La gente lleva miles de años bebiendo té de San Pedro para empaparse de sus reveladoras propiedades psicodélicas. A continuación te contamos la historia de esta tradición y te explicamos cómo preparar té de cactus San Pedro en casa.
El té de San Pedro, derivado del cactus de San Pedro (Echinopsis pachanoi), es una infusión tradicional sudamericana conocida por su alto contenido en mescalina, que se utiliza desde hace mucho tiempo en las prácticas culturales tradicionales de los Andes. La mescalina, un alcaloide fenetilamina, es un psicodélico natural presente en diversos cactus del continente americano.
Hay varias formas de ingerir mescalina, pero preparar un té es una de las más sencillas. Así que en este artículo repasaremos un poco la historia de este brebaje y, a continuación, veremos cómo preparar tu propio té de San Pedro en casa.
La preparación del té de San Pedro consiste en cortar el cactus en trozos pequeños, hervirlo durante varias horas y colar el líquido para obtener el té. Tradicionalmente, el proceso es bastante sencillo, y más o menos el mismo que describiremos a continuación. Sin embargo, el ritual que rodea el consumo de té tiene bastante historia. Esta historia es diversa, vibrante y, de hecho, sigue siendo una realidad contemporánea, y no podremos hacerle justicia aquí. Sin embargo, a continuación te ofrecemos un pequeño resumen de las ceremonias del huachuma (San Pedro).
Varias culturas han utilizado y siguen utilizando el San Pedro, y se cree que el uso más antiguo podría remontarse a alrededor del año 3500 a.C., en el yacimiento de Chavín. Aunque las prácticas difieren, una ceremonia típica puede empezar con un chamán y la persona participante en ayuno durante 24 horas. Tras este periodo de ayuno, se dirigían a una mesa o altar, normalmente por la noche de un martes o un viernes, días importantes en la cultura religiosa andina. Entonces, el consumidor se introducía por la nariz una infusión de tabaco en agua para limpiarse y protegerse. Después de esto, se consumiría el té de San Pedro y se llevarían a cabo los rituales curativos/religiosos. Los ritos también pueden incluir a otras personas para reforzar la experiencia, así como música, incienso y otros elementos.
En la cultura popular, sí. Sin embargo, técnicamente no te hará alucinar salvo que lo consumas en dosis muy altas. De hecho, la mayoría de los psicodélicos, excluyendo la DMT, no suelen causar verdaderas alucinaciones, sino que alteran significativamente la percepción. Una alucinación es el nombre que se da a una experiencia sensorial que no tiene estímulos en el mundo exterior, mientras que la experiencia con mescalina suele funcionar con el mundo tal y como es, aunque esté considerablemente cambiado con respecto al sobrio.
No obstante, la mescalina es un potente alucinógeno (el nombre puede confundir) que puede alterar la percepción, el estado de ánimo y los procesos cognitivos. Los consumidores suelen narrar experiencias visuales y auditivas, un mayor sentido de la conciencia y profundas experiencias introspectivas, todo lo cual puede sumarse a sus propiedades rituales, curativas y recreativas.
Ahora que sabes un poco más sobre esta planta psicoactiva, vamos a ver cómo preparar cactus de mescalina en un té para experimentar un viaje psicodélico.
Estas instrucciones se dividirán en dos partes: la preparación y la elaboración del té.
Antes de empezar a preparar la infusión, tendrás que preparar tu cactus San Pedro adecuadamente para lograr los mejores efectos y, al mismo tiempo, minimizar las molestias estomacales. Para ello, debes quitar las espinas y pelar la piel exterior. Aquí tienes cómo preparar el cactus San Pedro para la infusión.
1. Limpia el cactus: Enjuaga el cactus bajo el chorro de agua fría para eliminar cualquier resto de suciedad u otras impurezas.
2. Quita las espinas: Corta cuidadosamente las espinas con un cuchillo o pelador, pero no cortes demasiado profundo ya que no te interesa dañar la carne interior.
3. Pela el cactus: Retira la capa exterior de piel cerosa, dejando al descubierto la piel más verde y clara que hay debajo. Ten mucho cuidado al hacerlo, ya que se dice que la capa verde más clara de piel que hay debajo de la capa exterior contiene la mayor concentración de mescalina y, por lo tanto, debe protegerse.
4. Córtalo en trozos: Corta el cactus en trozos pequeños y manejables para facilitar su procesado. Pueden tener cualquier forma o tamaño.
5. Elimina la pulpa interior (opcional): Algunos dicen que quitando la pulpa blanca interior se puede mejorar el sabor y que la experiencia será más llevadera para el estómago. Este paso no es necesario para preparar el té, pero puede ser útil para una mejor experiencia.
1. Licúa los trozos (opcional): Primero, licúa los trozos de cactus para crear una pulpa. Esto puede ayudar a extraer más mescalina durante la ebullición y, aunque no es necesario, hará que todo el proceso sea más eficiente y el té más potente.
2. Hierve el cactus: Coloca los trozos o la pulpa del cactus en una olla grande y añade agua suficiente para cubrirlos. Llévalo a ebullición, baja el fuego y déjalo a fuego lento durante al menos seis horas mientras se extrae la mescalina en el agua. Remueve de vez en cuando y añade más agua si es necesario para mantener el cactus sumergido sin que llegue a secarse.
3. Añade limón (opcional): Mucha gente opta por añadir limón a la mezcla, ya que se cree que el ácido ayuda a catalizar la extracción. Aunque no está demostrado, el ácido ayuda en la extracción de otras sustancias psicoactivas, por lo que es posible que ocurra lo mismo con la mescalina.
4. Cuela la mezcla: Después de calentar la mezcla durante al menos seis horas, cuélala con una estopilla o colador fino para separar el líquido del material sólido, que ya no debería contener mescalina. Elimina todo el líquido que puedas de la pulpa del cactus, ya que es ahí donde se encuentra la mescalina y querrás conservar la mayor cantidad posible.
5. Reduce el líquido: Devuelve el líquido colado a la olla y cuécelo a fuego lento hasta que el volumen se reduzca a la concentración que prefieras. Algunas personas lo reducen a un chupito para que sea fácil de consumir. Tendrá un sabor bastante desagradable, pero se pasa enseguida. Este paso de reducción puede llevar unas cuantas horas más, así que ten paciencia.
6. Deja enfriar y consúmelo o guárdalo: Deja que el té se enfríe y luego guárdalo en un recipiente o tómalo inmediatamente. Se puede conservar en el frigorífico durante unos días, por lo que es bastante fácil de preparar con antelación.
La dosis de té de San Pedro puede variar mucho en función de la potencia del cactus y la tolerancia de cada persona, por lo que siempre tendrás que hacer conjeturas. El truco consiste en calcular la cantidad de mescalina que contiene el esqueje de cactus antes de preparar el té y dosificarlo de esta forma.
La sabiduría popular dice que un esqueje de aproximadamente la longitud de un antebrazo (40-50 cm) contiene una dosis normal de mescalina. Otros sugieren basarse en el peso. Aunque se trata de una estimación muy aproximada, se cree que en un cactus San Pedro estándar hay aproximadamente 1 mg de mescalina por cada gramo de cactus fresco.
Una dosis estándar de mescalina es de unos 200-300 mg, por lo que unos 200-300 gramos de cactus fresco (sin preparar) deberían ser suficientes para el viaje de una persona.
No intentes dosificar por mililitros de té, ya que su concentración puede variar en función de cuánto tiempo se haya dejado a fuego lento. Menos líquido no significa menos mescalina.
Aunque ya hemos tratado los aspectos básicos, los siguientes consejos pueden ayudar a que la experiencia de preparar el té sea más eficiente, y los resultados también mejoren.
Aunque el té de San Pedro puede proporcionar experiencias profundas, también conlleva riesgos:
Si tomas té de San Pedro, estarás siguiendo miles de años de tradición psicodélica. Tanto si quieres una experiencia que te cambie la vida, como si simplemente quieres una experiencia recreativa, sin duda alguna, el San Pedro puede ofrecértela. Preparar el té es bastante fácil, pero asegúrate de investigar sobre esta planta y sus efectos, y sobre el consumo de psicodélicos en general, antes de embarcarte en esta aventura. En general, estos compuestos te llevarán de la mano, pero la preparación y el respeto son fundamentales para tener una experiencia positiva.