Cultivar Cannabis Con Hidro
El cultivo de cannabis con hidropónicos puede impulsar una cosecha más allá de su potencial natural. Ofrece muchas ventajas al cultivador que esté dispuesto a asumir un desafío mayor, y premia el esfuerzo y la perseverancia en especie, con unos excelentes rendimientos de brote de gran calidad. Sin embargo, a pesar de todas las ventajas que tiene el cultivo hidropónico, también hay varios inconvenientes - que es importante que conozcas antes de decidirte por este método.
¿Qué es el cultivo hidropónico de cannabis?
El cultivo hidropónico utiliza agua como principal medio de cultivo. En lugar de enraizar en la tierra, las plantas se suspenden en unas cestas o macetas de malla especialmente diseñadas, llenas de un sustrato inerte, generalmente fibra de coco, lana de roca o guijarros de arcilla. Entonces, las raíces crecen desde el fondo de la maceta hasta un depósito de agua situado debajo. Los cultivadores mezclan este agua con todos los nutrientes que las plantas necesitan durante las diferentes etapas del ciclo de cultivo.
Cuando las plantas crecen en tierra, dependen de los microorganismos (incluyendo varias especies de hongos) para descomponer la materia orgánica en nutrientes utilizables. Estas moléculas se absorben a través de las raíces y se distribuyen por toda la planta. En un sistema hidropónico, este primer paso no es necesario. Las raíces tienen acceso instantáneo a los nutrientes liberados. Esta facilidad de acceso permite que las plantas adquieran mayor tamaño, crezcan más rápidamente y produzcan cosechas superiores.
El cultivo de plantas sin tierra podría parecer un invento moderno, pero las evidencias sugieren que los agricultores han usado métodos hidropónicos durante miles de años. La técnica se remonta al año 600 a.C., cuando los horticultores suministraban agua del río Éufrates a los Jardines Colgantes de Babilonia. Los aztecas también montaron jardines hidropónicos flotantes en el lago Texcoco durante los siglos X y XI.
Hay varios tipos de sistemas hidropónicos: desde sistemas más simples como el DWC (Deep Water Culture) hasta otros más sofisticados como el sistema de flujo y reflujo. Sigue leyendo para aprender a montar tu propio cultivo hidropónico.
Cómo crear un sistema hidropónico
Todos los sistemas hidropónicos comparten el mismo principio básico: las plantas crecen en un medio sin tierra y reciben todos los nutrientes a través de una mezcla a base de agua. Los diferentes sistemas utilizan medios distintos para suministrar esta mezcla nutritiva a las plantas.
El DWC es el método hidropónico por excelencia. Es relativamente barato, fácil de entender y simple de construir. Un sistema DWC consta de una bandeja, un depósito, macetas de malla, piedra difusora de aire y bomba de agua. Los cultivadores ponen las plantas en las macetas de malla y colocan cada maceta en la bandeja. La bandeja actúa como una tapa sobre el depósito. Finalmente, las raíces crecen hacia la mezcla fertilizante situada debajo.
Las células de las raíces necesitan oxígeno para mantenerse vivas. Cuando crecen en tierra, esto no es un problema. Sin embargo, en el agua cuesta respirar. Accionada por una bomba eléctrica, la piedra difusora airea el agua, suministrando a las raíces un flujo constante de oxígeno.
Aprende a montar tu propio sistema DWC con ayuda de nuestra guía de cultivo. Si te gustan las alternativas caseras y baratas, ¡aprende a hacer uno con una botella de refresco!
Cultivo hidropónico: pros & contras
Cultivar cannabis con el método hidropónico es una excelente forma de llevar las cosas al siguiente nivel, solo tienes que asegurarte de conocer las ventajas y desventajas de este sistema.
Las Ventajas del Cultivo de Cannabis con Hidroponía
• Mayor Rendimiento
El cultivo hidropónico permite obtener unos rendimientos mucho más abundantes en zonas más pequeñas, aumentando el ratio cosecha/espacio de un cuarto de cultivo, y ofrece una mayor rentabilidad para los cultivadores comerciales.
• Mejor Control de Calidad
La naturaleza del cultivo hidropónico permite un mayor control del crecimiento de una planta de cannabis. Este control total a menudo resulta en una mejor calidad de brote que la que hubiera tenido de plantarse en tierra
• Puede ser Mucho más Rápido
El cannabis cultivado con un sistema hidropónico madura más rápido. Como resultado, los rendimientos se obtienen mucho más rápido y se puede pasar a un nuevo cultivo inmediatamente. Se pueden obtener hasta 6 cosechas por año con un solo sistema hidropónico.
• Menos Plagas, Menos Enfermedades
Al no haber tierra, no habrá que preocuparse por las plagas y enfermedades que se originan en el suelo.
• Por lo tanto, Menos Pesticidas
Una menor probabilidad de plagas significa que apenas hay necesidad de usar pesticidas - lo que aumenta la calidad del cultivo.
• Menos Estrés
Siempre que un sistema hidropónico se controle de forma adecuada, es mucho menos probable que cause estrés por agua que en un cultivo en tierra, aunque el cultivo hidropónico se basa exclusivamente en el agua.
• Más Eficiente
Las plantas de cannabis cultivadas con sistemas hidropónicos hacen un mejor uso del agua y los fertilizantes que cuando se cultivan en el suelo. Esto no solo significa que se pueden obtener mejores resultados, también supone que no hay que alimentarlas tanto.
• Un Servicio Personalizado
Al ofrecer los sistemas hidropónicos un mayor control, es mucho más fácil adaptar el horario de alimentación a las necesidades individuales de cada cepa o planta. Aunque esto requiere práctica, es una gran ventaja para los veteranos.
Las Desventajas del Cultivo de Cannabis con Hidroponía
• Se Necesitan Muchos Conocimientos y Habilidades
La principal desventaja en lo que respecta a los cultivos hidropónicos es que la mayoría de las ventajas anteriormente mencionadas no sirven a menos que se cultive con cierto grado de destreza. Una vez que hayas aprendido a cultivar con métodos hidropónicos, la calidad de tu cannabis puede dispararse, pero para llegar a este punto hace falta mucha paciencia y práctica.
• No es Barato
Un buen sistema hidropónico no es nada barato, y la inversión inicial puede ser un poco intimidante para los cultivadores aficionados, sobre todo en comparación con el costo/beneficio de cultivos en suelo.
• La Higiene es Clave
Aunque se dan menos enfermedades, las que se dan se cogen con mayor facilidad. Las enfermedades transmitidas por el agua se extienden como la pólvora, y una vez que se cogen son muy difíciles de eliminar. Hay que mantener todo lo más estéril posible, sobre todo si es un cultivo hidropónico de exterior.
Como ves, la hidroponía tiene muchas ventajas, pero hay que tener habilidad, paciencia y un poco de dinero para hacerlo bien. Si estás pensando en probarlo, asegúrate de investigar primero sobre el tema, saber de qué el cuidado del cannabis y tener el dinero necesario. Una vez que lo domines, serás recompensado como un rey, solo tienes que superar esos obstáculos iniciales.
¿Qué es un substrato?
Cualquiera que desee cultivar mediante un sistema hidropónico debe tener muy en cuenta qué clase de substrato va a utilizar. Hoy en día existe una amplia gama disponible. Los más comunes son lana de roca, granos de arcilla expandida, fibra de coco (coco), varias mezclas de céspedes, piedras de lava, perlita y vermiculita. Es importante elegir aquella que más se adapte a tu sistema de cultivo. Pero, ¿realmente necesitas un substrato? ¿Para qué sirve? ¿Cómo funciona?
Existe el malentendido entre los cultivadores de que la tarea del substrato tiene que ver solamente con la relación entre aire y agua en la raíz de la planta; en realidad, el papel del substrato es apenas un 15% responsable del crecimiento de la planta; el otro 85% está en las manos del cultivador.
El substrato es el medio en el que crece la planta. Suele ser un sólo material o una combinación de varios, con el que apoyar, airear y controlar la distribución del agua. De hecho, en lo que a la planta se refiere, el substrato debe poder retener agua, oxigeno y nutrientes, drenarse correctamente y permanecer neutral para que no interfiera con el desarrollo de la planta. En lo referente al cultivador, el substrato debe reaccionar a varios factores: debe ser fiable, económico y ligero. Debe ser fácil de usar y de tirar, que no contamine y que sea biodegradable. Y si eres un perfeccionista, también debe ser natural.
¿Tengo que usar un sustrato?
Para algunos, todas estas condiciones resultan bastante fastidiosas de considerar y llevar a cabo, por lo que la siguiente pregunta es: ¿hasta qué punto es necesario el substrato? ¿Puedes cultivar sin uno, o al menos con uno mínimo? Aquí es donde los sistemas aeropónicos, o aero-hidropónicos, empiezan a parecer interesantes. Esta tecnología contesta a las preguntas y lo hace de forma rápida: ¡no se necesita ningún (o muy poco) substrato! Se acabó el cargar con sacos por las escaleras, se acabó el descargar furgones de materiales, se acabaron las plagas del substrato y se acabó el limpiar todo el rato de aquí para allá.
¿Qué son y aeroponico el aero-hidropónico?
Pero, ¿qué es el sistema aeropónico o aero-hidropónico? ¿Has visto alguna vez un sistema de cultivo que pulveriza la solución alimenticia en forma de fina niebla sobre la raíz? Eso es un sistema aeropónico, una técnica donde el agua se distribuye por medio de un pulverizador de alta presión. Esta técnica no se suele usar de forma pura. Aunque a algunas empresas les gusta llamar a sus sistemas “aeropónicos”, los auténticos solamente se pueden observar en institutos de investigación y universidades.
Aeropónico
El sistema aeropónico tiene sus ventajas y sus desventajas. Satura la solución con oxigeno, otorgando a la raíz un entorno muy saludable, y su más interesante aplicación se usa en la propagación de la planta. Pero si quieres conservar la planta hasta que esté madura, notarás que la zona de la raíz se desarrolla muy rápida y profusamente, afectando negativamente al resto de la planta.
Esto no es lo que queremos – el cannabis no es una tubérculo. Incluso si querrías cultivar tubérculos no es siempre práctico, ya que con este sistema las raíces tienden a ser blandas, al estar constantemente sumergidas en agua y nunca desarrollan la frescura típica de un tubérculo como la raíz del regaliz.
Aero-hidropónico
Los sistemas aero-hidropónicos son una variante de los aeropónicos. Comenzaron a usarse a mediados de los 80 en California, donde Laurence Brooke decidió intentar adaptar los sistemas aero-hidropónicos al mercado. Empezó con “EGS” (Ein Gedi System), unidad desarrollada en la Universidad de Davis, California, para estudiar el nivel de oxigeno en el agua y que Brooke convirtió en la mejor unidad de propagación hasta entonces, la “Rainforest”. Esta unidad pulveriza agua en las raíces por medio de una boquilla, no en forma de niebla, sino más como un espray giratorio.
En la actualidad existen diversas variaciones del sistema aero-hidropónico en el mercado; algunas son efectivas, otras no tanto, dependiendo de la experiencia y conocimiento del fabricante. Puedes construir tu propio sistema con ayuda de varias revistas y libros que se venden en algunos almacenes de hidro.
En el sistema aero-hidropónico, el agua se satura de oxigeno por medio de varios métodos: espray, inyección o cascada. Cuenta con una bomba que distribuye el agua a través de distintos tubos de riego y aspersores, antes de volver a caer en la reserva. Un sistema aero-hidropónico bien diseñado debe tener un buen equilibrio entre sus distintos componentes, las correctas proporciones entre las diferentes corrientes de agua y la forma de sus distintas partes (mangueras, depósitos, pulverizadores y aparatos de irrigación).
Substrato y aeroponía o aero-hidropónico
Los sistemas aeropónicos y los aero-hidropónicos, no necesitan de ningún (o muy poco) substrato. Únicamente necesitarás alguna forma de sujetar la planta, normalmente con pequeños botes de coco, redes de plástico o simples anillos de goma, y utilizan agua como substrato. Lo único que falta ahora, es el agua y el cultivador.
Algo de lo que debes asegurarte es de haber erradicado los problemas más graves de tu substrato, pero te preguntarás si hay otros problemas que pueden llegar a ser igual de peligrosos… No, la verdad es que no; para descartar el substrato tradicional del todo, debes estar absolutamente seguro del suministro de agua para la planta, buen control del aire y un entorno neutro. En los sistemas aeropónicos y aero-hidropónicos, esto es la “base”: agua bien oxigenada para las raíces y un buen drenaje.
Una vez dicho esto, el resto está en manos del cultivador. Debe asegurarse de tener una solución nutritiva completa y equilibrada, los EC y pH adecuados, una buena ventilación, temperatura, humedad del aire y métodos higiénicos de trabajo, igual que si cultivaría otra planta cualquiera o usara cualquier otra técnica de cultivo.
¿Es aero-hidropónico una técnica difícil?
Algunas personas creen que los cultivos aero-hidropónicos son una difícil técnica, y hasta cierto punto tienen razón. El único beneficio real de un substrato es que actúa como amortiguador. Lo que significa que, al contrario que con el agua, donde las raíces cuelgan desprotegidas, el substrato envuelve completamente a la raíz y la protege de cambios como la temperatura o la humedad del aire u otros “accidentes” que puedan ocurrir.
Es por esto que se recomienda a los novatos comenzar con un sistema de substratos y más adelante pasarse al aero-hidropónico, una vez que cuenten con más experiencia. Algunos fabricantes ofrecen un sistema de cultivo “duo”, con un kit especial con el que alternar ambos sistemas. Garantiza un apoyo técnico gratis y rápido a sus clientes. Puedes comenzar con el aero-hidropónico si crees que es lo tuyo. Sigue las instrucciones que acompañan al sistema de cultivo y verás que sencillo resulta. Y no te olvides de que, independientemente de la técnica que elijas, el responsable de un desarrollo sano no es el sistema ni el nutriente, sino el cultivador.
Preguntas y respuestas
P1 – En las instrucciones para los substratos leí que los granos de arcilla se deben lavar, ¿hay que lavar también los granos de arcilla nuevos?
R1 – No todos los granos de arcilla son iguales. La mayoría de los que venden para cultivar tienen un pH establecido y es algo que deberás probar hasta que encuentres una marca que te satisfaga. Es fácil de comprobar: coloca un puñado de granos en un recipiente y llénalo de agua con un pH de 6, déjalos en remojo durante toda una noche y por la mañana comprueba el pH. Habrá subido un poco, pero no deberá elevarse a más de 7 si los granos de arcilla son buenos.
No utilices agua destilada o desmineralizada para este experimento, ya que no tienen carácter amortiguador y sospecho que cada tipo piedra elevará el pH a niveles inaceptables. Si los granos de arcilla nuevos aumentan el pH hasta niveles inaceptables, tendrás que dejarlos en remojo en una solución ácida toda la noche. Utiliza ácido fosfórico o nítrico con un pH de 1 a 3.
No esperes que el pH sea perfecto. Existen más factores x aparte de los granos de arcilla que afectan al pH de la solución, incluso antes de que se añadan las plantas al sistema. Es normal que el pH siga aumentando durante el primer par de días. Deberás agregar pequeñas cantidades de ácido todos los días hasta que se estabilice. Existen en el mercado algunos reguladores de pH con capacidades de amortiguación, que pueden ayudar a que el pH se estabilice.
Además del problema del pH, la mayoría de los granos de arcilla tienen mucho polvo. Están recubiertos de una capa de finas partículas de arcilla que pueden obstruir los tubos de riego o el flujo de la bomba. Es mejor lavar los granos antes de usarlos. Una sencilla forma de hacerlo es conseguir un cubo barato y agujerear la base. Pon los granos de arcilla en el cubo y vierte agua sobre ellos; las partículas de arcilla serán eliminadas.
Este método es suficiente para preparar tu substrato de arcilla. Si no te preocupa un posible bloqueo o el enrojecimiento del agua (no daña a las plantas) puedes saltarte el lavado, pero aún tienes que estabilizar el pH para asegurar el éxito del cultivo.
P2 – ¿Es aconsejable detener el cultivo en el interior durante los meses de invierno, cuando la temperatura exterior es más baja? ¿Es difícil mantener una temperatura constante en el lugar de cultivo?
R2 – No es aconsejable detener el cultivo durante el invierno, pero la mayoría de la gente hace lo contrario y lo detiene durante el verano. Es más fácil tratar con el frio que con el calor. La iluminación HPS utilizada en el interior es muy ineficiente y genera más calor que luz. Puedes dejar las lámparas encendidas por la noche, cuando hace más frio. Cuando hay luz, no se necesita un calentamiento extra, incluso con buena ventilación.
Durante el período de oscuridad puedes ajustar la ventilación a un mínimo, un par de minutos por sesión para aclarar la humedad del aire. Un pequeño calefactor eléctrico será suficiente para mantener la temperatura deseada (unos 15°C, dependiendo del tipo de planta). Para hacer clones de raíz, necesitarás una temperatura de unos 20°C, que tampoco es difícil.
P3 – ¿Afecta la luz de las lámparas de sodio a los tubos de plástico o los quiebra con el tiempo?
R3 – Lo que afecta a los tubos de plástico es el espectro de UV. Esta sección se suele filtrar en una lámpara de cultivo. De hecho, la capa más externa del vidrio es un filtro UV. La lámpara seguirá funcionando aunque el vidrio esté roto, pero será bastante peligrosa. Una vez se me rompió un trozo de lámpara, seguramente por un defecto de la bombilla. El agujero estaba en un lugar difícil de ver (¿quien se pone a mirar directamente en una lámpara HSP?). Lo noté porque en una parte de mi jardín, las plantas se habían vuelto amarillas y habían muerto.
El plástico durara más en el interior o en un invernadero que en el exterior. Algunos plásticos tienen más resistencia que otros: el PVC (policloruro de vinilo) envejece más rápido que el PE (polietileno) y el PP (polipropileno). Elige cubos de cultivo con protección de luz y UV; durarán más. En el exterior, el UV no solamente está completamente sin filtrar, sino que la cantidad total de radiación es mucho más alta que la de una lámpara de cultivo, aunque te parezca muy brillante.
P4 – El agua de mi zona es muy dura. ¿Afectará esto a la bomba debido a la acumulación de cal en el sistema hidropónico?
R4 – La dureza del agua se debe principalmente al calcio. Una vez mezclada la solución alimenticia, el calcio forma parte de las sales disueltas. Considéralo un nutriente que no necesitas añadir. En otras palabras, si el agua fuera blanda, lo tendrías que añadir.
Obviamente, querrás utilizar un nutriente con poco o nada de calcio, no para la bomba, sino para beneficio de tus plantas, para que tengan una dieta equilibrada. Un poco de calcio, como ocurre con otros elementos de la solución nutritiva (fósforo, magnesio…) formará un compuesto insoluble, en su mayor parte carbonato, que se acumula en las tuberías. Es parte del crudo que forma el sistema (polvo, material orgánica muerta, etc.).Deberás proteger tu bomba de todo esto mediante un buen filtro.
P5 – Mi cultivo es en el exterior, en un invernadero, ¿es posible trasladar las plantas al interior para hacerlas florecer? Si es posible, ¿cómo?
R5 – Lo que se suele hacer es lo contrario: cultivar una planta en el interior durante el invierno para trasladarla al exterior en primavera, cuando ya ha crecido, y de esta manera obtener una temprana cosecha, seguida, la mayoría de las veces, de una cosecha tardía en el otoño. La mayoría de las plantas jóvenes cultivadas en nuestra región son foto periódicas: su ciclo de floración depende de la calidad de la luz (en el otoño, debido a la posición del sol, la luz cambia al extremo rojo del espectro) y del número de horas de ésta.
De hecho, es más complicado y la planta llega a su floración para cuando está en una oscuridad constante. Puedes llevar a floración a casi cualquier planta fotosintética proporcionándole 12 horas de oscuridad total y 12 horas de luz con una lámpara con muchas ondas amarillas y rojas, como una lámpara de sodio. No te olvides de mezclar la solución nutritiva con un contenido más alto de fosfato y magnesio. Esto ayudara a la floración.