¿Qué Son Las Semillas De Marihuana Feminizadas?
¿Qué son las semillas de marihuana feminizadas? ¿En qué se diferencian de las regulares y autoflorecientes? ¿Qué debes saber para obtener los mejores resultados a la hora de cultivarlas? En este artículo respondemos a estas y otras preguntas.
Hay tres tipos principales de semillas de cannabis en el mercado: feminizadas, autoflorecientes y regulares. Pero, ¿qué son las semillas feminizadas? y ¿en qué se diferencian de las variedades regulares y autoflorecientes? En este artículo explicamos todo esto, así como sus pros y sus contras y lo que hay que saber para cultivar semillas feminizadas.
Introducción a las semillas de marihuana feminizadas
De entre todos los tipos de semillas de cannabis disponibles, la variedad más popular son las feminizadas. Prácticamente todos los cultivadores de Europa (95%) las utilizan para cultivar marihuana, y por muy buenas razones.
Para empezar, las semillas feminizadas solo producen plantas hembra (al menos el 99% de las veces). Esto es importante porque solo las hembras desarrollan buenos cogollos, mientras que las plantas macho no son demasiado útiles. Dicho de otra manera, con las semillas de marihuana feminizadas podrás cultivar hierba sin tener que preocuparte de que crezcan plantas macho. Pero no siempre ha sido así de fácil. De hecho, las semillas feminizadas no aparecieron en el mercado hasta finales de los 90. Antes, lo habitual era el cannabis regular.
Cultivar marihuana antiguamente no solo no era tan cómodo como hoy en día, sino que además era mucho menos eficaz. ¿El motivo? Cuando se siembran semillas regulares, hay una probabilidad del 50% de que se conviertan en plantas macho o hembra. Dado que no queremos que las machos polinicen a las hembras (lo que haría que produzcan semillas y resulten en cogollos de mala calidad), debemos identificar a las plantas macho temprano y eliminarlas de la plantación. Lógicamente, este problema no existe con las semillas feminizadas. Además, como todas las plantas dan frutos, el cultivo será el doble de eficiente.
¿Son lo mismo las semillas feminizadas que las fotoperiódicas?
En lo que respecta a la marihuana, los términos feminizada y fotoperiódica se suelen usar indistintamente. Sin embargo, no significan lo mismo. Las semillas feminizadas son semillas que garantizan la producción de plantas hembra. Las semillas fotoperiódicas, o fotodependientes, dan lugar a plantas que florecen en función de un cambio en el ciclo de luz.
Por lo tanto, las semillas feminizadas también pueden ser fotoperiódicas, pero no tienen por qué serlo. Por ejemplo, una variedad autofloreciente puede ser feminizada pero no fotoperiódica, ya que su floración estará dictada por el paso del tiempo, y no por el ciclo de luz. Las cepas regulares pueden ser fotoperiódicas pero no feminizadas, ya que pueden producir plantas macho.
En el mercado actual, las variedades más populares son las feminizadas-fotoperiódicas. Muchos cultivadores de cannabis se refieren a las semillas fotodependientes como "semillas feminizadas". Han reinventado el término, por así decirlo. Para la mayoría de la gente, la palabra "feminizada" hace referencia a las semillas que no solo producen plantas hembra, sino que también dependen del fotoperiodo. En resumen, técnicamente son dos términos distintos, pero su uso generalizado los ha convertido en intercambiables.
El sexo de las plantas: machos vs hembras
Ya lo hemos mencionado antes, la principal diferencia entre las plantas macho y hembra es que las hembras desarrollan flores/cogollos, mientras que las macho producen polen. A veces, se obtienen plantas intersexuales o hermafroditas, que producen cogollos además de semillas y vainas. Entonces, ¿cómo se distingue una planta hembra de otra macho? Con las semillas feminizadas, es probable que nunca veas una planta macho, pero siempre es útil saber cómo identificarlas. Estos son algunos aspectos que deberás tener en cuenta:
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Aproximadamente 6 semanas después de la germinación, tus plantas habrán desarrollado sus órganos sexuales, lo que te permitirá identificar su sexo. En el punto donde las ramas se unen al tallo, las plantas hembra desarrollan unos pelos finos, conocidos como pistilos, que salen de una pequeña vaina en forma de lágrima (cáliz).
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Las plantas macho, por otro lado, presentan unas pequeñas bolsas de polen que no tienen pistilos asomando por su parte superior.
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Si una planta tiene sacos de polen y pistilos, es hermafrodita. Estas plantas deben ser tratadas como machos, por lo que deberás eliminarlas, salvo que quieras tener más semillas.
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Las plantas macho suelen ser un poco más robustas que las hembra de una misma variedad. Tienen un tallo más grueso y menos hojas.
¿Por qué (probablemente) no quieres tener plantas de marihuana macho?
Si vas a cultivar tu propia hierba para fumar, vapear, etc., como la mayoría de cultivadores aficionados, no te interesa tener plantas macho. Como ya hemos dicho, solo las hembras producen cogollos de calidad, mientras que las macho desarrollan sacos de polen. Esto hace que las plantas macho sean menos deseadas, o completamente inútiles, para los cultivadores. "Entonces, ¿qué sentido tiene vender semillas regulares?" En la cría de cannabis se necesitan plantas macho para polinizar a las hembras y conseguir semillas. Además, algunas cepas de la vieja escuela pueden no estar disponibles en forma feminizada.
Pros y contras de las semillas feminizadas
Veamos los pros y los contras de las semillas feminizadas, así como lo que se puede (y no se puede) hacer con ellas.
Semillas feminizadas: Pros
Como venimos diciendo a lo largo de este artículo, las semillas de marihuana feminizadas ofrecen numerosas ventajas. Y ahora es un buen momento para ver cuáles son.
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Son rentables
Dado que prácticamente todas (99%) las plantas serán hembras, podrás maximizar tu espacio de cultivo para obtener cogollos de cannabis. Con las variedades regulares, tendrás que tirar alrededor de la mitad en algún momento, con lo que malgastarás espacio de cultivo, fertilizantes y tiempo.
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Puedes empezar a entrenarlas antes
Al tener la seguridad de que tus plantas serán hembras, podrás empezar a entrenarlas temprano. Esto se recomienda para varias técnicas de entrenamiento, como el LST (Low Stress Training), ya que las plantas maduras son frágiles y se pueden quebrar fácilmente. Con las semillas regulares, por el contrario, tendrás que esperar 6 semanas antes de saber si vas a poder conservar tus plantas. Esta espera, a su vez, hará que las condiciones de entrenamiento sean menos que óptimas.
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No hay que sexar ni seleccionar plantas
Los cultivadores novatos podrían no tener suficiente experiencia para diferenciar las plantas hembra de las macho. Además de no tener que saber distinguir el sexo de tus plantas, no tendrás que preocuparte de que las macho polinicen todo el cultivo. Por lo tanto, las semillas hembra son más fáciles en general, y te ahorran trabajo.
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Las semillas feminizadas pueden ser una alternativa al cultivo con esquejes
El cultivo de marihuana a partir de esquejes no es para todo el mundo. Los esquejes pueden contaminarse o infestarse con plagas, lo que causará un montón de problemas. Es posible que ni siquiera puedas conseguir esquejes donde vives, mientras que las semillas llegan de manera discreta por correo. Esto hace que el uso de semillas feminizadas sea una estupenda alternativa para cultivar tus variedades favoritas.
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Gran diversidad de variedades en el mercado actual
Las semillas feminizadas son, con diferencia, el tipo más habitual de semillas que se usan hoy en día, con un montón de variedades para elegir. Lo más probable es que encuentres una cepa con un sabor que te guste, que tenga el efecto que buscas, y que se haya criado para crecer sin problemas en el clima de tu zona. Las semillas regulares, al igual que los esquejes, ofrecen mucha menos diversidad.
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Creadas con sumo cuidado y experiencia
Las semillas de marihuana feminizadas de fuentes fiables, como Zamnesia, han sido criadas de manera experta con genéticas superiores. Estas semillas tienen las mejores tasas de germinación, producen las características más deseables, y ofrecen cosechas máximas.
Aunque las semillas regulares no son peores por naturaleza, hay una mayor probabilidad de que las que proceden de fuentes desconocidas ofrezcan una calidad cuestionable. Asimismo, las variedades regulares a menudo son cepas antiguas de la vieja escuela que, a diferencia de las feminizadas, pueden estar menos "retocadas" (por ejemplo, criadas para que ofrezcan buena potencia, etc.) que las variedades modernas.
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Sus cosechas son más abundantes que las de las autoflorecientes
Las variedades feminizadas (y fotoperiódicas en general) producen mayores rendimientos que las autoflorecientes debido a su altura. Y, en comparación con las regulares, se pueden tener el doble de plantas en el cuarto de cultivo.
Semillas feminizadas: Contras
A pesar de tener muchas características positivas, estas semillas no son perfectas. Veamos sus inconvenientes en más detalle.
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No son aptas para programas de cría/producción de semillas
Al no haber plantas macho para polinizarlas, las semillas feminizadas no son adecuadas para la cría y la producción de semillas.
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Las semillas feminizadas de baja calidad pueden convertirse en hermafroditas
Debido a la forma en que se crían (que veremos más adelante), las semillas feminizadas de baja calidad pueden convertirse fácilmente en plantas intersexuales.
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Son más difíciles de cultivar que las auto
Las semillas de marihuana feminizadas, al igual que las regulares, dependen de cambios en el programa de iluminación para pasar de una fase a otra. Las autoflorecientes, por otro lado, florecen de manera automática bajo cualquier programa de iluminación. La necesidad de cambiar el ciclo de luz cuando se cultiva en interior, y de tener en cuenta las temporadas de siembra y cosecha cuando se cultiva al aire libre, hacen que el cannabis feminizado sea más difícil de cultivar. Y, como resultado, es menos adecuado para principiantes.
¿Cómo se feminizan las semillas?
Existen varias técnicas para producir semillas feminizadas. Veamos las más habituales:
1. Estresar a la planta (rodelización)
Forzar a una planta hembra a volverse hermafrodita mediante el estrés (rodelización) es un método tradicional para conseguir semillas feminizadas. Esto se suele hacer interrumpiendo el ciclo de luz durante la floración, lo que hará que la planta produzca polen. Poliniza una planta hembra con el polen de la planta hermafrodita, y tendrás tus semillas. Estas semillas no tendrán cromosomas masculinos, por lo que producirán plantas 100% hembra siempre.
2. Rociar con una solución de plata coloidal
Pulverizar las hembras con plata coloidal es la forma más habitual de producir semillas feminizadas. No hace falta ninguna modificación genética, y tampoco se heredan los rasgos intersexuales. Para llevar a cabo este método, el criador debe mezclar agua con partículas de plata. La plata inhibe la hormona de floración etileno y, como resultado, la planta desarrolla flores masculinas con sacos de polen. Al no haber ninguna planta macho implicada en el proceso, las plantas resultantes solo tendrán genes femeninos, y la polinización producirá semillas feminizadas.
3. Rociar con una solución de tiosulfato de plata
Algunos criadores usan tiosulfato de plata como alternativa a la plata coloidal. El funcionamiento es el mismo; las plantas se volverán macho pero sin las desventajas de los genes masculinos. Algunos criadores creen que el tiosulfato de plata es mejor para conservar la estabilidad genética.
¿Puedes feminizar semillas de marihuana en casa?
¿Es posible conseguir semillas feminizadas con tu cultivo casero? ¡Sí! A continuación te explicamos cómo hacerlo:
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Consigue plata coloidal (que es muy fácil de obtener, ya que también es un suplemento dietético). Puedes comprarla en internet, en una tienda de productos naturales o en páginas grandes de comercio electrónico. Asegúrate de que sea plata coloidal expresamente, y que tenga una concentración de 30ppm como mínimo.
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Elige una planta hembra de la que te gustaría obtener semillas feminizadas, y cambia la iluminación a un programa de floración. Pulveriza los puntos de floración todos los días durante 3-4 semanas hasta que veas que se abren los sacos de polen. Puedes rociar todos los cogollos o solo uno, lo que prefieras; pero asegúrate de no fumar los que has rociado con la plata.
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El polen feminizado ya está listo para cosechar. Recoge los sacos de polen y déjalos secar durante una semana. También los puedes almacenar en una bolsa con cierre.
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Elige una planta hembra para polinizarla. Coge la bolsa con el polen y agítala un poco. Con un pincel, extiende el polen feminizado sobre los puntos de floración. Puedes polinizarlos todos o solo uno o dos.
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Espera 6 semanas hasta que se caigan las semillas. Puedes usar las semillas inmediatamente o almacenarlas en un lugar fresco y seco.
Por otro lado, piensa si todo el esfuerzo de crear semillas feminizadas merece la pena. En la actualidad, hay semillas feminizadas para todos los gustos y preferencias. En comparación con las semillas regulares, e incluso sin tener en cuenta todo el tiempo y esfuerzo ahorrados, las semillas feminizadas ofrecen una mejor relación calidad-precio. Por otro lado, si tienes curiosidad y te apetece experimentar, crea tus propias semillas.