Cómo Camuflar Tus Plantas De Marihuana En Exterior
Mantener un cultivo de cannabis en secreto es fundamental para la mayoría de cultivadores. En este artículo, veremos cómo esconder tu cultivo cuando cultives en exterior, para que nadie pueda ver ni oler tus queridas plantas.
La marihuana que se cultiva en exterior tiene un aspecto precioso, puede alcanzar dimensiones gigantescas y producir cosechas enormes. Para los que pueden cultivar al aire libre, esta opción suele ser la mejor. Sin embargo, incluso los que disponen de espacio para hacerlo pueden necesitar mantener su cultivo exterior oculto de miradas y narices indiscretas.
En este artículo, veremos cómo camuflar un cultivo de marihuana en exterior para mantenerte a ti y a tus plantas a salvo.
¿Por qué es importante ocultar tu cultivo de cannabis de exterior?
Tanto si eliges cultivar en tu jardín como si lo haces en guerrilla en lo más profundo del bosque, la discreción es fundamental. La razón principal por la que los cultivadores de marihuana de exterior optan por camuflar sus cultivos es porque es ilegal cultivar hierba en su región. En algunos países europeos, por ejemplo, técnicamente es posible recibir una condena a cadena perpetua por la producción de cannabis, lo que convierte la discreción y el camuflaje en una cuestión de máxima importancia.
E incluso en países donde el cultivo de marihuana no conlleva penas de cárcel, a menudo se mira con desagrado y desprecio, y podría afectar a las relaciones con tus vecinos, el casero, etc.
Por estas razones, si cultivas marihuana en un lugar donde no está bien visto, puede ser buena idea mantener tu cultivo en secreto. Incluso si no lo camuflas por completo, hacer un intento de protegerlo de la simple vista puede marcar una gran diferencia en cómo la gente te ve a ti y tu hobby, en comparación con cultivar varias plantas de cannabis enormes a la vista de los vecinos o viandantes.
¿Cómo ocultar un cultivo de marihuana en exterior?
Hay muchas formas de crear un cultivo furtivo en exterior. Desde ocultar totalmente tus huellas hasta despistar a los demás de tus posibles actividades hortícolas ilegales.
Ten en cuenta que ninguna de las técnicas que se mencionan a continuación ofrece una protección total, y siempre existe cierto riesgo asociado al cultivo de cannabis en lugares donde es ilegal. En última instancia, depende de ti valorar los riesgos y decidir si crees que merece la pena cultivar en exterior o no.
Añade flores falsas y plantas decorativas en macetas
Si necesitas camuflar rápidamente un cultivo y ayudar a que se integre en el entorno, entonces necesitarás un remedio instantáneo. Si actualmente tienes un jardín bastante desnudo, valora la opción de poner plantas falsas y/o plantas decorativas en macetas que puedas comprar y utilizar de inmediato.
Si solo cultivas unas cuantas plantas de marihuana pequeñas, mezclarlas con plantas falsas o decorativas puede ser suficiente para que pasen desapercibidas y no llamen la atención.
Sin embargo, recuerda que las plantas de marihuana son bastante distintas, e incluso quienes nunca hayan visto una en primera persona probablemente puedan identificarla nada más verla, así que unas cuantas plantas en macetas no van a hacer que una o varias plantas de marihuana sean imposibles de reconocer. Además, ningún camuflaje visual puede ocultar el aroma delatador del cannabis (hablaremos de esto más adelante).
Camuflaje con cultivos asociados
Algo que puede ser más útil que las plantas falsas o las simples plantas decorativas en maceta es la asociación de cultivos. Estas plantas obviamente también pueden estar en macetas más pequeñas, pero también pueden ser plantas más grandes, más maduras y, por lo tanto, más grandes.
La ventaja de cultivar entre plantas asociadas maduras es que ofrecen un elevado nivel de camuflaje visual. Un par de plantas de cannabis que crecen entre otras plantas grandes y diversas tienen muchas más posibilidades de confundirse con el resto de la vegetación y pasar desapercibidas.
Además, algunas plantas, como la albahaca, la menta y la lavanda, pueden ayudar a enmascarar el olor de la hierba. Por supuesto, cuando una planta de cannabis está en plena floración, no se puede hacer mucho para disimular el olor, pero los cultivos asociados ayudarán a tapar y enmascarar los olores más sutiles.
Las plantas asociadas también ofrecen otras ventajas además de camuflaje y protección. Pueden ayudar a disuadir o distraer a los depredadores que en caso contrario se comerían tu marihuana, y también pueden atraer insectos beneficiosos que a su vez se dan un festín con las criaturas que comen cannabis.
Los cultivos asociados para cannabis son:
Plantas altas y matorrales
Si quieres llevar la discreción al siguiente nivel, incluso puedes cultivar plantas mucho más grandes, arbustos y matorrales. Algunos cultivadores no tienen esta opción, pero los que sí la tienen pueden ocultar totalmente su cultivo.
Este tipo de plantas pueden tardar años en crecer, así que en la mayoría de los casos solo podrás utilizar esta opción si ya las tienes. Pero si te gusta adelantarte a los acontecimientos, ¿por qué no plantas algunas ahora y disfrutas las ventajas en los próximos años?
Monta un invernadero
Las estructuras artificiales son una forma muy fácil de ocultar un cultivo. Un invernadero suele ser la mejor opción, ya que no llama la atención, tiene todo tipo de formas y tamaños, y ofrece unas condiciones de cultivo ideales para las plantas de marihuana.
Normalmente, las plantas que crecen dentro de un invernadero son difíciles de distinguir, sobre todo si hay más de un tipo de especie en su interior. En caso de duda, puedes incluso utilizar una cubierta traslúcida, que es lo habitual en los invernaderos. De esta forma, más allá de una mancha verde borrosa, la gente no tendrá ni idea de lo que estás cultivando.
Los invernaderos no son las únicas opciones, aunque suelen ser la mejor. También puedes colocar mallas o redes para disimular tus plantas. Sin embargo, según cómo y dónde las coloques, pueden llamar la atención por sí solas, ya que podrían dar a entender que estás ocultando algo tras ellas. Sin embargo, si se colocan en un rincón del jardín, no llamarán demasiado la atención.
Elige variedades con poco olor
En cuanto al olor, si de verdad te preocupa, probablemente sea mejor que te decantes por cepas poco aromáticas para evitar el problema en primer lugar. Estas variedades se crían especialmente para que desprendan el menor olor posible o, por su propia naturaleza, no desprenden un olor muy fuerte.
Por supuesto, la desventaja de esto es que, a la hora de fumar, puede que no consigas esas fragancias intensas que ofrecen algunas variedades de marihuana. Sin embargo, la ventaja es que el olfato de los demás probablemente no detectará que estás cultivando hierba.
Cultivar variedades con poco olor también puede ser más respetuoso, dependiendo de dónde cultives. Aunque tus vecinos toleren o apoyen tu afición por el cultivo de cannabis, puede que no estén tan agradecidos de que septiembre apeste a hierba. Así que cultivar variedades menos olorosas puede ser una buena forma de mantener a los vecinos a tu favor.
Piensa en aplicar LST o ScrOG
Las plantas de marihuana que alcanzan los tres metros de altura y se convierten en auténticos monstruos obviamente van a llamar mucho más la atención en comparación con las plantas más pequeñas que no llegan al metro. Aunque muchos de nosotros soñamos con cultivar sativas gigantes que toquen el cielo, este tipo de plantas también pueden hacer que se presente la policía.
Así que plantéate plantas más pequeñas. Una opción es cultivar plantas que sean pequeñas por naturaleza, pero esto puede ser bastante complicado cuando se cultiva al aire libre. Sin embargo, si te atreves, puedes utilizar técnicas de entrenamiento, como el entrenamiento de bajo estrés (LST) o el Screen of Green (ScrOG).
El primer método consiste simplemente en atar las plantas por los laterales cuando son jóvenes para que se desarrollen horizontalmente. Esto puede mantener las plantas mucho más cerca del suelo y aumentar su producción al exponer más cogollos a la luz solar directa.
El ScrOG consiste en cultivar las plantas a través de una malla y atarlas lateralmente a ella. Una vez más, esto fomenta el crecimiento horizontal y expone más zonas de cogollos a la luz solar directa, lo que mejora la cosecha final y ayuda a mantener las plantas bajo control.
Ninguna de estas dos técnicas debería estresar demasiado a las plantas e incluso cultivadores principiantes pueden practicarlas con seguridad. Simplemente asegúrate de informarte bien sobre las técnicas y ten siempre mucho cuidado al manipular las plantas.
Elige con cuidado el lugar donde cultivar
Por último, pero no por ello menos importante, elige una buena ubicación.
Ejercita la teoría de la mente y percibe tu espacio de cultivo desde el punto de vista de los demás. Da igual lo visible que sea tu cultivo desde la ventana de tu habitación, sino que lo importante es la persectiva desde la ventana de tu vecino o desde la calle. Cultiva donde sea menos visible para los que miran desde fuera.
No olvides combinar la discreción con la facilidad de acceso
Cuando elijas dónde plantar y cómo camuflar tu cultivo, ten en cuenta que también tienes que cuidarlo. Un cultivo de guerrilla en medio de un bosque puede estar totalmente protegido de las miradas, pero ¿podrás llegar a tus plantas con la facilidad necesaria para cuidarlas? Además, ¿recibirán ocho horas de luz solar directa al día en ese sitio?
Si cultivar al aire libre supone un grave peligro para ti y tienes que hacer todo lo posible para proteger las plantas, plantéate si merece la pena. ¿Un cultivo de interior te exigiría menos y supondría menos riesgos? Entonces no te compliques la vida más de lo necesario. Elijas donde elijas cultivar tu hierba y hagas lo que hagas, asegúrate de que la tratas bien y le das lo que necesita. Elige siempre variedades, lugares y técnicas de cultivo que se adapten a ti y a tu estilo de cultivo. ¡Mucha suerte!