Cultivo de Marihuana en Exterior
No hay nada comparable a cultivar marihuana al aire libre. La sensación de la tierra en las manos, el sol sobre tu piel, y el canto de los pájaros es sencillamente insuperable. Contemplar cómo se mecen las plantas con el viento entre cultivos asociados, llena de orgullo a cualquier cultivador.
El cultivo de marihuana al aire libre también ofrece numerosas ventajas. El sol y la lluvia reducen considerablemente los gastos de riego e iluminación, y al disponer de más espacio, se pueden cultivar sativas grandes y tener cosechas mucho más abundantes. Si deseas cultivar hierba en el exterior, sigue estos pasos para asegurarte una temporada de cultivo sin problemas y una cosecha gratificante al final del proceso.
PASO 1: ELIGE LA VARIEDAD ADECUADA
Una de las decisiones más importantes a la hora de cultivar marihuana es elegir la variedad adecuada. Hay cientos de variedades distintas, cada una de ellas con sus propios características, tanto morfológicas como relacionadas con el efecto. Pero antes de elegir una variedad por su efecto, deberás confirmar que sea apta para el clima de tu zona. Si vives en una región cercana al ecuador con temporadas de cultivo largas, tienes la suerte de poder cultivar casi cualquier variedad.
Pero si vives en un clima frío, tendrás que elegir una cepa que florezca con suficiente rapidez para evitar las primeras heladas. Las variedades fotoperiódicas índica dominantes de floración rápida son una opción viable, pero las autoflorecientes proporcionan cosechas más rápidas y no dependen del cambio de luz estacional para empezar a desarrollar sus flores.
También deberás tener en cuenta el tamaño de la planta que quieres cultivar. Si dispones de mucho espacio y buscas la máxima producción, lo ideal es una sativa de gran tamaño. Si por el contrario prefieres que tu plantación sea discreta y pase desapercibida, una índica frondosa es la mejor opción.
Una vez que hayas considerado todos los aspectos prácticos, céntrate en el tipo de cogollos que quieres fumar. Si te encanta colocarte, opta por una variedad rica en THC. ¿Quieres un efecto más lúcido y suave? Elige una variedad rica en CBD o con ambos cannabinoides en cantidades similares.
PASO 2: GERMINA TUS SEMILLAS DE MARIHUANA
Después de seleccionar la variedad ideal, hay que germinar las semillas de marihuana. Muchos cultivadores suelen adelantarse a la temporada de cultivo germinando las semillas en el interior. Para cuando pasen las últimas heladas, tus plántulas irán camino de convertirse en plantas en fase vegetativa. En el noroeste de Europa, por lo general, se pueden sacar las plantas al aire libre alrededor de mediados de mayo, pero esto dependerá del clima de cada zona.
Hay varias formas de germinar semillas de marihuana. Todos los métodos tienen dos cosas en común: oscuridad y humedad. Siempre que se les proporcionen estos parámetros, la mayoría de las semillas germinan sin problemas.
El método del papel absorbente suele dar buenos resultados. Consiste en colocar las semillas entre dos láminas de papel mojado y ponerlas en un lugar oscuro durante varios días. También puedes optar por sembrarlas directamente en macetas pequeñas con tierra húmeda y esperar a que salgan a la superficie. En Zamnesia preferimos utilizar el Smart Start. Este kit viene con una bandeja de germinación y un paquete de Stimulator Mix con los microbios esenciales para el proceso de germinación. En general, proporciona el entorno perfecto para maximizar la tasa de germinación.
Smart Start
PASO 3: DECIDE DÓNDE VAS A CULTIVAR Y PREPARA EL TERRENO SI ES NECESARIO
Mientras las semillas germinan, dedica tu tiempo libre a encontrar la zona más adecuada en el jardín. Deberás cultivar tus plantas en un lugar soleado y protegido de lluvias y vientos fuertes. El moho puede echar a perder los cogollos. Asegúrate de que tus plantas estén en una zona en la que reciban un poco de brisa, ya que el aire viciado favorece la aparición del moho. Cualquier sitio que esté orientado al sur es ideal para maximizar la exposición al sol.
Si no tienes el lujo de tener un jardín, siempre puedes cultivar tus plantas en un balcón o terraza siguiendo la misma lógica. Si prefieres ocultar tus plantas, puedes llevar a cabo un cultivo de guerrilla. Este método consiste en cultivar cannabis en medio de la naturaleza para evitar que te descubran.
Cuando encuentres el sitio adecuado, plantéate la posibilidad de sembrar otras plantas que hayan crecido cuando vayas a trasladar tu cannabis al exterior. Estas especies beneficiosas ayudan a disimular el olor y la presencia de tu cultivo, ahuyentan las plagas y atraen insectos beneficiosos.
PASO 4: PREPARA EL SUELO CON UN FERTILIZANTE COMO MONSTER BUD MIX
Ahora que ya tienes el sitio ideal, es hora de preparar el alimento para tus plantas. Al igual que los humanos, las plantas de marihuana necesitan una dieta equilibrada. Sus raíces extraen minerales del suelo para fabricar proteínas, realizar la fotosíntesis y crear flores. Si no obtienen esos minerales, tus plantas desarrollarán deficiencias, crecerán muy despacio y producirán cosechas pobres.
Un sustrato vivo y de calidad ayuda a que tus plantas crezcan sanas y produzcan los mejores resultados. El suelo contiene algo más que nutrientes. Un suelo vivo y sano contiene todos los hongos, bacterias y microorganismos beneficiosos que tus plantas necesitan para crecer. Puedes preparar tu propio sustrato a partir de un compost casero.
Si nunca lo has hecho y necesitas un sustrato de manera urgente para la próxima temporada, te recomendamos comprar tierra abonada y mejorarla con Monster Bud Mix. Esta mezcla ecológica y vegana contiene todos los nutrientes que necesitan las plantas desde la etapa de la plántula hasta el momento de la cosecha. Solo tienes que mezclar 150g por cada 22 litros de sustrato, y listo.
PASO 5: TRASPLANTA LAS PLÁNTULAS Y SÁCALAS AL EXTERIOR
Tras la última helada, tus plantas estarán listas para enfrentarse a los elementos. Puedes trasplantar las plántulas directamente al suelo o en macetas llenas del sustrato que has preparado en el paso 4. Cualquier tiesto sirve, pero los de geotextil ofrecen numerosas ventajas, como un mayor flujo de aire y una mejor hidratación del sistema de raíces.
Maceta De Geotextil
Gracias a su rápida tasa de crecimiento, las semillas autoflorecientes se pueden sembrar directamente en la maceta final. Pero las variedades fotoperiódicas necesitan un tiempo para adaptarse a su nuevo hogar. Trasplántalas de forma gradual en macetas más grandes a medida que vayan creciendo, hasta llegar al recipiente del tamaño adecuado.
Haz un orificio en el centro del sustrato. Pon la mano sobre la parte superior de la maceta que contiene el plantón, y dale la vuelta. Aprieta ligeramente los lados del recipiente hasta que salga el bloque de tierra y raíces. Coloca el plantón en el agujero y cubre las raíces con tierra. Riega bien la tierra para dar la bienvenida a tu planta a su nueva morada, pero sin pasarte. Sitúa las plantas recién trasplantadas entre los cultivos asociados en el lugar elegido.
PASO 6: CUIDA DE TUS PLANTAS REGÁNDOLAS CON AGUA Y FERTILIZANTES
Las plantas de marihuana no son muy exigentes. Asegúrate de proporcionarles suficiente agua y alimento, y prácticamente se cuidarán solas. Pero es importante no pasarse con estos dos aspectos. Una vez que hayas saturado el suelo, espera a que la capa superior se seque antes de volver a regar. Una cantidad excesiva de agua puede impedir que las raíces respiren, lo que hará que se pudran, y además dificulta la absorción de nutrientes.
Si usas un compost de calidad o Monster Bud Mix, tus plantas tendrán todos los alimentos que necesitan. Pero si el medio de cultivo tiene un contenido bajo de fertilizantes, tendrás que añadirlos. Consigue una mezcla de fertilizantes ecológica y de calidad y sigue las instrucciones de la etiqueta. En comparación con las variedades fotoperiódicas, las autoflorecientes prefieren una cantidad menor de nutrientes, en líneas generales, entre un cuarto y la mitad de una dosis normal.
PASO 7: PROTEGE TUS PLANTAS DEL MOHO Y LAS PLAGAS E INSPECCIONA LAS HOJAS
El ser humano no es la única especie a la que le gusta el cannabis. Algunos insectos y criaturas más grandes también se alimentan de plantas de marihuana siempre que tienen oportunidad. Pero no te preocupes, porque esto tiene fácil solución, solo tienes que poner en práctica los siguientes pasos.
Inspecciona tus plantas de forma habitual (tallo, haz y parte inferior de las hojas y cogollos) en busca de plagas. Puedes quitarlas con la mano o introducir insectos beneficiosos, como las mariquitas, para eliminarlas de tu espacio de cultivo. Usa estas técnicas para aprender a identificar y prevenir infecciones como la podredumbre del cogollo.
Las deficiencias de nutrientes también pueden afectar al cultivo. Afortunadamente, a las plantas de cannabis se les da muy bien comunicar sus problemas a través de las hojas. Utiliza esta guía para identificar y tratar deficiencias específicas.
Las deficiencias no siempre se producen por la ausencia de algún elemento en el suelo. La marihuana también necesita un determinado pH para absorber nutrientes. Si el pH es demasiado alto o demasiado bajo, puede producirse un bloqueo de nutrientes. Es recomendable usar un medidor de pH. Aprende a ajustar el pH del suelo aquí. Aunque el control del pH puede ser útil, no es una tarea imprescindible, sobre todo en tu primer cultivo.
PASO 8: SI QUIERES, PUEDES ENTRENAR TUS PLANTAS PARA AUMENTAR SU PRODUCCIÓN
El entrenamiento de las plantas es una forma estupenda de incrementar la producción. No es estrictamente necesario, pero ayuda a mantener el cannabis bajo control, proporciona mayores cosechas y aumenta su exposición a la luz. Un método para principiantes conocido como entrenamiento de bajo estrés (LST) consiste en atar con cuidado el tallo principal y las ramas, de forma que la copa quede expuesta a una mayor cantidad de luz, y además estimula el crecimiento lateral. El LST se traduce en numerosos puntos de floración a la misma altura, en lugar de desarrollar una única cola central rodeada de flores más pequeñas.
El main-lining es una forma más agresiva de entrenamiento. Incrementa la cosecha permitiendo que el cultivador controle la forma que adoptan sus plantas. Consiste en podar la planta por encima del primer nudo para dar lugar a dos tallos. Los brotes de estos tallos primarios crecerán a la misma altura y tendrán mucho espacio para desarrollarse. Con este método, se pueden generar entre 8 y 32 puntos de floración independientes.
TEN PACIENCIA
Sigue los pasos anteriores y consigue una cosecha exitosa y gratificante al aire libre. Cuando hayas terminado, solo es cuestión de esperar. ¡No olvides hacer inspecciones rutinarias y podrás cosechar cogollos de gran calidad muy pronto!