Cómo Cultivar Marihuana Autofloreciente: Guía Completa
Cualquier cultivador de cannabis, independientemente de su experiencia, está familiarizado con el proceso de cultivar plantas de marihuana a partir de semillas. Dependiendo de la variedad y del método de cultivo, el ciclo de vida del cannabis puede durar varios meses; se trata de un proceso largo pero sumamente gratificante. Sin embargo, el panorama del cultivo cambió a principios de la década de los 2000 con la introducción de las plantas de marihuana autoflorecientes. Aunque al principio fueron recibidas con cierta decepción, las autos han mejorado notablemente y hoy en día producen unas cosechas y unos perfiles fitoquímicos impresionantes, a la vez que maduran mucho más rápido que las plantas de cannabis convencionales.
En este artículo vemos lo que necesitas para cultivar autoflorecientes, y qué puedes esperar durante cada etapa del cultivo.
¿Qué son las plantas autoflorecientes?
Las plantas de marihuana autoflorecientes son las que pasan de la etapa vegetativa a la floración en función de su edad, y no debido al cambio de luz en su entorno. Esta acción es distinta a la de las plantas fotoperiódicas convencionales, que únicamente empiezan a florecer cuando las horas de luz disminuyen lo suficiente (debido a la intervención del cultivador en interior, o a la madre naturaleza al aire libre).
Pero, ¿cómo surgieron las plantas autoflorecientes? Mientras que las plantas fotoperiódicas ofrecen distintas proporciones de genes índica y sativa, las auto presentan otro aporte genético que les confiere la capacidad de empezar a florecer por su cuenta: el Cannabis ruderalis. Esta subespecie de marihuana se adaptó a los veranos cortos y las condiciones de cultivo difíciles de Asia Central y Siberia, lo que le permite avanzar a lo largo de su ciclo de vida por sí sola.
Con el paso del tiempo, los cultivadores más espabilados se dieron cuenta de que el Cannabis ruderalis se puede utilizar para darles a los híbridos índica/sativa convencionales la ventaja de la autofloración. La marihuana ruderalis por sí sola produce cosechas pequeñas y con muy poco THC, por lo que las primeras variedades autoflorecientes se consideraron pobres en general. Aun así, allanaron el camino para las excelentes autos de hoy en día. En la actualidad, los criadores han conseguido añadir el rasgo autofloreciente además de reducir al mínimo la cantidad de ruderalis en la composición genética de una variedad, lo que significa que es posible conseguir una buena potencia y una producción abundante con unas plantas más rápidas y compactas, y que necesitan menos cuidados.
Estas características positivas hacen que las autos sean una opción perfecta para los principiantes que podrían sentirse intimidados por el cannabis fotoperiódico; pero los cultivadores con experiencia que quieran conseguir cosechas decentes en poco tiempo, durante todo el año, también encontrarán muchas ventajas en el cultivo de autoflorecientes.
¿En qué se diferencia el cultivo de autos?
Aunque el cultivo de las plantas autoflorecientes se parece al de la hierba fotoperiódica en muchos aspectos, existen algunas diferencias. Ambos tipos de plantas atraviesan las mismas etapas: plántula, vegetativa, floración y cosecha; pero pueden diferir en su desarrollo y en lo que necesitan. Esto es lo que debes saber:
Interior y exterior
Cultivar autos en interior tiene sus ventajas, ya que estarás trabajando en un entorno controlado. En él, podrás exponer tus plantas a una temperatura, humedad y ciclos de iluminación óptimos para lograr la mejor cosecha posible por metro cuadrado. Sin embargo, como ocurre con cualquier tipo de cultivo de cannabis, hacerlo en interior resulta más caro. Para poder optimizar las variables ambientales, tendrás que invertir en un equipo un poco más elaborado que si cultivas al aire libre.
El cultivo de autos bajo el sol es prácticamente una operación automática. Estas plantas son robustas y se pueden cultivar en cualquier época del año que no sea demasiado fría para afectar negativamente a su crecimiento. Pero aunque las autos florecen por su cuenta, siguen necesitando unas condiciones óptimas para proporcionar buenos resultados, lo que puede ser más difícil de conseguir al aire libre.
Horario de iluminación
En lo que respecta a la iluminación, ya hemos dicho que las autos no están sujetas a ningún horario en particular. En el caso de las variedades fotoperiódicas, los cultivadores de interior deben reducir ese ciclo a 12 horas de luz y 12 horas de oscuridad para iniciar la floración. Las autoflorecientes, en cambio, se suelen cultivar con 18-24 horas de luz desde la etapa de la plántula hasta la cosecha. El horario exacto varía de un cultivador a otro, pero la mayoría opta por exponer sus plantas a 18 o 20 horas de luz al día. Esto ayuda a minimizar un poco el coste, y da a las plantas un breve descanso de los fotones.
Dado que no hay necesidad de cambiar la iluminación, es más fácil conseguir cosechas satisfactorias, especialmente en el caso de los principiantes. En exterior, las autos responden a prácticamente cualquier ciclo de luz a lo largo de todo el año, pero se desarrollan mejor bajo el sol del verano.
Fertilizantes
Los fertilizantes son fundamentales para el crecimiento de todas las plantas. Pero en el caso de las autos, deberás tener más cuidado debido a su tamaño pequeño y compacto.
Para empezar, comprueba la tierra en la que las vas a cultivar. En general, ya deberá estar fertilizada y contendrá suficientes nutrientes como para sustentar a las plantas hasta durante cuatro semanas. Para las autos, esto será básicamente toda su etapa vegetativa, lo que significa que podrás evitar por completo la fertilización durante ese periodo. Dicho esto, nunca está de más añadir un estimulador de raíces.
Cuando empieces a administrar fertilizantes durante la floración, utiliza entre la mitad y ¾ de la dosis recomendada por los fabricantes. De esta forma, evitarás abonar en exceso (y la consiguiente quema de nutrientes), que puede ser perjudicial para el desarrollo de las plantas autoflorecientes.
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Nivel de pH
Los nutrientes van de la mano con el pH (la acidez o alcalinidad de una sustancia), ya que este influye en la capacidad de las plantas para absorber los nutrientes que están presentes en el sustrato. Las plantas, tanto automáticas como fotoperiódicas, necesitan un suelo con un pH de entre 6 y 7; mientras que en los cultivos hidropónicos, el rango ideal es de 5,5 a 6,5. Para asegurarte de que tu cultivo se desarrolle sin problemas, deberás medir con frecuencia el pH del sustrato y de la solución de nutrientes/agua de escorrentía. Si están desequilibrados, tus plantas no podrán alimentarse de forma adecuada, y tendrás que recurrir a productos comerciales que solucionen el problema, aumentando o reduciendo el nivel de pH.
Técnicas de entrenamiento
Esta es una de las principales diferencias que presentan las autos: se desaconseja usar la mayoría de las técnicas de entrenamiento. Puedes saltarte la poda, los recortes y el topping, ya que las plantas autoflorecientes no tendrán tiempo para recuperarse del estrés antes de empezar a florecer, lo que podría conducir a una producción deficiente.
Aunque algunos cultivadores expertos utilizan técnicas de entrenamiento de alto estrés (HST) con las autos, el único método que se suele recomendar es el entrenamiento de bajo estrés (LST). Esta técnica consiste en atar el tallo principal y las ramas para estimular el crecimiento lateral y conseguir una mayor exposición a la luz. Además, no causa daños lo suficientemente graves como para que la planta necesite tiempo para recuperarse. Dicho esto, es importante tener en cuenta que, cuando se cultivan variedades auto, el entrenamiento de bajo estrés solo se recomienda al principio de la etapa vegetativa.
El cultivo: etapa por etapa
Ahora vamos a analizar el proceso de cultivo. Veremos todas las etapas para darte una idea de lo que ocurre en cada fase, desde la germinación hasta la cosecha, y lo que puedes hacer para mejorar las condiciones de cultivo.
Etapa de germinación y plántula (semana 1)
La etapa de germinación es, posiblemente, la más importante de todo el cultivo; pero en cualquier caso, es cuando comienza el proceso. En ella, las semillas reaccionan ante la humedad y la oscuridad desarrollando una raíz primaria dentro del sustrato y unos cotiledones pequeños por encima de la superficie.
En el caso de las autos, se recomienda sembrar las semillas directamente en los recipientes finales. Las autos no responden muy bien al trasplante, por lo que deberás evitarlo. El tamaño y el tipo de maceta también importan. Mientras que algunas autos solo alcanzan unos 60-80cm de altura, otras pueden duplicar ese tamaño fácilmente. Investiga tu(s) variedad(es) y asegúrate de que el volumen de las macetas sea el adecuado. Para las plantas pequeñas, bastarán unos recipientes de 8,5l, y para las de tamaño mediano y grande, de 10-15l. En lo que respecta al material, las macetas de tela, o smart pots, son ideales para las autos (y en realidad para toda la marihuana), ya que permiten que las raíces respiren y se poden a sí mismas de manera natural.
Durante la primera semana (más o menos) de crecimiento, es muy importante la calidad del suelo; y dado que las autoflorecientes no necesitan muchos fertilizantes, puedes cultivarlas en un sustrato ligero y aireado.
Etapa vegetativa (semanas 2-5)
La etapa vegetativa de la mayoría de las autos solo dura 3-4 semanas. Por eso, estas plantas son muy vigorosas y bastante autosuficientes durante esta fase, en la que absorben la luz y los nutrientes, y desarrollan tallos y hojas fuertes.
También es la etapa en la que deberías empezar a aplicar el entrenamiento de bajo estrés, si es que vas a hacerlo. Esto aumentará la penetración de la luz en todos los puntos de floración, y hará que la planta tenga menor altura.
Durante esta etapa, procura mantener la temperatura a unos 20-25°C, y el nivel de humedad (HR) alrededor del 50%. Hacia el final de la fase vegetativa, reduce ligeramente la HR al 45% para evitar la aparición de moho y patógenos. Aunque varía en función de la variedad y el entorno, podrás regar tus plantas con medio litro de agua cada 24 horas.
Etapa de floración (semanas 6-11)
La etapa de floración es la más emocionante para los cultivadores. Por suerte, tus plantas decidirán por sí mismas cuándo empiezan a florecer. Aunque no es necesario cambiar el ciclo de luz, puedes alterar la temperatura de color de la luz, de un azul frío a un rojo más cálido, para estimular la formación de cogollos.
A partir de ese momento, empezarás a ver unos pequeños pelos blancos en los nudos de la planta (donde se unen el tallo y las ramas), que indican la presencia de flores tempranas. Los verás convertirse en cogollos resinosos y pegajosos de forma lenta pero segura. Algunas plantas también pueden experimentar una última fase de crecimiento vertical antes de concentrar su energía en la producción de flores. Al final de la fase vegetativa y al comienzo de la floración, tu planta deberá tener una altura de entre 50 y 100cm.
En cuanto a los factores ambientales, la HR puede seguir siendo del 45% durante las primeras semanas de la floración, pero deberás reducirla a un 45% a medida que los cogollos se hacen más densos. La temperatura también se puede reducir a 23°C. Y en cuanto al riego, será suficiente con alrededor de 0,5-1l de agua cada 24 horas.
A diferencia de la etapa vegetativa, la duración de la floración puede variar dependiendo de la variedad en cuestión. Seguirá siendo más corta que la de las variedades fotoperiódicas, pero puede durar entre 5 y 10 semanas.
Cosecha
Todo ha ido bien y ha llegado el momento de cosechar los frutos de tu trabajo. La principal señal de que tu planta está lista será cuando alrededor del 70% de los tricomas presenten un color lechoso, el 15% sean transparentes, y el otro 15% ámbar. Esto indica un nivel máximo de THCA, y a menudo viene acompañado de unas hojas amarillentas y unos pistilos marrones/rojizos. La mayoría de las autos están listas para cosechar durante la décima semana a partir de la germinación; aunque, de nuevo, esto dependerá de cada planta.
También tendrás que evitar saltarte las importantísimas fases del manicurado, secado y curado, ya que son esenciales para garantizar unos cogollos de calidad y dignos de compartir. Una vez que hayas eliminado las hojas de azúcar y hayas secado tus cogollos hasta que los tallos se rompan con un chasquido, podrás almacenarlos en tarros de vidrio para madurarlos y curarlos durante varias semanas.
Cultivo de autos: coser y cantar
Como has visto, cultivar autoflorecientes no es nada complicado. Si sigues nuestras recomendaciones, tendrás muchas más probabilidades de conseguir buenas cosechas con plantas robustas. Tanto si es la primera vez que cultivas como si ya tienes experiencia y quieres aprovechar al máximo todo lo que ofrecen las autos, nunca ha habido un mejor momento para intentarlo.