Cultiva Marihuana En Un Patio O Jardín
Cultivar marihuana al aire libre ofrece varias ventajas, entre las que generalmente se incluyen mejores cogollos. Así que si dispones de espacio para plantar en exterior, ¡te recomendamos probarlo!
Si quieres cultivar marihuana, lo primero que debes preguntarte es si vas a hacerlo en interior o exterior. Desafortunadamente, mucha gente no tiene jardín o patio, por lo que no tienen la posibilidad de plantar al aire libre. Pero si tienes la suerte de disponer de un espacio exterior adecuado, es una excelente opción por muchas razones.
Por lo general, somos partidarios de cultivar al aire libre, siempre y cuando sea seguro hacerlo. No te arriesgues a meterte en problemas por plantar marihuana; las consecuencias pueden ser muy duras en algunos países.
En este artículo, analizamos las ventajas e inconvenientes de cultivar marihuana en el jardín o patio, y algunos consejos para hacerlo con éxito.
¿Por qué cultivar marihuana en tu jardín?
Hay muchas razones para plantar cannabis en tu jardín. Si dispones de un espacio adecuado y vives en una región donde es legal cultivar marihuana, hay pocas razones para no hacerlo en los meses más soleados del año. Es barato, requiere menos trabajo que el cultivo interior y produce buenos resultados.
A continuación, veamos los pros y contras de plantar marihuana en exterior.
Ventajas de cultivar en el patio o jardín
Cultivar marihuana al aire libre ofrece varias ventajas:
- Aprovechas la luz del sol: siempre y cuando no esté nublado, el sol produce una luz de mejor calidad que las luces de cultivo (incluso las más caras y de alta tecnología), y las plantas crecerán óptimamente bajo su resplandor. Cultivar bajo la luz del sol es una de las formas más eficaces (y rentables) de producir marihuana.
- Ahorras dinero: cultivar al aire libre es increíblemente barato comparado con un cultivo de interior. Tener que comprar un armario de cultivo, luces, sistemas de ventilación y demás puede costar cientos, si no miles, de euros. Plantar en exterior solo requiere tierra, abono, macetas y semillas (y tal vez una regadera). Si no quieres gastar una fortuna, cultiva al aire libre.
- Resulta más agradable: para mucha gente, salir al jardín es más agradable que abrir un armario de cultivo y trabajar bajo luces artificiales. La horticultura y jardinería al aire libre son excelentes para la salud mental y física, y cultivar marihuana no es ninguna excepción.
- Resultados extraordinarios: las plantas que crecen en el exterior pueden alcanzar un tamaño enorme, debido en parte a que disponen de más espacio y de luz solar, así como a una larga temporada de cultivo. Por lo general, las plantas cultivadas en exterior producirán grandes cosechas.
- Múltiples cosechas en una sola temporada: si cultivas autoflorecientes con un breve ciclo de cultivo, puedes conseguir fácilmente dos o tres cosechas en una sola temporada de exterior, por lo que puedes tener un montón de cogollos cuando llegue el invierno. Si no dispones de mucho espacio, es una buena forma de cultivar varias plantas.
- Requiere menos trabajo: en general, si todo va sin problemas, plantar en exterior requiere menos trabajo por parte del cultivador que hacerlo en interior, por lo que es una experiencia más relajada.
Inconvenientes de cultivar en el patio o jardín
Plantar al aire libre puede tener algunas desventajas, entre las que se incluyen:
- Legalidad: para la mayoría de gente, cultivar cannabis es ilegal. Así que, según donde vivas, plantar en exterior de forma visible puede suponer un gran riesgo. En ese caso, es fundamental aplicar medidas para disimular el cultivo, aunque también podría ser mejor cultivar en interior, donde tus plantas estarán totalmente ocultas, o hacer un cultivo de guerrilla lejos de casa.
- Menos control: en interior, puedes controlar prácticamente todos los factores ambientales, mientras que en exterior no controlas casi ninguno. Si hace buen tiempo durante el verano, no habrá problemas. Pero si es un verano nublado, lluvioso y con mucho viento, puede que tu cultivo exterior no sea tan productivo como esperabas.
- Plagas y enfermedades: cuando cultivas al aire libre, estás a merced de la naturaleza. Las plagas y enfermedades pueden llegar más fácilmente a tus plantas si están en el jardín, lo que significa que debes estar pendiente de ello y actuar con rapidez si afectan a tu cultivo. En ocasiones, puedes perder toda la cosecha por culpa de algún bicho o patógeno. Pero si dispones de los conocimientos adecuados, tendrás muchas más posibilidades de evitar un desastre.
Consejos para cultivar en el jardín
Cultivar en exterior es bastante diferente a plantar en interior, por lo que es importante conocer algunos detalles para poder hacerlo bien y conseguir la máxima cosecha posible. Cultivar al aire libre no es especialmente difícil, simplemente debes saber qué hacer.
Elige un buen lugar para las plantas
Elegir un lugar adecuado para las plantas es absolutamente crucial. Para empezar, debes tener en cuenta cuánta luz solar directa recibe ese lugar; lo ideal es que reciba al menos 8 horas al día, ya que de lo contrario las plantas serán menos productivas de lo que podrían ser. Además, cuantas más horas de luz reciba hacia el mediodía, mejor, ya que esa luz es más intensa. Otra opción es cultivar las plantas en macetas, de modo que puedas ir moviéndolas de sitio para que reciban la mayor cantidad de sol posible, y también podrás moverlas al interior si hace mal tiempo.
Además de las horas de luz solar durante el día, también debes tener en cuenta la oscuridad por la noche. Si el lugar elegido para tus plantas está justo debajo de una farola, puede que las plantas fotoperiódicas no perciban la oscuridad por lo que no empezarán nunca a florecer; o si lo hacen, podrían sufrir problemas de desarrollo. Las plantas fotoperiódicas necesitan la oscuridad tanto como la luz. Si crees que la luz nocturna puede ser un problema, cultiva plantas autoflorecientes, ya que no necesitan un periodo de oscuridad determinado. Pero si decides cultivar plantas fotoperiódicas y te preocupa que la luz nocturna afecte a las horas de oscuridad, puedes montar una pequeña estructura con una lona que cubra las plantas por la noche, garantizando así la oscuridad absoluta.
Aunque la luz es sin duda un factor importante a considerar, también debes tener en cuenta la visibilidad de las plantas. ¿Estará muy expuesto tu cultivo? ¿Tienes vecinos fisgones que llamarán a la policía, o estarás a salvo? Tómate esto en serio, ya que podrías meterte en graves problemas.
Además, también debes pensar en factores como el drenaje y la retención de humedad de la tierra (si cultivas en el suelo), ya que no querrás cultivar en una tierra encharcada que ahogue las raíces, ni tampoco querrás que estas se sequen. Este es otro motivo por el que puede ser conveniente cultivar en macetas, o en bancales elevados con tierra adecuada para el cannabis y enriquecida con compost.
Espera a que pasen las heladas
No debes sembrar las semillas o plantar las plántulas en el exterior hasta que hayan pasado las heladas, ya que de lo contrario se morirán con las temperaturas bajo cero. Para sacar el máximo provecho de tus plantas, puedes sembrarlas en interior en febrero o marzo, y luego sacar las plántulas al exterior en abril o mayo, cuando ya no haya riesgo de heladas.
Las fechas exactas en que puedes empezar a plantar en exterior variarán según el lugar donde vivas, así que procura informarte bien del calendario de cultivo de cannabis en tu localidad.
Usa mallas o barreras naturales para resguardar tus plantas
Hay varias razones para resguardar tus plantas, ya sea para ocultarlas de los vecinos, para protegerlas de los elementos o como medida de prevención de plagas. Si tu jardín tiene un seto o arbustos, o una valla, esto puede servir para proteger tu cultivo. De lo contrario, también puedes colocar mallas o paneles para ocultar tus plantas y protegerlas de los vientos fuertes.
Los cultivos asociados ofrecen muchas ventajas
Los cultivos asociados son muy útiles para las plantas de marihuana en exterior. Además de ayudar a camuflar el cannabis, pueden alejar algunas plagas de tus plantas y atraer insectos beneficiosos que ayudarán a eliminar ciertas plagas. Además, añadir más plantas a tu jardín aumentará su biodiversidad y belleza, por lo que no tienes nada que perder.
Cultiva en invernadero si vives en climas fríos
Si vives en una latitud con un clima frío y veranos cortos, no tienes por qué renunciar a la idea de cultivar en exterior. De hecho, algunas variedades de crecimiento rápido pueden crecer incluso en los veranos más cortos, especialmente las autoflorecientes.
Pero también tienes la opción de elegir un término medio entre el cultivo interior y exterior, y usar un invernadero o incluso una terraza acristalada. Estas alternativas ofrecen la mayor parte de las ventajas del cultivo exterior (puedes aprovechar la luz del sol y no necesitas aparatos de cultivo), pero además mantienen el calor y protegen las plantas de las inclemencias del tiempo, lo que en algunos lugares es absolutamente necesario.
¿Es legal cultivar cannabis en tu jardín?
Depende de dónde vivas. Cultivar marihuana sigue siendo ilegal en la mayoría de países, y si no conoces bien la legislación local deberías informarte incluso antes de comprar las semillas (ya que estas también son ilegales en algunos países).
Conocer la situación legal del cannabis en tu país es muy importante para evitar meterte en problemas.
Cultiva marihuana en tu patio o jardín
Si no corres el riesgo de ir a la cárcel o pagar una multa considerable, te recomendamos cultivar cannabis en tu patio o jardín, para que las plantas crezcan como dicta la naturaleza. No solo es mucho más barato que plantar en interior, sino que puede dar mejores resultados y proporciona una sensación de paz y felicidad que no encontrarás en un cultivo interior.
Además, cultivar al aire libre es bastante fácil, por lo que no es una misión demasiado complicada. Realmente, lo único por lo que debes preocuparte es la legalidad. Pero si es legal o no te importa correr ese riesgo, hay pocas razones para no cultivar en exterior, siempre y cuando dispongas de un lugar adecuado.