importante que las plantas tengan un periodo de oscuridad, especialmente en el caso de las plantas fotoperiódicas. Muchos de los procesos de las plantas solo pueden realizarse en la oscuridad, por lo que debes proporcionarles unas horas a oscuras.
La fase vegetativa suele durar entre 2 y 8 semanas, dependiendo del tamaño deseado de la planta y de las limitaciones del espacio de cultivo. Otro aspecto a tener en cuenta es el estrés, ya sea causado por técnicas de entrenamiento o por daños accidentales. Si estresas o dañas las plantas, tendrás que dejarlas dos semanas más en fase vegetativa para que tengan tiempo de recuperarse, ya que no podrán hacerlo correctamente cuando empiecen la floración.
Fase vegetativa en exterior
Al aire libre, la fase vegetativa depende del ciclo de luz natural. Las plantas de marihuana suelen iniciar la fase vegetativa en primavera y principios de verano, salvo que, por algún motivo, las hayas germinado más tarde (lo cual no es recomendable). En la mayoría de lugares, esta fase puede durar hasta finales de verano, cuando la disminución de las horas de luz diarias provoca la floración de forma natural.
Si cultivas en exterior, no hay mucho que puedas hacer para alargar o acortar la fase vegetativa, a menos que cubras tus plantas con cajas negras o las traslades al interior para forzar artificialmente la floración, lo cual no es lo ideal para la mayoría de cultivadores.
Si quieres conseguir la máxima cosecha posible de tus plantas, lo mejor que puedes hacer es germinar las semillas en interior lo antes posible, para que puedan estar el máximo número de días bajo el sol. Sin embargo, no conviene sembrarlas demasiado pronto, ya que el frío primaveral podría matar las plántulas; el objetivo es que estén en el exterior en abril o, como muy tarde, a principios de mayo. Así tendrán al menos unos meses para crecer y prepararse para florecer.
Fase vegetativa en invernadero
Cultivar en un invernadero puede ayudarte a optimizar el crecimiento vegetativo del cannabis, a la vez que proteges las plantas de las condiciones climáticas adversas. Los invernaderos combinan las ventajas del cultivo en interior y exterior. Además, te permiten aprovechar la luz del sol junto con la iluminación artificial; de este modo, podrás prolongar la fase vegetativa, si lo deseas. Otra opción para activar la floración antes de tiempo es cubrir el invernadero con una lona opaca.
Riego del cannabis durante la fase vegetativa
El riego durante la fase vegetativa es crucial para el buen desarrollo de las raíces y la salud general de las plantas, por lo que debes realizar esta tarea tan básica con el mismo cuidado y atención que dedicarías a algo más complejo. Regar correctamente es fácil, y hacerlo te ahorrará mucho estrés y ayudará considerablemente a tus plantas.
El exceso de riego (un problema más habitual que la falta de riego) puede provocar la putrefacción de las raíces y problemas de absorción de nutrientes, mientras que un riego insuficiente puede estresar a las plantas y atrofiar su crecimiento. Veamos algunos aspectos clave a tener en cuenta:
- Calidad del agua: Usa agua limpia y con pH ajustado (entre 6 y 7) para una absorción óptima de los nutrientes.
- Frecuencia de riego: Riega las plantas únicamente cuando la capa superior de la tierra (los primeros 2-3cm) estén secos al tacto. Si la tierra está húmeda, no riegues; tus plantas no lo necesitan.
- Vigila las plantas: Observa cómo responden las plantas al programa de riego y ajústalo según sea necesario, teniendo en cuenta factores como la humedad, la temperatura y el tamaño de la planta.
- Síntomas de problemas de riego: Los síntomas del exceso de riego y de la falta de riego pueden parecerse bastante, al menos en las etapas iniciales. Sin embargo, recuperarse de un riego insuficiente es mucho más fácil para las plantas que recuperarse de un exceso de riego, así que tenlo en cuenta al regar; siempre es mejor pecar de precavido antes que echar otro litro de agua a las plantas.
Fertilización del cannabis durante la fase vegetativa
Durante la fase vegetativa, las necesidades nutricionales del cannabis son elevadas, especialmente el nitrógeno para el desarrollo del follaje, junto con niveles equilibrados de fósforo y potasio. En esta fase del cultivo, la proporción ideal de nitrógeno, potasio y fósforo (NPK) es de 3:1:1.
En el mercado hay fertilizantes específicos para esta fase, y también puedes prepararlos por tu cuenta. Conseguir esta proporción de nutrientes beneficiará enormemente a tus plantas y reducirá las posibilidades de que sufran problemas como el exceso de fertilización y el bloqueo de nutrientes.
Además de usar la proporción correcta de nutrientes, también debes procurar dar a tus plantas la cantidad justa de abono, y no más. Del mismo modo que los humanos no se vuelven infinitamente más altos y sanos por el hecho de comer sin parar, las plantas de cannabis tampoco. De hecho, a diferencia de los humanos, que estarán más sanos si comen un poco de más en lugar de comer muy poco, para las plantas es mejor una fertilización suave que una fertilización excesiva. Por tanto, procura no pasarte al echar abono a tus plantas. Aunque te encanten tus plantas y quieras sacarles el máximo provecho, no lo conseguirás a base de darles montones de abono.
Normalmente, para conseguir los mejores resultados se utilizan abonos ecológicos, que contienen una serie de nutrientes (desde macronutrientes hasta micronutrientes necesarios en cantidades mínimas) y se descomponen poco a poco en la tierra, lo que significa que no suelen causar problemas relacionados con los nutrientes.
Entrenamiento del cannabis en la fase vegetativa
Si quieres entrenar tus plantas de marihuana, ya sea para controlar su altura o aumentar la cosecha (o para ambos fines), debes hacerlo en la fase vegetativa. Romper las ramas y cortar las colas en la fase de floración dañaría gravemente las plantas, ¡y no mejoraría la cosecha!
Dado que las técnicas de entrenamiento suelen ser estresantes en mayor o menor medida, debes realizarlas lo antes posible para que las plantas tengan tiempo suficiente para recuperarse. Por ejemplo, si haces topping a una planta y al cabo de 10 días haces el cambio a la floración, no le estarás haciendo ningún favor. Del mismo modo, si cultivas en exterior, entrena las plantas en primavera para que puedan recuperarse a lo largo del verano.
Estas son algunas de las técnicas de entrenamiento más habituales:
- SOG y ScrOG: el método SOG consiste en cultivar muchas plantas pequeñas apiñadas entre sí, mientras que el ScrOG consiste en hacer que las ramas de la planta crezcan a través de una malla para crear una canopia plana y uniforme. Estos métodos aumentan la cosecha por metro cuadrado, y no necesariamente por planta.
- Entrenamiento de bajo estrés (LST): Esta técnica consiste en doblar hacia abajo y atar las ramas para controlar la forma de la planta y mejorar la exposición a la luz en las ramas inferiores. El tallo principal se dobla y se ata lateralmente al principio de la fase vegetativa, y los brotes que se formen posteriormente se entrenan de la misma manera. Así se crea una canopia uniforme, que permitirá una distribución equitativa de la luz en los cogollos. Esta técnica es adecuada para cultivadores principiantes y puede usarse incluso con plantas autoflorecientes, que generalmente no requieren entrenamiento ya que tienen una fase vegetativa corta de duración predeterminada.
- Topping y FIM: Estos métodos consisten en cortar (parcial o totalmente) la punta del tallo principal de la planta para que se formen dos o más brotes nuevos, que luego pueden multiplicarse. Ambos son métodos de entrenamiento de alto estrés, por lo que, en caso de usarlos, tendrás que proporcionar suficiente tiempo a las plantas para que se recuperen.
Poda
También puedes podar tus plantas, especialmente si tienen un crecimiento muy frondoso. Poda las hojas de la parte inferior de la planta para mejorar la ventilación y redirigir la energía hacia los cogollos. De todos modos, las hojas de la parte inferior reciben muy poca luz cuando la planta adquiere mayor tamaño y se marchitarán de forma natural durante la floración.
Fase vegetativa: Dale a tu planta todo lo que necesita para crecer
La fase vegetativa del ciclo de vida del cannabis es muy emocionante, ya que puedes ver cómo tus plantas crecen verticalmente y lateralmente, preparándose para sostener la carga de una gran cosecha. Durante esta etapa puedes manipular y entrenar tus plantas de forma segura, a diferencia de la fase de floración, ya que en la fase vegetativa tienen energía para curarse y aún no están centradas en producir los cogollos.
Si quieres sacar el máximo provecho de tu cultivo, trata tus plantas de la mejor manera posible durante la fase vegetativa, ¡ya que en ella se sientan las bases para una cosecha abundante y de calidad!